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¿Marruecos va a acabar con la zona libre del Sáhara Occidental?

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La situación en el Sáhara Occidental se torna crítica. Marruecos aumenta su influencia con drones y tácticas diplomáticas, enfrentando obstáculos legales. La amenaza de una ofensiva para terminar con la zona libre es latente, pendiente del respaldo internacional. Este informe de inteligencia examina el contexto geopolítico y militar actual, explorando las acciones recientes de Marruecos y las implicaciones para la región en medio de la creciente tensión internacional.

Autor: Arturo Esteban Martínez

Fecha de realización del informe: 27/03/2024

Nivel de clasificación: Público

Resumen ejecutivo

  • La situación en el Sáhara Occidental se encuentra en su peor momento tras el reinicio de la guerra en 2020.
  • Tras una serie de reconocimientos internacionales sobre la soberanía marroquí del Sáhara, Marruecos se ve con la capacidad de incrementar sus esfuerzos de la región, aumentando su presencia y empleando nuevos y disruptivos medios como los drones en el conflicto.
  • Marruecos está cosechando éxitos en el contexto diplomático y militar, siendo el ámbito de la jurisprudencia internacional el único en el que están sufriendo derrotas, especialmente en el seno de las instituciones europeas.
  • Marruecos ha amenazado en reiteradas ocasiones con acabar con la zona libre del Sahara, siendo esta posibilidad cada vez más posible debido a los reiterados despliegues.
  • Sin embargo, se ve poco probable que ocurra en el medio plazo, considerándose como uno de los requisitos para que se cumpla esta predicción que Trump vuelva a la Casa Blanca y retome el apoyo de Estados Unidos a Marruecos.

Introducción

Tras años de estancamiento, la situación en el conflicto del Sáhara Occidental es cada día más volátil y hostil. Una vez roto el alto el fuego y reanudada la guerra en 2020, la región ha visto como las acciones por parte del ejército marroquí con el uso de drones y otros medios disruptivos son cada vez más comunes, a la vez que Marruecos consigue más apoyos externos en el conflicto. Estos apoyos están permitiendo un mayor rango de acción a las fuerzas armadas marroquíes, que se encuentran incrementando las infraestructuras y desplegando paulatinamente más medios en la región, lo que incita a pensar sobre la amenaza de una gran ofensiva que termine con la zona libre bajo gobierno saharaui.

🌐 ANÁLISIS 🌐

Contexto histórico 

España comenzó la colonización del Sáhara Occidental en 1884 y mantuvo su administración hasta 1976. Tras la guerra de Sidi Ifni y Sáhara en 1957-58, los movimientos independentistas saharauis comenzaron a luchar por la autodeterminación. Desde su independencia en 1956, Marruecos ha tenido pretensiones territoriales sobre el territorio del Sáhara Occidental, reclamando en 1973 la región septentrional, mientras que Mauritania hacía lo propio con la zona meridional.

En este punto, las presiones sobre la descolonización por parte de las Naciones Unidas, así como las ejercidas por Marruecos, Mauritania, los repetidos ataques protagonizados por los grupos independentistas, las tensiones y crisis internas que se fueron concatenando en España además del mal estado físico de Franco y la inestabilidad del régimen en el momento, fueron socavando la intención de mantener este territorio bajo la administración de España.

Es por esto que en 1974, España organizó un censo con el objetivo de acabar realizando un referéndum de autodeterminación, aunque el intento se vio truncado cuando el 6 de noviembre de 1975 el Rey Hassan II organizó la Marcha Verde, la invasión de 350.000 marroquíes desarmados de la frontera del territorio del Sáhara, hasta que cuatro días más tarde el Rey Hassan II les ordenó suspender la marcha.

El 14 de noviembre se firmaron los Acuerdos de Madrid, por los que España dividió la región entre Marruecos y Mauritania. Estos acuerdos no fueron respaldados por la ONU debido a que no se llegó a hacer nunca el referéndum de autodeterminación. Tras estos acuerdos, las tropas marroquíes entraron en el Sáhara, desencadenando un gran conflicto con los grupos independentistas, que eventualmente se vieron obligados a huir a territorios más orientales y a Argelia.

El 26 de febrero de 1976, España abandonó completamente el Sáhara, y un día después, el Frente Polisario declaró unilateralmente la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).

En 1979, Mauritania se vio obligada a retirarse del conflicto tras una serie de derrotas infligidas por el Frente Polisario. Este país firmó los acuerdos de Argel y abandonó el sur del Sáhara, siendo el territorio inmediatamente ocupado por Marruecos, que pudo así consolidar su dominio sobre todo el litoral saharaui, excepto sobre la península de Cabo Blanco (La Güera), hoy día administrada por Mauritania.

Marruecos aprovechó la situación para expandir su dominio en la región, combatiendo a las fuerzas saharauis que llevaban a cabo una dura guerra de guerrillas con el apoyo de Argelia y Libia.

Con el objetivo de negar la libertad de movimiento de los saharauis, Marruecos creó una serie de muros a lo largo de los años ochenta. Hoy día se calcula que estos muros se extienden a lo largo de más de 2.700 km. Están compuestos por rocas, tierra, arena, campos de minas, alambres de espino, búnkeres, radares y están reforzados por puestos militares cada ciertos kilómetros. Desde entonces, Marruecos ha administrado todo el territorio al oeste de los muros y el Frente Polisario ha gobernado en el resto, que comúnmente se llama Zona Libre.

Diagrama, Mapa

Descripción generada automáticamente

Mapa via Sahel and West Africa Club Secretariat / OECD

Tras unos años de guerra y por mediación de la ONU y de la Organización de Unidad Africana, en 1988, Marruecos y el Frente Polisario llegaron a un acuerdo por el que se aceptaba la celebración en el futuro de un referéndum de autodeterminación, evento que nunca llegaría a realizarse.

Los acuerdos de paz incluían un protocolo militar por el cual ambas partes se comprometían a mantener sus fuerzas militares a una distancia de seguridad a ambos lados del muro, constituyéndose así la llamada «zona tampón», conocida en inglés como «buffer zone».

Acuerdo militar nº 1. Fuente MINURSO.

Por su parte, en la Resolución 690 de 1991, el Consejo de Seguridad aprobó un plan para descolonizar el territorio, creando la misión de mantenimiento de la paz MINURSO y celebrar un referéndum de autodeterminación. Sin embargo, ni este intento ni los planes Baker I y II llegaron a dar frutos debido a fuertes discrepancias de las partes implicadas, llegando a ser el mayor punto de discordia la postura de ambos actores sobre quién tenía derecho a votar en un referéndum. 

La estrategia de Marruecos fue la de promover la migración de colonos y trabajadores marroquíes al Sáhara por medio de ayudas, lo que motivó a que varios miles de marroquíes se asentaran en el Sáhara, complicando la elaboración de un censo que diera lugar a un referéndum justo. Además, Marruecos comenzó una agresiva campaña para explotar los recursos naturales del Sáhara junto con diversas compañías internacionales.

En 2007, Marruecos presentó ante las Naciones Unidas un plan de autonomía para el Sáhara compuesto por 35 puntos que aparentemente ofrecían un amplio autogobierno para el Sáhara en aspectos relativos a la justicia, administración y gestión local. Esto frustró aún más las expectativas de los saharauis, quienes organizaron en 2010 el campamento protesta de Gdeim Izik en el Aaiún, que fue finalmente desmantelado por la fuerza por Marruecos en una operación en la que se produjeron muertos tanto entre la policía como entre los manifestantes. 

Marruecos también estableció una aduana y un paso fronterizo en el extremo sur del Sáhara, en la frontera de Mauritania (el paso de Guerguerat), lo que motivó diversas protestas por parte del Polisario que finalmente bloqueó el paso por medio de un campamento de civiles, el cual fue levantado por la fuerza el 13 de noviembre de 2020, lo que provocó el reinicio de las hostilidades.

Al poco de reanudarse los combates, el 10 de diciembre, Estados Unidos reconoció la soberanía marroquí del Sáhara como parte de los Acuerdos de Abraham, por los que, a cambio del posicionamiento estadounidense en el Sáhara, Marruecos tendría que reconocer y normalizar las relaciones con Israel.

Sin embargo, el acercamiento de Estados Unidos a la postura marroquí quedó en cierta forma apartada por la nueva administración Biden, que a fecha de hoy se muestra reticente a abrir consulados en Dajla o El Aaiún, tal y como han hecho varios países aliados de Marruecos.

En marzo de 2022, el gobierno de España abandonó la política de neutralidad activa que había seguido desde el abandono del territorio, reconociendo la propuesta marroquí sobre el plan de autonomía del Sáhara como la opción más «seria, realista y creíble».

Hoy en día, la posición jurídica de España respecto a sus responsabilidades como antigua potencia colonial es algo ambigua, tal y como se puede comprobar en el portal de territorios no autónomos de las Naciones Unidas. Mientras que en el caso de Gibraltar queda claro que la potencia colonizadora es Reino Unido, en el caso del Sáhara Occidental esta figura aparece vacante, y se referencia a una nota al pie donde se explica que en 1976 España se desentendió del territorio.

En consecuencia, España ya no tiene una responsabilidad directa sobre el Sáhara, excepto en ciertas competencias como la gestión del espacio aéreo y la zona de salvamento y rescate (SAR).

En todo caso, el cambio de postura de países como Estados Unidos o España han supuesto un cambio del paradigma del conflicto, rompiendo así el status quo establecido desde hace casi 50 años por los que, aunque con ciertas excepciones, los grandes Estados coincidían en seguir el punto de vista oficial de las Naciones Unidas.

Comité de descolonización de las Naciones Unidas. Precisión sobre la responsabilidad de España como antigua potencia colonial en el Sáhara Occidental. Fuente: ONU.

Uso de drones en la guerra contra el Frente Polisario

Parche de la unidad de drones de la Fuerza Aérea Marroquí. Vía FAR-Maroc

Garantizado el apoyo de Estados Unidos, junto al de sus tradicionales aliados (Francia y los países del Golfo), Marruecos se sintió con mayor libertad para llevar a cabo una guerra constante, pero de baja intensidad, contra el Frente Polisario usando nuevos y disruptivos medios eficaces en operaciones contrainsurgencia como drones o artillería de largo alcance.

Estos medios se han visto potenciados a lo largo de los últimos años, reportándose un elevado número de nuevas adquisiciones de distintos tipos de drones, como lo son los UAV con capacidad ISR (Intelligence, Surveillance and Reconnaissance), los UCAV con capacidad de combate y municiones merodeadoras (drones kamikaze) provenientes de distintos proveedores.

En cuanto a los UAV, tras la adhesión de Marruecos a los acuerdos de Abraham, Israel se ha convertido en uno de los principales suministradores de estos sistemas, destacando los sistemas IAI Heron, y los UAV de despegue vertical (VTOL) Wander-B y Thunder-B

Por otra parte, Marruecos es un gran observador de las tendencias de los conflictos modernos. A la luz de la experiencia de sus socios emiratíes en Libia y de Turquía en Nagorno Karabaj, Marruecos decidió la adquisición de sistemas UCAV Bayraktar TB-2 de origen turco y el Wing Loong I y II de origen chino con sus respectivos misiles de alta precisión. 

Según las fuentes abiertas, la primera vez que se utilizó la capacidad de combate de estos drones fue en la operación en la que se vigiló y posteriormente se trató de eliminar a un grupo de altos mandos del Frente Polisario, abatiendo a Addah al-Bendi, jefe de la Gendarmería saharaui, mientras que se rumoreó que el propio Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, había sobrevivido al ataque.

Además, se han firmado unos acuerdos para producir localmente municiones merodeadoras IAI Harop, Thunder B y SpyX, también de origen israelí. Estos medios han resultado ser muy exitosos en la segunda guerra del Alto Karabaj y en la invasión de Ucrania.

Aunque algunos de estos drones tengan una gran capacidad de autonomía, Marruecos carece de la capacidad de guiarlos vía satélite, por lo que deben operar lo más cerca posible del área de operaciones para simplificar el guiado, mando y control. Para ello, se están usando desde bases del Sahara occidental. Estos drones operan desde distintas bases, entre las que destacan el aeropuerto de El Aaiún, el aeropuerto de Dajla y el aeropuerto de Smara.

Uso de drones marroquíes en el Sahara Occidental. Mapa vía The Intercept

El uso de drones desde estas bases es reconocible mediante el empleo de IMINT, encontrando así: 

EADS Harfang en el aeropuerto de Dahkla el 21/10/2021. Google Earth

Drones Wing Loong II en el aeropuerto de El Aaiún. Fuente: Defense-arabic

Además de estas bases, existen una serie de puestos militares que cuentan con helipuertos desde donde pueden despegar los drones VTOL (Vertical Take Off and Landing) Warder-B (utilizados para observación de fuegos de artillería), así como una nueva base aérea en Bir Anzarane (coordenadas 23,870021 -14,515751) solo divisable desde medios de fotografía satelital especializados como ESRI o ACME mapper.

Otras fuentes como Bing Mapas tienen fotografías en las que aún está en construcción, mientras que en Google Earth, con fotos que datan de 2016, no se ve nada más que desierto. En las páginas especializadas solo aparece registrado el helipuerto marcado en la imagen como una H en las proximidades de una de las mayores bases militares de la zona. La nueva pista de aterrizaje mide unos 3km, con lo que podría acoger aviones de carga y cazas.

Nueva base aérea en las cercanías de Bir Anzarane (23,870021 -14,515751). Fuente: ACME mapper

Demostración de la fuerza

En los últimos meses, Marruecos ha estado acumulando medios en el Sáhara Occidental debido al conflicto existente con el Frente Polisario. Esta acumulación de medios se está dando a lo largo del muro que divide el Sáhara, aunque tiene su concentración en las regiones de Guelta Zemmur, en el centro, en Mahbes, en el norte, y en Auserd, en el sur.

En esta última región se ha realizado un desfile militar y una serie de maniobras, contando con un gran número de vehículos logísticos, blindados, artillería e incluso podría haber participado una compañía de carros de combate Abrams de origen estadounidense.

Esta exhibición de fuerza coincide con el tradicional despliegue que suele hacer Marruecos antes de las maniobras internacionales African Lion, programadas para los días 20 al 31 de mayo en Agadir, Tan-Tan, Tata, Kénitra, Benguérir y Tifnit (Marruecos), así como en el aeródromo de Mahbes, en el límite de la frontera con el Sáhara y con Argelia. España no participa desde hace años en estas maniobras debido a la sensibilidad del conflicto en el Sáhara.

Para la preparación de estos ejercicios es común hacer una evaluación y selección de las fuerzas marroquíes que van a participar en él, para ello se suelen hacer unos ejercicios en el sur de Marruecos y en el Sáhara, desplegando unidades en Saquia el Hamra, Río de Oro, ambos en el Sáhara, y Oued Draa, en el sur de Marruecos.

Para apoyar este despliegue, se ha estado creando una infraestructura en estos lugares, extendiendo las redes de agua y electricidad, construyendo nuevas infraestructuras de entrenamiento y pavimentando carreteras que enlazan con el muro militar, hecho que viola los acuerdos vigentes.

Intereses de los actores

En lo que respecta al Frente Polisario, la reanudación de las hostilidades constituye un intento de recuperar la atención internacional, dado que la gran asimetría de fuerzas hace que no sea creíble una derrota militar de Marruecos.

Marruecos considera al Sahara Occidental como una parte de su territorio con múltiples conexiones históricas. Su oferta de plan de autonomía entra en contradicción con el fuerte centralismo del sistema político e institucional del reino alauí.

Desde su nacimiento, Marruecos ha tenido una serie de objetivos a largo plazo, entre los que destaca el plan del Gran Marruecos. Esta hoja de ruta es un elemento clave del nacionalismo e irredentismo marroquí y sus orígenes se remontan a la década de los 20 y de los 40, con ideólogos como Allal al Fassi, líder del partido nacionalista Istiqlal. 

El Gran Marruecos, según las tesis de Allal-el-Fassi, líder del Istiqlal. Fuente: COBO, I. y MARIÑO MENÉNDEZ, F. (2005) El conflicto del Sahara Occidental, Ministerio de Defensa, Secretaría General Técnica, pág. 24

Estos movimientos trataban de idear cómo sería un Marruecos libre e independiente y veía al país como el legítimo heredero de los grandes imperios magrebíes, como el almohade o el meriní. Las pretensiones territoriales abarcan el Sáhara Occidental, Ceuta, Melilla, y parte de Argelia, con unos máximos que cubren además la totalidad de Mauritania, las Islas Canarias y más territorio de Argelia. Hoy día, movimientos nacionalistas de activistas en redes sociales como el Moorish movement, promueven este expansionismo.

Otro actor que considerar es Argelia, aliado tradicional del Frente Polisario, que hospeda en la región de Tinduf los campamentos de refugiados saharauis, así como sus instituciones y su retaguardia logística. Si bien en el contexto de la Guerra Fría, Argelia vislumbraba en los años 70 una posible salida al océano Atlántico en el caso de que sus aliados saharauis triunfasen, hoy día mantiene un difícil equilibrio entre sus dinámicas internas y la contención del expansionismo marroquí, a través de acciones diplomáticas en el seno de la Unión Africana o la Liga Árabe. En todo caso, parece evidente que Argelia no busca una escalada militar que finalmente le enfrentase a Marruecos.

¿Qué se puede esperar en el futuro?

Marruecos mantiene el conflicto bajo control gracias a su superioridad militar sobre el Frente Polisario, lo que se suma a red de complicidades y de apoyos que el país mantiene con otros Estados como Francia, Estados Unidos, Israel, España y los países del Golfo. Sin embargo, varios reveses sufridos en el plano legal frente al Frente Polisario en las instituciones europeas hacen que la explotación de los recursos naturales del Sáhara tenga cada vez menos aceptación entre la opinión pública europea, lo que a la larga puede debilitar los fuertes apoyos con los que cuenta este país en el Parlamento Europeo, donde recurre sin ningún escrúpulo al empleo de agresivas políticas de influencia y lobbismo.

Marruecos ha amenazado reiteradamente al Frente Polisario con avanzar al este del muro para acabar con la zona de amortiguamiento y los territorios libres. Esto permitiría a Marruecos establecer puestos fronterizos con Mauritania y asfixiar al Polisario, limitándolo a sus campos en Tinduf. Sin embargo, esta acción sería un ataque frontal a la postura de las Naciones Unidas, por lo que no es previsible en el corto plazo, al menos hasta después de las elecciones en Estados Unidos, dado que Trump ya ha expresado sus simpatías hacia Marruecos en este conflicto, y podría apoyar esta drástica decisión, neutralizando cualquier oposición en el seno del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Por último, el Frente Polisario se debate entre el liderazgo carismático de Ghali y su generación de antiguos combatientes, y la desafección de la población juvenil, que no ve avances en la causa nacional y que tampoco tiene fácil su ascensión dentro de las estructuras de la República Árabe Saharaui. Sumado a la falta de éxitos en el plano militar, se puede decir que la postura del Frente Polisario es realmente complicada, y sumamente dependiente de Argelia. La consolidación de movimientos disidentes saharauis más abiertos a una solución de compromiso con Marruecos es la mayor amenaza a la unidad y la persistencia del Frente Polisario. 

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