El child grooming o ciberacoso sexual a menores es un delito que implica el contacto por medios digitales, como Internet o teléfono, entre un adulto y un menor de 16 años con la intención de llevar a cabo encuentros de naturaleza sexual, según lo definido en los artículos 181 y 189 del Código Penal. Para que este acto sea punible, la propuesta debe estar respaldada por acciones concretas destinadas a acercarse al menor.
El delito del child grooming conlleva una pena de prisión de 1 a 3 años o una multa de 12 a 24 meses. Además, se aplicarán penas adicionales por otros delitos cometidos en relación con este acto, si corresponde. Si el acercamiento se realiza mediante intimidación, coerción o engaño, las penas serán más severas. El ciberacoso sexual suele ocurrir a través de Internet y, en particular, a través de las redes sociales. Este delito está tipificado en el artículo 183.1 del Código Penal, dentro del Capítulo II del Título VIII del Libro II.
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Además, el artículo 183.2 también sanciona en este tipo de delito a quienes se comuniquen mediante internet, teléfono u otras tecnologías con un menor de 16 años con el objetivo de persuadirlo para que les proporcione material pornográfico. El objeto de protección de estos crímenes es la libertad sexual, que abarca el derecho de los menores a no ser objeto de actividades sexuales no deseadas, y a desarrollar su personalidad y sexualidad sin interferencias.
El receptor de estos crímenes es invariablemente un menor de 16 años. Sin embargo, en cuanto al perpetrador, es crucial considerar la excepción contemplada en el artículo 183 bis del Código Penal con respecto al consentimiento del menor.
Ahora bien, la finalidad del child grooming o ciberacoso sexual se aborda en la Ley Orgánica 5/2010, del 22 de junio, que modifica la Ley Orgánica 10/1995, del 23 de noviembre, del Código Penal, tal como se indica en su preámbulo. La inclusión de este delito en el Código Penal en 2010 se debe al crecimiento del uso de internet y de las tecnologías de la información y la comunicación, las cuales se emplean en muchas ocasiones con propósitos sexuales dirigidos hacia menores.
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De acuerdo con el texto mencionado, esta situación ha resaltado la «necesidad de penalizar las acciones llevadas a cabo por adultos a través de dichos medios para ganarse la confianza de menores con el objetivo de concertar encuentros y obtener concesiones de carácter sexual».
Antecedentes del child grooming
Los antecedentes sobre el delito de child grooming se remontan al aumento del uso de internet y las tecnologías de la información y la comunicación a finales del siglo XX y principios del siglo XXI. Con la popularización de internet, surgieron preocupaciones sobre la seguridad de los menores en línea y la posibilidad de que fueran víctimas de abuso sexual por parte de adultos que se hacían pasar por jóvenes para ganarse su confianza.
El término «grooming» comenzó a utilizarse en este contexto para describir las tácticas que los perpetradores emplean para establecer relaciones con menores en línea con el objetivo de obtener satisfacción sexual o material pornográfico. Los casos de dicha práctica se hicieron más evidentes con el tiempo, lo que llevó a un mayor reconocimiento de la necesidad de abordar este problema legalmente.
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En respuesta a esta creciente preocupación, varios países incluido España, introdujeron disposiciones legales específicas para abordar el grooming como un delito independiente. Estas disposiciones están diseñadas para penalizar las acciones de los adultos que utilizan internet y otras tecnologías para contactar a menores con el fin de cometer abuso sexual o explotación infantil.
La inclusión del delito de child grooming en el Código Penal español en 2010 mediante la Ley Orgánica 5/2010 fue un hito importante en la lucha contra el abuso sexual en línea. Esta medida refleja el reconocimiento de la necesidad de adaptar la legislación a los avances tecnológicos y proteger a los menores de los peligros asociados con el uso de internet y las redes sociales.
Problemática del child grooming
Es importante tener en cuenta que, debido a la amplia formulación del tipo penal por parte del legislador, la jurisprudencia ha desempeñado un papel fundamental en la resolución de cuestiones complejas relacionadas con el delito de child grooming, junto con la doctrina legal.
Para el Tribunal Supremo, este delito se considera un riesgo concreto, ya que requiere actos materiales dirigidos al acercamiento al menor.
Además, se trata de un delito de consumación anticipada, concebido por algunos autores como una antesala de delitos más graves contra la indemnidad sexual de los menores. Es visto como un acto preparatorio, punible, cercano a la tentativa, pero elevado a la categoría de delito autónomo y sancionable por sí mismo. Sin embargo, el Tribunal Supremo ha indicado que es un acto ejecutivo que va más allá del mero acto preparatorio, ya que solo con el fin de cometer delitos de abuso sexual o agresiones a menores de 16 años puede entenderse típica la conducta.
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En cuanto a los problemas relacionados con la concurrencia de delitos, tampoco existe consenso. Algunos abogan por un concurso real entre el child grooming consumado y el delito cometido fuera de línea, argumentando que el castigo solo por el delito físico no absorbería el desvalor total de la conducta del autor. Otros, sin embargo, sostienen que el delito de grooming debería ser absorbido por el delito de lesión según el principio de consunción o absorción, evitando así una doble sanción por los mismos hechos.
¿Cómo prevenir el child grooming?
La prevención del delito de child grooming es crucial para proteger a los menores de potenciales abusadores en línea. Algunas medidas importantes para prevenir este tipo de delito incluyen:
- Educación y concienciación. Es fundamental educar a los niños y adolescentes sobre los peligros en línea y cómo identificar comportamientos de grooming. Se les debe enseñar a no compartir información personal en línea y a comunicar cualquier interacción sospechosa a un adulto de confianza.
- Supervisión parental. Los padres y tutores deben supervisar la actividad en línea de los menores y establecer reglas claras sobre el uso de internet y las redes sociales. También es importante que los padres mantengan abiertas las líneas de comunicación con sus hijos para que se sientan cómodos al informar sobre cualquier experiencia incómoda en línea.
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- Uso de controles parentales y herramientas de seguridad. Utilizar herramientas de control parental y filtros de contenido puede ayudar a limitar el acceso de los menores a sitios web inapropiados y protegerlos de depredadores en línea.
- Monitoreo de actividades en línea. Las organizaciones y plataformas en línea deben implementar políticas de seguridad y herramientas de monitoreo para identificar y prevenir el grooming. Esto puede incluir la capacitación del personal para reconocer señales de abuso y denunciar cualquier comportamiento sospechoso a las autoridades correspondientes.
- Colaboración entre la comunidad, las autoridades y las organizaciones. Es importante que la comunidad en su conjunto esté alerta y tome medidas para prevenir el grooming. Esto implica trabajar en colaboración con las autoridades locales, las organizaciones de protección infantil y las empresas de tecnología para desarrollar estrategias efectivas de prevención y respuesta.
Al implementar estas medidas y promover una cultura de seguridad en línea, podemos trabajar juntos para proteger a los menores del delito de grooming y garantizar su bienestar en el entorno digital.
En conclusión, el delito de child grooming representa una amenaza significativa para la seguridad y el bienestar de los menores en el entorno digital. Es un delito insidioso que implica el uso de internet y otras tecnologías de comunicación para manipular, engañar y abusar de niños y adolescentes vulnerables.
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La prevención del child grooming es crucial y requiere un enfoque multifacético que incluya la educación, la supervisión parental, el uso de herramientas de seguridad en línea y la colaboración entre la comunidad, las autoridades y las organizaciones pertinentes. Es fundamental concienciar a los niños y adolescentes sobre los peligros en línea y proporcionarles las habilidades necesarias para identificar y evitar situaciones de riesgo.
Además, es necesario fortalecer la aplicación de la ley y garantizar que los perpetradores de grooming sean identificados, enjuiciados y sancionados de manera adecuada. Esto incluye el desarrollo de políticas y protocolos efectivos para investigar y combatir el grooming, así como la provisión de recursos y apoyo adecuados para las víctimas y sus familias.
Abordar el delito de child grooming requiere un compromiso continuo y coordinado de todos los sectores de la sociedad para proteger a los menores y crear un entorno en línea seguro y saludable para su desarrollo.
