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Las claves para entender por qué y cómo Estados Unidos vuelve a Somalia

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Estados Unidos retoma su presencia en Somalia tan solo un año después de su retirada en el país para combatir a Al Shabab, milicia escindida de Al Qaeda. Sin embargo, esta decisión no ha estado exenta de controversia.

El secretario de prensa del Pentágono, John F. Kirby, anunció durante una sesión informativa el pasado 16 de mayo de 2022, el cambio de la presencia de las tropas estadounidenses en el cuerno de África, pasando de entrar en estas en Somalia de manera ad hoc y únicamente cuando fuera necesario, a instalar una pequeña presencia persistente en el país.

“Desde hace 16 meses, el personal militar estadounidense en el área de responsabilidad del Comando África de EE. UU. ha brindado apoyo de asesoramiento y asistencia a las fuerzas en Somalia de manera ad hoc, viajando al país cuando es necesario y luego retirándose. (…) Pero el modelo ad hoc pronto cambiará a uno de presencia persistente en el país”, apuntó el secretario de Defensa.

Esta decisión, basada en una solicitud formal del Secretario de Defensa Lloyd J. Austin, viene motivada para reforzar la seguridad del país frente a grupos terroristas como Al-Shabaab, que continúan atacando en el país.

Kirby, aunque admitió que todavía se están haciendo planes sobre cómo y cuándo se implementará esta decisión, especificó que la misión de las fuerzas estadounidenses involucradas seguirá siendo la misma: brindarán asesoramiento y asistencia, pero no estarán directamente involucradas en el conflicto. 

“Esas fuerzas, como hasta ahora, se seguirán utilizando para entrenar, asesorar y equipar a las fuerzas asociadas para brindarles las herramientas que necesitan para interrumpir, degradar y monitorear a Al-Shabaab”, dijo Kirby. “Nuestras fuerzas no están ahora, ni lo estarán, involucradas directamente en operaciones de combate. El propósito aquí es permitir una lucha más efectiva por parte de las fuerzas locales”. 

El hecho de que Al-Shabab ha aumentado su fuerza y, por lo tanto, represente una mayor amenaza es el motivo que aportan desde el gobierno de Estados Unidos. Además, agregan que, el modelo existente de asistencia estadounidense que entra y sale del país según sea necesario es ineficiente y aumenta el riesgo para sus tropas. 

“La misión de asesorar y ayudar, como hemos visto en muchos lugares del mundo, se realiza mejor cuando se está en el sitio, y se pueden desarrollar esas relaciones y mantener esas conversaciones y seguir siendo lo más relevantes posible”, continuó el secretario de defensa.

“Cambiar a una presencia persistente no cambiará la misión y no implicará cambios sustanciales en los recursos”, dijo. “Estamos trabajando ahora para evaluar las condiciones locales, incluidas las que siguieron a las elecciones presidenciales somalíes de ayer. Y estamos involucrando a socios en la región, incluido el gobierno somalí, para determinar la mejor manera de avanzar”.

Cabe destacar que se prevé que sean 450 soldados aproximadamente los que se instalen en el país, frente a los 750 que estaban instalados en 2021, antes de que Trump ordenara su retirada. Esta nueva orden resulta llamativa, ya que contrasta con la reciente decisión de Biden de retirar las tropas estadounidenses de Afganistán, una medida también controvertida.

Evolución de Al-Shabaab y presencia en Somalia

Somalia vive una situación de conflicto y caos desde el derrocamiento en 1991 del dictador Mohamed Siad Barre, que dejó al país sin Gobierno efectivo y en manos de señores de la guerra y milicias islamistas, lo que ha llevado a este país a ser popularmente conocido como un caso de Estado fallido.

Al año siguiente, en Somalia se contabilizaron hasta 300.000 muertes, generando un desplazamiento interno que llegó a alcanzar la cifra de 1.5 millones y la misma cantidad de refugiados, debido a la gran hambruna, la guerra civil, la caída total del Estado y el debilitamiento de las instituciones.

En la actualidad, la situación del país no ha mejorado mucho. Al-Shabaab, grupo que se escindió en 2012 de la red terrorista de Al Qaeda, continúa perpetrando ataques sangrientos con frecuencia en la capital, Mogadiscio, con el objetivo de derrocar al inestable Gobierno central e instaurar por la fuerza un Estado islámico de corte wahabí.

Sin ir más lejos, el pasado miércoles, una base de la misión de la Unión Africana ubicada en el centro del país -que ya había sido atacada hace dos semanas dejando una decena de víctimas- fue atacada con proyectiles por el grupo terrorista.

Por otra parte, Al Shabaab, aprovechándose de que el país sufre una hambruna y sequía de proporciones históricas, está buscando reforzar sus filas y garantizarse la simpatía de la población. El jeque Ali Dhere, portavoz del grupo terrorista, ha anunciado que han formado un comité especial formado por siete de sus principales figuras, que ya se ha desplazado a varias de las regiones de Somalia más afectadas por la sequía para hacer entrega de alimentos y ayuda a la población.

“Hacemos un llamamiento a los musulmanes de todo el mundo para que trabajen con el comité y sean parte de los esfuerzos para ayudar a las poblaciones afectadas por la sequía”, ha dicho Dhere.

De esta manera, el grupo ha logrado en meses un avance territorial frente al gobierno federal somalí, revirtiendo los logros de las fuerzas de paz de la Unión Africana que alguna vez expulsaron a los milicianos a zonas remotas del país. Apoyándose en ese motivo, es por lo que Estados Unidos ha anunciado su vuelta al país.

Presencia de EEUU en Somalia en los últimos años

Pero, la presencia de EEUU en Somalia no es algo nuevo. En 2007, en el marco de la “Guerra contra el Terror”, Estados Unidos aumentó la cooperación con los líderes militares en África a través de varios programas de mantenimiento de la paz y la creación de AFRICOM, el comando de Estados Unidos en África, que fue creado con el objetivo de emplear el enfoque de diplomacia, desarrollo y defensa de amplio alcance para fomentar los esfuerzos interinstitucionales y ayudar a neutralizar las causas del conflicto y el extremismo en África.

De esta manera, Estados Unidos incrementó especialmente la presencia militar en Somalia, centrándose en apoyar a las Fuerzas Armadas somalíes en su lucha contra Al-Shabaab, mediante ataques aéreos y alguna otra operación de fuerzas especiales. 

La región donde se encuentra ubicada Somalia, resulta particularmente estratégica, dada la proximidad geográfica que el Cuerno de África tiene con respecto a muchos países de Oriente Medio, los cuales fueron tildados como terroristas por el aquel entonces presidente Bush.

El presidente George W. Bush inició en 2007 una campaña controvertida y de larga duración contra los terroristas islamistas en Somalia, que se ha prolongado durante los últimos años. Con el pretexto de acabar con el terrorismo en la región, tanto el ejército estadounidense como la CIA llevaron a cabo ataques con drones y otras acciones. Sin embargo, si bien se ha logrado acabar con más de un millar de presuntos combatientes de las tres principales redes terroristas que han operado en Somalia en los últimos 15 años: Al Qaeda, Al Shabaab e ISIS; también se reportaron hasta más de 300 civiles que murieron víctimas de ataques estadounidenses en el terreno, según informa Airwars.

Para cuando hubo finalizado el mandato del presidente Trump en 2020 y se había anunciado la retirada de los efectivos del país, las comunidades locales habían denunciado la muerte de unos 330 no combatientes a causa de las acciones estadounidenses en Somalia desde 2007.

Informes de muertes de civiles por ataques de las fuerzas estadounidenses en Somalia. Fuente: Airwars.

El portal Airwars aclara que, la mayoría de las acciones de EE. UU. en Somalia las lleva a cabo el Comando de EE. UU. en África (AFRICOM) y se declaran públicamente mediante comunicados de prensa. Sin embargo, las operaciones terrestres militares estadounidenses no se informan de forma rutinaria, y los ataques de la CIA no se confirman ni se niegan oficialmente.

En definitiva, dado que en la actualidad EEUU cuenta con el apoyo del gobierno central somalí y que las tropas estadounidenses han continuado en el último año entrando y saliendo del país para operar en el terreno, su entrada de nuevo no puede catalogarse de invasión. Sin embargo, a pesar de que lo más probable es que esta decisión suponga un cambio en la política de EEUU en la región, no sorprende que esta medida pueda inquietar a la población local, y queda por ver con qué asiduidad realizarán estas tropas operaciones ofensivas.

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