El primer ministro israelí, Naftali Bennett, anunció el pasado domingo 8 de mayo la creación de una Guardia Nacional en el país para reforzar la seguridad ciudadana y luchar contra el terrorismo.
El pasado domingo, día 8 de mayo, el primer ministro de Israel, Naftali Bennett, manifestó durante la apertura de la reunión del gabinete israelí, su intención de establecer una Guardia Nacional en el país, como parte de su estrategia para luchar contra el terrorismo. Estas declaraciones han sido anunciadas por la Oficina del Primer Ministro de Israel a través de un comunicado.
El motivo que respalda esta afirmación es la necesidad «urgente» de reforzar la seguridad personal de los ciudadanos israelíes, debido al aumento de los ataques terroristas en el país. Naftali Bennett ha asegurado que esta necesidad «surgió hace un año, durante los sucesos de la Operación Guardián de las Murallas, principalmente en las ciudades mixtas. También afirma que «es más urgente que nunca en la ola de terrorismo actual».
El anuncio de esta disposición sucede después de que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) amenazara el sábado pasado, día 7 de mayo, con atentar contra las ciudades principales de Israel, si las fuerzas de seguridad hebreas reactivaran su política de asesinatos selectivos contra integrantes de la organización. De acuerdo con Al Mayadeen, canal satelital árabe, Hamás también hizo hincapié en una «respuesta sin precedentes» si, como apuntaban los responsables israelíes, el primer objetivo fuera Yahya Sinwar, lider de la organización en la Franja de Gaza.
El primer ministro ha dado instrucciones al Consejo de Seguridad Nacional para que presente a finales de este mes un plan ordenado y presupuestado para el establecimiento de la Guardia Nacional. El cuerpo estaría integrado por las unidades de la Policía de Frontera, junto a las de voluntarios y reservistas entrenados. Su activación sucedería en situaciones de «emergencia y disturbios», así como en «tiempos de rutina, en la medida en la que fuera necesario.»
Por otro lado, el primer ministro ha manifestado que la Policía de Israel también ha comenzado a desarrollar un operativo para hacer frente a aquellas personas que se encuentran en el país de forma ilegal. Naftali Bennett declara, que esta medida se interpone debido a que «en Israel se ha desarrollado una industria en torno al tráfico, transporte y empleo de ciudadanos israelíes que residen en el país de manera ilegal». Con ello, Bennett denuncia el último ataque terrorista sucedido en Israel, en el cual la persona que trasladaba a los autores del atentado, fue asesinada.
Esta disposición permite la incautación de los vehículos, la expedición de multas y lo que «sea necesario» para aquellos que transportan, proporcionan alojamiento y emplean a personas que se hallan en Israel ilegalmente.
Naftali Bennett también ha insistido en el rechazo a las consideraciones de la comunidad internacional, y ha asegurado que será el gobierno de Israel el que tomará las decisiones relacionadas con Jerusalén y la Explanada de las Mezquitas -también llamada el Monte del Templo-. Bennett expone que rechazarán «toda intervención extranjera en las decisiones del gobierno de Israel.»
Esta declaración contrasta con las intenciones de Mansur Abbas, líder del partido Lista Árabe Unida, de ideología árabe-israelí, que ha solicitado una mayor intervención de Jordania para evitar nuevos disturbios.