El cambio climático y el deterioro de la biodiversidad son dos de las grandes lacras globales por las que todos los países, en mayor o menor medida, han mostrado cierta preocupación. Ante la alteración climática y el deterioro del ecosistema, en los años 70, Naciones Unidas incorporó a su programa un nuevo campo de actuación: la protección del medio ambiente. En este artículo, analizamos qué es la COP, cuáles han sido las más importantes y sus limitaciones.
En 1972, la ONU entonces liderada por el Secretario General Kurt Waldheim, reunió en Estocolmo a representantes estatales, empresarios y ONGs, con el fin de crear un compromiso global para frenar la degradación medioambiental. Esta primera convención tuvo como resultado la firma de la Declaración de Estocolmo y un Plan de Acción para el Medio Humano, la primera hoja de ruta para proteger el planeta.
Con acuerdos centrados en el uso responsable de los recursos no renovables (II- Principio 5) y la responsabilidad nacional en el control del impacto medioambiental (II-Principio 17), esta nueva iniciativa desencadenaría en la creación de una estrategia internacional centrada en la protección del medio ambiente. Así, ese mismo año en Nairobi, la comunidad internacional crearía el Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente (PNUMA).
¿Qué es la COP?
El compromiso internacional con la Declaración de Estocolmo y la PNUMA, daría lugar a la creación de mecanismos específicos para promover medidas que pudieran paliar los problemas medioambientales. Así, en 1992 en Río de Janeiro se estableció la Convención de las Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica (CDB) y la Convención de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), ratificadas por 196 y 197 países respectivamente.
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Estados Unidos, liderado entonces por George H.W. Bush, no ratificó su participación en el CDB pese a haber firmado el acuerdo con anterioridad. Sin embargo, ambas convenciones fueron ratificadas por organismos crecientemente relevantes en el panorama internacional, como la Unión Europea por sus competencias exclusivas en cuestiones de medio ambiente.
La CMNUCC y la CDB aspiraban a reducir las concentraciones de gases invernadero en la atmósfera y a proteger la biodiversidad correlativamente. En consecuencia, atendiendo a la necesidad de un compromiso a largo plazo, se establecieron las conocidas COP (Conferencias de las Partes).
El rol de las COP en la Cooperación Global para la Protección del Medioambiente
En estas cumbres se establecen análisis de compromiso e impacto, debates sobre posibles estratégicas y el establecimiento de objetivos como los Acuerdos de París 2015. Las COPs establecen un ámbito de cooperación para todos los estados-nación y organismos internacionales, para poder tener un mayor impacto en la protección del medioambiente. Es importante recalcar que, a pesar del énfasis que se hace en las COP anuales de la Convención sobre Cambio Climático, las reuniones generalmente bienales de la CDB están también recogidas bajo el término COP.
En total, desde que se ratificaron ambas convenciones en 1994, se han organizado un total de 43 cumbres. Mientras que la CDB ha gestionado un total de 15 COPs entre 1994 y 2024, generalmente cada dos años, la CMNUCC ha coordinado 29 COP desde 1995, siendo esta última la COP 29 de Bakú que está teniendo lugar esta semana. A pesar de la relevancia de todos los foros para la consecución de los objetivos globales, a lo largo de los últimos 30 años han existido cumbres de especial relevancia por el establecimiento de nuevos objetivos y estrategias, entre estas destacan la COP de Kioto, la COP de París y la COP de Montreal.
¿Cuáles han sido las COP más importantes?
A continuación, se analizan algunas de las COP más importantes, destacando lo más relevante de cada una, como el Acuerdo de París de la COP21.
La COP3 y el Protocolo de Kioto
La Conferencia de las Partes, organizada por la CMNUCC en Kioto en 1997, supuso un gran compromiso internacional en la lucha contra el Cambio Climático. La COP3 dio lugar a la adopción del Protocolo de Kioto, que supuso el compromiso de economías avanzadas y en transición en la reducción de gases de efecto invernadero.
En esta cita se buscaba reducir la liberación de estos gases nocivos un 15%, una idea que fue apoyada entre otros organismos por la Unión Europea y gran parte de sus Estados miembros. Sin embargo, Estados Unidos, a pesar de estar dispuesto a estabilizar su emisión de gases, no estaba dispuesto a dismunuir su porcentaje.
De esta manera, a través de procesos de negociación, se llegó a un acuerdo final que suponía la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera un 5% en comparación a los niveles pre-1990. El Protocolo de Kioto fue notablemente criticado por algunos estados por su foco exclusivo en potencias consideradas desarrollados y por no ser vinculante a países revisionistas en crecimiento como China.
La COP21 de París: el acuerdo global y sus desafíos
La COP21 de París organizada por la CMNUCC supondría un cambio en cuanto a la participación de países en vías de desarrollo como China. La COP de París de 2015 dio lugar a la creación de los Acuerdos de París, que seguían el enfoque del Protocolo de Kioto centrado en reducir la emisión de gases, pero con la inclusión de economías emergentes.
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En París se evidencia que la cooperación de las economías en vías de desarrollo es clave para conseguir frenar el cambio climático. Asimismo, se entiende que es necesario marcar objetivos más concretos para poder frenar el cambio climático. De esta manera se establece que la temperatura global de la Tierra no puede sobrepasar los 2 grados sobre valores preindustriales, intentando no sobrepasar los 1,5 grados.
Debido al consenso global, en 2016 196 países y la Unión Europea ratificaron el acuerdo por sus situaciones internas. Sin embargo, destacan los casos de Estados Unidos y Rusia. A pesar de adoptar los Acuerdos bajo la Presidencia de Barack Obama, en 2020, la administración Trump decidió formalizar su salida. Actualmente, Estados Unidos vuelve a ser miembro de los Acuerdos de París después de que Biden anunciara la reincorporación en 2021. En el caso de Rusia, el Kremlin ha amenazado en numerosas ocasiones con una posible salida de los Acuerdos, no obstante, nunca se ha tomado una decisión al respecto.
La COP15 de Montreal: un compromiso global por la biodiversidad
Finalmente, destaca la COP15 de Montreal en 2022. A diferencia de las anteriores, esta cumbre estuvo coordinada por la CDB, por lo que su foco fue el deteriorio. Este foro culminó en el Marco Kunming-Montreal, dando así nombre a la ciudad donde no se pudo finalmente celebrar la cumbre en 2020 por la COVID-19, y la ciudad anfitriona de la Cumbre de 2022. Entre otras medidas, la nueva hoja de ruta incluyó medidas como: la conservación del 30% de la superficie terrestre y marina (meta 2), o el compromiso para garantizar la integración de biodiversidad en todos los niveles gubernamentales (meta 14).
El Marco Mundial de la Biodiversidad de Kunming-Montreal resultó sumamente exitoso por el compromiso global de los miembros de las Naciones Unidas en la protección de la diversidad biológica del planeta. No obstante, su carácter vinculante, al igual que el de los otros dos acuerdos, es en ocasiones cuestionado.
Las limitaciones de la COP
Las Conferencias de las Partes son instrumentos con gran impacto internacional, dado que promueven acuerdos globales para frenar una de las grandes lacras intergeneracionales. Asimismo, estas cumbres son percibidas como una oportunidad de fomentar el diálogo internacional e impulsar las relaciones diplomáticas entre distintos países de la comunidad internacional.
En un contexto de creciente descentralización del poder y crecientes discrepancias y tensiones interestatales, las COP son percibidas como oportunidades para poder atenuar tensiones entre diferentes actores. Sin embargo, y como se puede ver en posturas como la de Estados Unidos, con su salida de los Acuerdos de París, las Conferencias de las partes cuentan con limitaciones significativas.
A pesar de fomentar un clima de diálogo y cooperación, e incluso el acuerdo de toda la comunidad internacional para proteger el planeta, las COP no tienen naturaleza vinculante de facto. Más allá del compromiso legal y político, los acuerdos establecidos en la Conferencia de las Partes, no son completamente vinculantes en la práctica debido al enfoque político, social y legal de la ONU y la falta del conocido hard power.
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No obstante, se entiende que ahí está la esencia de las Naciones Unidas, en la posibilidad de llegar a acuerdos globales de naturaleza política y socioeconómica sin poderes coercitivos que impidan la implicación de diversos estados. La ONU ha conseguido establecer acuerdos en los que participan potencias antagónicas, precisamente gracias a su soft power y la falta de poder militar.
Las Conferencias de las Partes centradas en frenar el deterioro del planeta nacen como respuesta a la creciente preocupación de la comunidad internacional por los posibles efectos del descuido medioambiental. Estas cumbres de carácter anual y bianual son diferenciadas en dos grupos, aquellas organizadas por la CMNUCC y centradas en el Cambio Climático, y aquellas coordinadas por la CDB y enfocadas en preservar la biodiversidad.
Con motivo de estos foros se han llegado a establecer acuerdos significativos para la protección del planeta como el Protocolo Kioto, los Acuerdos de París o el marco Kunming-Montreal. A pesar de las limitaciones vinculantes de facto de estos acuerdos, y en consecuencia la posibilidad de los estados miembros de salir cuando lo estimen oportuno, las COPs han asentado una gran hoja de ruta para la colaboración internacional en la protección del planeta.
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