El Africa Cyberthreat Assessment Report 2025 de Interpol muestra un fuerte repunte de las ciberestafas en África. Descubre las claves y sus implicaciones.
La cuarta edición del Africa Cyberthreat Assessment Report 2025 de Interpol alerta de que la ciberdelincuencia se ha disparado en el continente y pinta un escenario cada vez más hostil, donde este delito ya representa un porcentaje medio-alto del total en buena parte del continente. En dos tercios de los países africanos ya supone entre el 10% y el 30% (o más) de todos los denunciados y ha generado pérdidas económicas superiores a 3.000 millones de dólares en seis años.
🔍 Situación general
- Las agresiones digitales crecen al compás de la transformación digital africana: más móviles, más banca online, más superficie de ataque.
- Los cuerpos policiales avanzan, pero todavía pesan brechas de recursos, legislación y coordinación que dificultan investigaciones transnacionales.
- Ciberamenazas al alza: dos tercios de los países africanos ya perciben que los delitos cibernéticos representan entre el 10% y el 30% (o más) de todos los delitos denunciados.
- Ritmo vertiginoso: entre 2019 y 2025 las pérdidas económicas por ataques superaron los 3.000 millones de dólares, golpeando sobre todo a finanzas, salud, energía y sector público.
- Cuatro gigantes del crimen digital: estafas online (phishing y romance), ransomware, business email compromise (BEC) hacia empresas y sextorsión concentran la mayor parte del daño.
💡 Por qué importa
- Impacto económico: las pérdidas por incidentes superan ya los miles de millones de dólares, golpeando especialmente finanzas, energía, salud y sector público.
- Infraestructura crítica: los ataques interrumpen servicios esenciales, desde redes eléctricas hasta laboratorios clínicos, y provocan cortes de energía, secuestro de datos y filtraciones masivas.
- Confianza digital: la prosperidad de los nuevos ecosistemas fintech y de comercio electrónico depende de que usuarios y empresas se sientan seguros.
- Economías digitales bajo presión: el boom de la banca móvil y las fintech amplía la superficie de ataque justo cuando la región acelera la digitalización.
- Brecha de capacidades: el 90% de los cuerpos policiales africanos admite falta de recursos, formación o herramientas forenses para investigar con eficacia.
📊 Tendencias dominantes
- Escalada de estafas online: phishing y fraudes románticos se disparan gracias a la ingeniería social y a la masificación del móvil.
- Ransomware profesionalizado: bandas internacionales usan el modelo «as-a-service» y la doble extorsión para maximizar la presión y los rescates.
- BEC al alza: el compromiso de correo corporativo se consolida como vía rápida para desviar pagos mundiales.
- Abuso de IA: deepfakes y mensajes generados automáticamente multiplican la credibilidad de timos y chantajes.
🚧 Obstáculos clave
- Marcos legales dispares: solo una parte de los países ha actualizado sus leyes al estándar internacional, lo que lastra la persecución judicial.
- Capacidad forense desigual: faltan herramientas, formación y estructuras para procesar evidencias digitales de forma ágil.
- Cooperación transfronteriza lenta: los procesos formales de asistencia legal tardan más que el ciclo operativo de los ciberdelincuentes. El 86% ve «necesaria» o «muy necesaria» una mejora en la colaboración transfronteriza y en el intercambio de inteligencia.
- Dependencia de terceros: las investigaciones necesitan datos de plataformas y operadoras que a menudo están fuera de África.
- Leyes desfasadas: aproximadamente 65% de los Estados no ha actualizado su normativa de cibercrimen en el último año. Solo seis han ratificado el Convenio de Budapest.
- Acceso a plataformas: investigadores denuncian trabas para obtener datos de redes sociales y proveedores extranjeros.
🌱 Brotes de esperanza
- Reformas legales: varias naciones han modernizado sus normativas o ratificado convenios como el de Budapest, aunque queda por mejorar.
- Unidades especializadas: se multiplican los centros nacionales de ciberdelito y laboratorios forenses.
- Campañas de concienciación: casi nueve de cada diez países lanzaron programas masivos de educación digital en 2024, centrándose en jóvenes, pymes y usuarios de banca móvil.
- Operaciones conjuntas: algunos golpes coordinados contra la ciberdelincuencia muestran que la cooperación regional funciona cuando hay canales de confianza.
- Nuevas unidades especializadas en Argelia, Benín, Seychelles y Togo empiezan a cerrar brechas técnicas con laboratorios forenses y CERTs (Equipo de Respuesta ante Emergencias Informáticas) propios.
- Macrooperaciones como Serengeti y Red Card lograron más de 1.300 arrestos y desmantelaron 134.000 infraestructuras maliciosas en 19 países.
🔭 Qué sigue
- África avanza hacia una mejor economía digital, pero la velocidad de los criminales supera todavía la capacidad de defensa.
- La receta general pasa por leyes armonizadas, inversión sostenida en talento y tecnología, y alianzas público-privadas que garanticen acceso rápido a la información crítica. INTERPOL insta a crear más unidades ciber, formar jueces y fiscalías y retener expertos locales.
- Armonizar marcos legales con convenios internacionales para agilizar extradiciones y órdenes de datos.
- Aliarse con el sector privado: memorandos con fintech, telcos y gigantes de redes sociales resultan esenciales para cortar la cadena del fraude.
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