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¿Quién es Donald Trump? Un viaje a través de su vida y legado

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Donald Trump, una de las figuras más controvertidas y reconocibles de la política contemporánea, ha dejado una huella indeleble en la sociedad estadounidense y en el escenario global. Desde su ascenso como magnate inmobiliario y estrella de la televisión hasta convertirse en el 45º presidente de los Estados Unidos, su trayectoria está marcada por decisiones audaces y declaraciones polémicas. Este artículo explora su vida, su carrera y su impacto en la política actual. Si quieres aprender más sobre Estados Unidos, apúntate al Curso de Experto en Estados Unidos de LISA Institute.

Donald John Trump, nacido el 14 de junio de 1946 en Queens (Nueva York), es un político, personalidad televisiva y hombre de negocios, que sirvió como 45º presidente de los Estados Unidos desde enero de 2017 hasta enero de 2021. 

Antes de su carrera política, Trump completó su educación en la Universidad de Pensilvania, donde se licenció en Ciencias Económicas. Tres años después, su padre le nombró director de la empresa inmobiliaria familiar. Posteriormente, Trump rebautizó el negocio como Trump Organization, centrándose en el desarrollo y la renovación de rascacielos, establecimientos de hostelería, locales de juego e instalaciones de golf.

Educación y primeros años de Donald Trump

Donald Trump nació en el seno de una familia adinerada. Fue el cuarto hijo de la socialité neoyorquina, Mary Trump y Fred Trump, un promotor inmobiliario. Trump se vio inmerso en el mundo de la promoción inmobiliaria desde una edad temprana. La empresa de su padre, Elizabeth Trump & Son, construía propiedades para familias de clase media en los barrios neoyorquinos de Queens, Brooklyn y Staten Island. De niño, Donald y sus hermanos trabajaron para la empresa de su padre, adquiriendo experiencia práctica en obras y oficinas. Este contacto temprano con el negocio familiar sentaría las bases de su futura carrera inmobiliaria.

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Su infancia estuvo marcada por problemas de conducta, por lo que sus padres decidieron enviarlo a la Academia Militar de Nueva York cuando tenía 13 años.  Trump se matriculó posteriormente en en la Universidad de Fordham, antes de trasladarse a la Wharton School of Finance de la Universidad de Pensilvania, donde se licenció en Economía en 1968.

Los últimos años de la década de 1960 coincidieron con la guerra de Vietnam, cuando Trump tenía poco más de veinte años. Durante este tiempo, obtuvo varios aplazamientos del servicio militar. Entre ellos, aplazamientos educativos mientras asistía a la universidad y un aplazamiento médico basado en un diagnóstico de espolones óseos. Sin embargo, cuando Estados Unidos instituyó un sistema de sorteo para el alistamiento en 1969, Trump fue el número 356 de 366 en el sorteo, por lo que no fue llamado a filas.

De otro lado, Trump comenzó su carrera empresarial cuando aún estaba en la universidad, invirtiendo en el sector inmobiliario de Filadelfia. Tras graduarse en 1968, se incorporó a tiempo completo a la empresa de su padre. En 1971, se convirtió en presidente de la empresa familiar, que más tarde rebautizó como Trump Organization. 

A finales de los setenta y durante los ochenta, Trump amplió el negocio de su padre invirtiendo en proyectos inmobiliarios de lujo, especialmente en Manhattan. Destacan el hotel Grand Hyatt y la Torre Trump, que contribuyeron a su reputación de hombre de negocios. La ambición de Trump no se limitó al sector inmobiliario; también poseía varios casinos en Atlantic City y realizó diversas inversiones en el sector de lujo, como Mar-a-Lago.

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No obstante, durante los primeros años de la década de los 90, Trump sufrió dificultades financieras, a medida que la economía caía. Esto provocó varias deudas y múltiples quiebras en sus empresas. Sin embargo, Trump mantuvo una fuerte presencia en medios de comunicación con su reality show «The Apprentice» del que destacaría la famosa frase «You’re fired» que le llevaría a ser más reconocido; y sus acuerdos con el Deutsche Bank. Así, el nombre Trump se convirtió en sinónimo de lujo y poder, aunque a menudo suscitaba polémica por su asociación con deudas y disputas legales.

Interés político de Trump y sus primeros pasos en la política

A finales de la década de 1980, Donald Trump empezó a manifestar interés por la política, especialmente en el ámbito de la política presidencial. En 1987, saltó a los titulares por unos anuncios en los que abogaba por una reducción del gasto local en defensa para otras naciones, en particular para aquellas con capacidad de autodefensa. Estos anuncios también abordaban otras cuestiones políticas, como la reducción del déficit económico, las iniciativas de paz en América Central y la aceleración de las conversaciones de desarme nuclear con la Unión Soviética.

Este mensaje resonó entre algunos líderes demócratas, y el presidente del Comité Demócrata de Campañas del Congreso señaló las similitudes entre la postura de Trump y los ideales de este partido. Sin embargo, Trump no tenía grandes aspiraciones políticas por aquel entonces. 

Al año siguiente, el expresidente se puso en contacto con el estratega republicano Lee Atwater para discutir la posibilidad de convertirse en el compañero de George H. W. Bush en las elecciones presidenciales de 1988. Esta sugerencia fue recibida con escepticismo por Bush. A pesar de ello, la admiración popular hacia Donald Trump siguió en aumento, convirtiéndose en uno de los hombres más admirados de Estados Unidos.

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En el periodo previo a las elecciones presidenciales de 2000, Donald Trump dio pasos hacia una posible candidatura. Creó un comité para estudiar la posibilidad de presentarse a la nominación del Partido Reformista. Las primeras encuestas mostraron que Trump contaba con cierto apoyo, aunque decidió no seguir adelante con la candidatura. A pesar de retirarse de la campaña, el nombre de Trump siguió apareciendo en las papeletas de algunos estados, lo que se tradujo en victorias en las primarias de California y Michigan. Sin embargo, su asociación con el Partido Reformista duró poco. 

El interés de Trump por la política presidencial continuó en ciclos electorales posteriores. En 2008, la participación política de Trump fue notable por sus cambiantes apoyos. Inicialmente apoyó a Hillary Clinton en las primarias demócratas, pero más tarde respaldó al candidato republicano John McCain en las elecciones generales.

A principios de la década de 2010, Trump comenzó a participar más activamente en el discurso político nacional, alimentando las especulaciones sobre sus aspiraciones presidenciales. A medida que se acercaba el ciclo electoral de 2012, Trump coqueteó públicamente con la idea de presentarse a las elecciones presidenciales. Sin embargo, el 16 de mayo de 2011, anunció su decisión de no participar en la carrera, justificando que sus acciones habrían sido una forma de campaña no oficial. No obstante, Trump siguió involucrado en el proceso político, apoyando a Mitt Romney para presidente en febrero de 2012.

La candidatura presidencial de Donald Trump

En junio de 2015, Donald Trump anunció oficialmente su candidatura a la presidencia de Estados Unidos en un discurso histórico pronunciado en la Torre Trump de Nueva York. Su declaración se centró en varias cuestiones críticas que constituirían la piedra angular de su plataforma de campaña: la reforma de la inmigración, los empleos de subcontratación, la deuda nacional y combatir el terrorismo. Trump desveló su lema de campaña, Make America Great Again (Hagamos América grande de nuevo), que resumía brevemente el tema general de su discurso político, y se presentó como un outsider que drenaría el pantano del establishment político de EE.UU.

Entre las promesas electorales más destacadas de Trump se encontraba la propuesta de construir un muro fronterizo entre Estados Unidos y México. Esta iniciativa se convirtió en el centro de atención de sus seguidores tanto durante la campaña como en su posterior presidencia.

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Pese al escepticismo inicial de los analistas políticos, no tardó en ganar fuerza en las encuestas de opinión pública. Su enfoque poco convencional y su posición de outsider político marcaron a los votantes del partido, decepcionados con candidatos anteriores. 

A medida que se desarrollaban las primarias, la campaña de Trump fue cobrando impulso. Su buena actuación en el Super Tuesday consolidó su posición como favorito, un estatus que mantuvo durante todo el proceso de nominación. En marzo de 2016, ya era evidente que Trump era el candidato del Partido Republicano.

El momento decisivo llegó con la victoria de Trump en las primarias de Indiana el 3 de mayo de 2016. Este triunfo precipitó la retirada de sus oponentes restantes, Ted Cruz y John Kasich. Posteriormente, el presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, reconoció formalmente a Trump como presunto nominado, convirtiéndolo en candidato a las elecciones presidenciales.

Tras asegurarse la nominación republicana, el foco de su campaña se desplazó hacia las elecciones generales. Su principal oponente, Hillary Clinton, candidata demócrata, mantenía una ventaja sustancial sobre Trump de acuerdo con las primeras encuestas de junio. Sin embargo, esta ventaja se redujo en julio, coincidiendo con la polémica del correo electrónico de Hillary.

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La elección de Mike Pence y la victoria electoral de 2016

El 15 de julio de 2016, Trump anunció al gobernador de Indiana, Mike Pence, como su candidato para la vicepresidencia, y la Convención Nacional Republicana designó oficialmente la candidatura Trump-Pence. 

La campaña de las elecciones generales estuvo marcada por tres debates presidenciales. El segundo debate, celebrado en la Universidad Washington de Sant Luis, fue llamativo por centrarse en una grabación filtrada en la que Trump hacía comentarios sobre las mujeres. En respuesta, Trump convocó una rueda de prensa previa al tercer debate, en la que participaron mujeres que habían acusado al expresidente Bill Clinton de abuso.

Las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016 culminaron con la victoria de Donald Trump, que obtuvo 304 votos electorales frente a los 227 de Hillary Clinton. A pesar de perder el voto popular por casi 2,9 millones de votos, Trump salió victorioso en 30 estados, estados considerados como cambiantes o incluso azules, tales como Michigan, Pensilvania y Wisconsin. 

Esta victoria inesperada confundió a muchos analistas políticos, marcando una realineación en el panorama político de Estados Unidos. Su campaña, tan poco convencional, y particularmente, su estrategia en redes sociales a través de plataformas como X (antes Twitter), le permitieron crear una base de votantes leales, ya que la capacidad para conectar directamente con sus seguidores sin depender de los medios de comunicación masivos no tenía precedentes en un candidato presidencial.

La política de Donald Trump

En el centro de su agenda se encontraba la propuesta de renegociar acuerdos comerciales internacionales, especialmente con China, y retirarse de algunos acuerdos como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte o de la Asociación Transpacífica. La reforma de la inmigración constituyó otro punto clave, con propuestas para una aplicación más estricta de las leyes vigentes y la construcción de un muro a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México.

Las políticas económicas de Trump incluían temas como apoyar la independencia energética, la simplificación del código tributario y la imposición de aranceles a las empresas con puestos de trabajo en el extranjero. Abogó por una inversión sustancial en infraestructuras y prometió derogar y sustituir la Ley de Asistencia Sanitaria Asequible. 

Además, aprobó una ley de reforma fiscal y trabajó para desregular varios sectores, con el objetivo de impulsar la economía estadounidense. Su administración también registró tasas de desempleo históricamente bajas antes de que la pandemia de COVID-19 golpeara en 2020, provocando una grave recesión económica.

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En política exterior, Trump se mostró en general partidario de un enfoque menos intervencionista a través de su política de América First. Propuso mejorar los procedimientos de investigación para los inmigrantes procedentes de determinados países e hizo hincapié en una acción agresiva contra el ISIS. Su administración también medió en los Acuerdos de Abraham, que supusieron acuerdos históricos de normalización entre Israel y varias naciones árabes

De otro lado, la postura de Trump respecto a las normativas sobre el cambio climático se alejó de las administraciones anteriores, ya que se opuso a medidas como el Plan de Energía Limpia y el Acuerdo Climático de París. También se comprometió a modernizar los servicios para veteranos y a abolir las normas educativas Common Core.

Polémicas, logros económicos y juicio político durante el mandato de Trump

El mandato de Trump estuvo marcado por la polémica, el crecimiento económico y cambios políticos significativos. Su gestión de la pandemia de COVID-19, en particular el retraso de la respuesta federal y la promoción de tratamientos no probados suscitó críticas. 

Trump fue sometido a juicio político en dos ocasiones por la Cámara de Representantes: una en 2019 por sus relaciones con Ucrania y otra en 2021 tras el asalto al Capitolio de Estados Unidos por parte de sus partidarios, aunque en ambas ocasiones fue absuelto por el Senado.

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No obstante, durante su mandato, se consiguieron grandes victorias económicas. En febrero de 2020, la tasa de desempleo cayó al 3,5%, el nivel más bajo en 50 años. El paro entre los afroamericanos, los hispanoamericanos, los asiático-americanos, los veteranos y las personas sin educación secundaria también alcanzó mínimos históricos. Además, los ingresos de las familias de clase media aumentaron en casi 6.000 dólares, y los sueldos entre trabajadores de bajos ingresos y los obreros experimentaron un aumento salarial del 16%. 

Asimismo, la Ley de Recortes y Empleos Fiscales de 2017, que redujo impuestos tanto a sociedades como a individuos contribuyó a este crecimiento económico.

Su vida después del mandato

Tras su derrota en las elecciones de 2020, Donald Trump se trasladó a Florida. No obstante, el 15 de noviembre de 2022, anunciaría su candidatura a las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024. Tras una victoria decisiva en las asambleas republicanas de Iowa de 2024, Trump se convirtió en el principal candidato republicano. Su nominación se confirmó el 15 de julio de 2024 en la Convención Nacional Republicana de Milwaukee, donde presentó a JD Vance, senador de Ohio, como su vicepresidente.


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