Georgia celebra el día 26 de octubre de 2024, una de las elecciones parlamentarias más decisivas de su historia. En ellas, el pueblo georgiano deberá decidir entre el partido actual de gobierno, próximo a los intereses de Rusia; o el bloque de la oposición, pro-occidental y decidido a continuar con el proceso de integración en la Unión Europea. En este artículo, te contamos todo lo que debes saber.
Desde que comenzara la campaña electoral este verano, la polarización política entre ambos bloques ha ido incrementándose cada semana, no solo por las declaraciones de los diferentes candidatos, sino también por la constante injerencia de agentes internacionales en la campaña.
Un elemento que ha estado muy presente durante estos meses ha sido la Guerra de 2008, constantemente utilizada por ambos bloques políticos en sus discursos y manifestaciones. Una guerra corta, pero intensamente trágica, cuyas consecuencias no solo permanecen en la memoria colectiva del país, sino que también en la geografía georgiana, dada la existencia de dos regiones de facto independientes del gobierno de Tiflis: Abjasia y Osetia del Sur, ambas bajo el control y presencia militar de Rusia.
«Sueño Georgiano»: el miedo como principal recurso en la campaña electoral
Con un discurso beligerante e intimidatorio, el partido que gobierna Georgia desde 2012, «Sueño Georgiano», ha buscado aflorar el miedo y la inseguridad entre el electorado con un mensaje muy claro: Guerra vs Paz.
Así, Sueño Georgiano, se ha erigido como el único garante de la paz y la dignidad, frente a la oposición pro-occidental, a la que el ex primer ministro y ahora candidato del partido de gobierno, Bidzina Ivanishvili, se ha referido como «Partidos de la Guerra Global».
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Este discurso se recrudeció con la aparición de un vídeo en televisión y redes sociales e imágenes en grandes carteles, carreteras, y marquesinas, en las que se veía el contraste entre las ciudades, escuelas y parques destruidos en Ucrania, y los lugares más idílicos y pintorescos de Georgia. Todo ello presidido por un gran letrero en el que se leía: «¡No a la guerra! ¡Elijan la paz!».
Algunos medios de televisión, próximos a la oposición, fueron sancionados por las Autoridades ante su negativa a emitir esas imágenes, pues apreciaban que se trataba claramente de un discurso de odio.
Lo cierto es que Ivanishvili ha pronunciado algunas de las declaraciones que más han agitado el panorama político y social durante la campaña. A la denominación de «Partidos de la Guerra Global» se le unió su deseo y promesa de ilegalizar constitucionalmente el principal partido opositor: Movimiento Nacional Unido (MNU).
A esto se añadirían posteriormente sus declaraciones sobre la celebración de una suerte de Juicios de Nuremberg en los que si Sueño Georgiano revalida su estancia en el gobierno, se juzgarán los «crímenes de guerra» de los políticos del MNU durante sus años de gobierno y en los cuales se inició la guerra de 2008.
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También desde las filas de Sueño Georgiano, el actual Primer Ministro, Kobakhidze, manifestó que lo primero que harán tras la victoria del 26 de octubre será aprobar un impeachment que expulse a la actual Presidenta, Salome Zourabichchvili, motivado por sus recientes reuniones en el extranjero con los gobiernos de Francia, Alemania, Polonia y Bélgica sin el consentimiento del Gobierno.
La oposición en bloque: «la carta de Georgia»
Durante su discurso del Día de la Independencia de Georgia, la presidenta Zourabichvili, invitó a todos los partidos de la oposición a «unirse y comprometerse a cumplir con todos aquellos asuntos necesarios no sólo para la integración europea de Georgia sino también por la democracia y el establecimiento de un Estado justo».
Para lograr esta unión, la presidenta publicó la «Carta de Georgia», un plan de acción que serviría para guiar los esfuerzos pro-europeístas y democráticos de los partidos que quisieran adherirse a ella.
En total, han firmado la Carta 18 partidos y 5 diputados independientes, liderados por el principal partido de la oposición: Movimiento Nacional Unido, antiguo partido de Gobierno de Saakashvili. El último en hacerlo fue «Por Georgia», partido del ex primer ministro Giorgi Gakharia.
La Carta de Georgia contiene un total de 5 «pasos» que reflejan los 9 puntos de la recomendación europea para su integración en la UE:
- «Abolición de las leyes perjudiciales para el rumbo europeo del país», aludiendo directamente a la Ley «sobre transparencia de la influencia extranjera», y a las reformas acometidas recientemente en el Código Electoral.
- «Liberar el sistema de justicia y restablecer la confianza», reformando la Corte Superior de Justicia, «verificando la integridad de los jueces […] sobre aquellos cuyas decisiones con motivaciones políticas hayan socavado la confianza en el tribunal y empañado su reputación», entre otras medidas.
- Acometer reformas en diversas instituciones tales como la Fiscalía General, el Servicio de seguridad del Estado, el Ministerio del Interior, el Servicio de Investigación Especial, la Agencia Anticorrupción y el Banco Nacional.
- Mejorar el sistema electoral, mejorando el proceso de nombramiento del Presidente, así como revisando las reglas de financiación de los partidos políticos.
- En esencia, «crear una nueva realidad política», fijando como fecha para el cumplimiento de los pasos, la primera sesión parlamentaria de primavera, tras la cual, se «celebrarán elecciones parlamentarias anticipadas en un ambiente libre y justo».
Intervenciones de Rusia en la campaña electoral
Como cabía esperar, la campaña electoral georgiana ha contado con una intensa presencia de Rusia no sólo en los discursos de los partidos candidatos, sino también a través de muestras de entendimiento con el actual partido de gobierno.
Así, el Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov, declaró que Rusia estaría dispuesta a mediar en la reconciliación entre Georgia y sus “países vecinos” de Abjasia y Osetia del Sur, si las partes están interesadas. Palabras que fueron bien acogidas por el Secretario General de Sueño Georgiano, Kakha Kaladze, quien agradeció esa muestra de apoyo e incluyó la necesidad de «tomar medidas efectivas al mismo tiempo, como la retirada de las tropas [rusas] del territorio de Georgia».
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Desde la oposición se criticaron estas declaraciones afirmando que conllevan el reconocimiento implícito de la existencia de los territorios ocupados como entes de derecho internacional independientes y autónomos, fuera de la integridad territorial de Georgia.
Tras las alegaciones de la oposición de injerencias rusas en los medios de comunicación y redes sociales durante la campaña electoral, el director del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR), Serguéi Naryshkin, manifestó la existencia de injerencias opuestas, es decir, de Estados y organizaciones occidentales cuyo objetivo ha sido «intervenir de forma grosera y bastante descarada en los asuntos internos de Georgia, para tratar de impedir que fuerzas sanas y de orientación nacional vuelvan al poder».
Intervenciones de occidente en la campaña electoral
Los Estados y organizaciones occidentales también han gozado de una fuerte presencia durante la campaña electoral georgiana.
El Parlamento Europeo aprobó en octubre una resolución en la que se advertía sobre el retroceso democrático que había sufrido Georgia durante el último periodo de gobierno de Sueño Georgiano, y cómo este había causado la puesta en suspenso de su integración como estado miembro de la UE.
Principalmente, se aludió a la «agenda cada vez más autoritaria» en lo concerniente a la aprobación de las recientes leyes contra la libertad de prensa y los derechos LGBTQ+, y la «creciente retórica anti-EU». Además, Parlamento solicitaba la aplicación de sanciones a todos aquellos políticos georgianos que «socaven la democracia» del país, citando expresamente al candidato Bidzina Ivanishvili.
Por su parte, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), además de desplegar en Georgia una misión de monitorización de las elecciones con más de 40 observadores internacionales, publicó un informe en el que se abordaron las cuestiones más relevantes sobre las condiciones en las que se llevarán a cabo las elecciones en el país.
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El informe destacaba que «las elecciones tendrán lugar en un contexto de polarización política arraigada, continua tensión política, de desconfianza de la oposición en las instituciones y de preocupación por la protección del derecho de asociación y expresión». Además, ponía de manifiesto las inquietudes de la oposición respecto a la fiabilidad de los comicios, principalmente ante el uso de tecnología novedosa para las votaciones y el recuento, y el posible fraude local.
Por último, el Bundestag alemán también adoptó una resolución en la que destacó el retroceso democrático del país y la congelación del proceso de adhesión de Georgia a la Unión Europea, como consecuencia del nuevo rumbo del gobierno georgiano, principalmente a raíz de la promulgación de la ley de transparencia de la influencia extranjera, conocida comúnmente como la «ley rusa».
Estado candidato Unión Europea
El 14 de diciembre de 2023, Georgia recibió el estatus de país candidato a la adhesión a la Unión Europea, culminando así un largo proceso desde que se presentara su solicitud en marzo de 2022, y tras múltiples informes y recomendaciones aprobadas por los organismos de la Unión.
Sin embargo, este hito no ha supuesto más que el inicio de otro largo periplo interno en el país del Cáucaso, en el que se mezclan no sólo intereses nacionales, políticos, históricos y sociales, sino donde también entran en juego las grandes potencias mundiales como Rusia y los países de la OTAN.
Desde la Unión se plasmaron los 9 pasos que Georgia debería implementar en su política nacional para lograr la adhesión. Sin embargo, durante los últimos meses, la deriva política del Gobierno georgiano, liderado por Irakli Kobakhidze del partido Sueño Georgiano (SG), ha tendido a distanciarse de la ruta marcada por la Unión Europea y a acercarse más a los intereses rusos en la región.
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Prueba de ello fue la aprobación de la ya mencionada Ley «sobre transparencia de la influencia extranjera», que conllevó grandes manifestaciones, enfrentamientos y altercados en las calles de las principales ciudades georgianas.
Sistema político y electoral de Georgia
Georgia es un estado semipresidencialista, en el que coexisten las figuras del Presidente y el Primer Ministro, si bien, se encuentra en transición a convertirse en Estado con un sistema plenamente parlamentario.
- El Presidente, según el artículo 49 de la Constitución de Georgia, es el «jefe del Estado, el garante de la unidad y la independencia nacional del país», además de ser el Comandante Supremo de las Fuerzas de Defensa y el representante de Georgia en las relaciones exteriores.
Es elegido por un período de 5 años, por un Colegio Electoral compuesto por 300 miembros: los diputados del Parlamento, representantes de los órganos de las repúblicas autónomas de Abjasia y Adjara, y miembros de los gobiernos locales nombrados por los partidos políticos.
El cargo de Presidenta lo ostenta Salomé Zourabichvili desde 2018.
- Por otro lado, el Primer Ministro, según el artículo 54 de la Constitución, encabeza el Gobierno de Georgia, siendo este, el máximo órgano del poder ejecutivo, encargado de «implementar la política interior y exterior del país».
El Primer Ministro determina y organiza las principales direcciones de las actividades del gobierno, coordina y controla las actividades de los ministros, y firma los actos jurídicos del gobierno.
El Parlamento georgiano, representante del poder legislativo, es quien nombra al Primer Ministro. Para ello, el partido político que haya obtenido mejores resultados en las elecciones parlamentarias nombrará un candidato, y este, previo a su nombramiento por el Parlamento, deberá haber designado la que será la composición de su gabinete de gobierno.
El cargo de Primer Ministro lo ostenta temporalmente Irakli Kobakhidze desde febrero de 2024, después de ser elegido por el Parlamento tras la dimisión de Irakli Garibashvili, el cual fue elegido en el proceso electoral de 2021.
Las elecciones parlamentarias de este 26 de octubre configurarán el reparto de los 150 escaños del Parlamento, tras lo cual, se nombrará al nuevo Primer Ministro georgiano.
Además, estas elecciones de otoño serán las primeras con un sistema totalmente proporcional de votos, pues entrará en vigor la reforma constitucional acometida en septiembre de 2017, con la que se modificó el actual artículo 37 de la Constitución, eliminando los 73 escaños que eran elegidos mediante el sistema de votación mayoritaria.
Con todo ello, las elecciones de mañana día 26 de octubre, revisten una importancia vital para el devenir de Georgia durante los próximos años, en los que o bien se retomará la senda de la integración como país de pleno derecho de la Unión Europea; o bien, continuará la línea de permeabilidad ante la injerencia rusa, desmarcándose y abandonando la principal línea europeísta del país.
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