El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) descubrió a principios del 2020 una trama de espionaje de Marruecos a partir de su consulado en Madrid. Ahora, la Audiencia Nacional ha denegado la nacionalidad española a un empleado del consulado marroquí en Madrid que había sido contratado para espiar.
El pasado mes de septiembre, el consulado de Madrid denegó la nacionalidad española a un agente consular que había sido reclutado por el jefe de los servicios secretos de Rabat en España para espiar en España. El acusado, no ha sido expulsado del país por el momento.
La sentencia del 14 de septiembre de la sala tercera de lo contencioso-administrativo, presidida por el magistrado José Félix Méndez Canseco, ha desestimado por primera vez, la concesión de la nacionalidad a un administrativo del consulado de Marruecos en Madrid. Según han declarado los jueces del caso, los documento presentados por el CNI son claros y relacionan al imputado con el jefe de la Inteligencia marroquí en España. Don Gabriel, como han apodado al imputado, llevaba 12 años de trámites para conseguir ser español.
Según una clausula del Código Civil, se puede denegar la nacionalidad por “motivos de orden público o interés nacional aunque el solicitante cumpla el resto de requisitos”. Según informes entregados por la Policía Nacional y la Guardia Civil, el presunto espía tenía una “buena conducta cívica” y no tenía antecedentes penales.
El CNI comenzó su investigación en 2011, cuando el sospechoso entró a trabajar como intérprete en el consulado de Marruecos en Sevilla. No fue hasta 2016 que fue trasladado a Madrid. En 2019, “Don Gabriel” negó “cualquier colaboración con el Servicio de Inteligencia marroquí” y afirmó que “su trabajo en el consulado de Marruecos es meramente administrativo y se limita a la gestión de pasaportes”.
El imputado está casado con una ciudadana española y tiene dos hijos menores. Tras acabar sus estudios, llegó a Sevilla en 2006 para trabajar como intérprete en el consulado general de Marruecos en Sevilla y en 2016 se trasladó a Madrid.
Hasta ahora, solo se había notificado la expulsión de un espía marroquí de España, Nourendin Ziani, en mayo de 2013, a petición del general Félix Sanz Roldán, entonces director del CNI. Según informaron los medios, Ziani fue expulsado por amenazar la seguridad nacional, comprometer las relaciones de España con otros países y cooperar con un servicio de inteligencia extranjero desde el año 2000.
