En este artículo te explicamos quiénes son los suníes y los chiíes, por qué se produjo su división y cómo esta ruptura sigue influyendo en la política y los conflictos del mundo islámico actual.
Pocas divisiones religiosas han dejado una huella tan profunda como la que separa a suníes y chiíes. Aunque el conflicto tiene más de mil años, hoy sigue arrastrando consecuencias políticas, rivalidades geoestratégicas y conflictos armados.
Arabia Saudí e Irán, los dos gigantes del mundo islámico, son los protagonistas actuales. Pero lo que comenzó como una disputa por la sucesión del profeta Mahoma acabó cristalizando en dos formas opuestas de entender el poder, la fe y el control del relato religioso.
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Todo arranca tras la muerte del profeta Mahoma en el año 632. Sin un sucesor designado, la comunidad musulmana quedó dividida. Por un lado, quienes apostaron por elegir al nuevo líder mediante consenso; por otro, los que defendían que solo un miembro de la familia del Profeta podía heredar su misión. Desde entonces, la división se ha mantenido viva a lo largo de siglos de guerras, imperios y cambios de poder.
¿Quiénes son los suníes?
Los suníes son la mayoría del islam. Nueve de cada diez musulmanes en el mundo siguen esta corriente. El término viene de sunna, que significa tradición, y hace alusión a las enseñanzas de Mahoma y sus primeros seguidores.
Para ellos, el liderazgo de la comunidad no tenía por qué quedar en manos de la familia del Profeta, sino que debía ser elegido por consenso entre los creyentes.
Hoy son predominantes en países como Arabia Saudí, Egipto, Turquía, Pakistán o Marruecos. No tienen una estructura clerical rígida: cada región ha desarrollado sus propias escuelas de pensamiento, lo que ha permitido una cierta pluralidad dentro del mismo bloque.
Pero, no todo dentro del sunismo es uniforme. Algunas corrientes adoptan posturas mucho más estrictas. El salafismo, por ejemplo, apuesta por una interpretación literal del islam más primitivo. Su variante más influyente, el wahabismo, ha sido promovida desde el poder saudí y ha dejado su huella en diversos grupos radicales del mundo actual.
¿Quiénes son los chiíes?
Los chiíes son la segunda rama principal del islam. Su nombre completo, Shiat Alí, significa «el partido de Alí». Defienden que Alí, primo y yerno de Mahoma, fue el legítimo sucesor del Profeta, y que el liderazgo del islam debía quedarse dentro de su familia.
A diferencia del islam suní, el chiismo desarrolló una jerarquía mucho más estructurada. Sus imanes no solo lideran espiritualmente, sino que se les atribuye un conocimiento divino y un papel central en la interpretación de las escrituras. Creen también en la llegada de un imán oculto que regresará al final de los tiempos como guía y salvador.
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El chiismo es mayoritario en Irán, Irak y Bahréin, con importantes comunidades en Siria, Líbano (Hezbolá), Yemen (hutíes) y otras regiones.
La figura de Huseín, nieto de Mahoma e hijo de Alí, asesinado en la batalla de Kerbala en el año 680, es uno de los grandes mártires de esta tradición. Su muerte marcó a fuego el imaginario chií y selló la ruptura definitiva entre ambas ramas.
Las diferencias entre suníes y chiíes
Aunque comparten el Corán y los pilares fundamentales del islam, las diferencias entre ambas ramas son marcadas y han tenido consecuencias profundas a lo largo de la historia.
Estas son las claves:
- Sucesión del Profeta:
- Suníes: defienden que el liderazgo debía decidirlo la comunidad de creyentes.
- Chiíes: creen que solo un descendiente directo de Alí (primo y yerno de Mahoma) podía asumir ese papel.
- Estructura religiosa:
- Suníes: el poder está más descentralizado. No hay una jerarquía formal entre sus líderes.
- Chiíes: cuentan con una jerarquía clerical muy marcada. Los grandes ayatolás y los imanes tienen un rol decisivo tanto espiritual como político.
- Prácticas y ritos:
- Hay diferencias en el número de rezos diarios, en la celebración de ciertas festividades y en los lugares sagrados que veneran. También interpretan la ley islámica de manera distinta.
- Relación entre religión y poder:
- Suníes: suelen separar más el poder político del religioso.
- Chiíes: en países como Irán, el poder político emana directamente del liderazgo religioso.
- Conflicto o cooperación:
Aunque muchas guerras recientes han tenido un fuerte componente sectario (Irak, Siria, Yemen), también hay casos de colaboración inesperada. - Irán, potencia chií, lleva años apoyando a Hamás, un grupo armado suní. Y Arabia Saudí, líder del islam sunita, ha tanteado la posibilidad de normalizar relaciones con Israel, rival declarado de Irán.
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Al final, esta fractura no se limita a lo teológico. También es una lucha por la influencia, la legitimidad y el control político dentro del mundo musulmán.
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