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¿Qué es Security by Default o la Seguridad por Defecto?

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Te explicamos cómo las marcas diseñan productos y servicios que sean seguros desde fábrica, sin configuraciones complejas y con la seguridad como comportamiento predeterminado.

En un mundo donde los ataques informáticos evolucionan más rápido que la capacidad de muchas organizaciones para configurarlos todo bien, Security by Default (Seguridad por Defecto) se ha convertido en una exigencia práctica y ética para los fabricantes de software y hardware.

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La idea es simple: que los productos salgan al mercado ya protegidos con ajustes seguros, sin depender de que el usuario sepa cerrarle puertas a los atacantes ni de que pague extras para activar funciones críticas. Esta visión complementa al Security by Design, que integra la seguridad desde la fase de diseño, haciendo que ambos principios se refuercen mutuamente para reducir riesgos, simplificar la gestión y elevar el nivel base de protección en todo el ecosistema digital.

Qué es el Security by Default

Security by Default significa que un producto es seguro de serie, ya que viene preconfigurado para resistir técnicas de ataque comunes, con las protecciones más fuertes activadas por defecto y sin exigir una configuración avanzada por parte del usuario o costes adicionales. En la práctica, esto implica medidas como contraseñas no reutilizadas de fábrica, cifrado activo, actualizaciones automáticas, mínimos privilegios de acceso y registros de seguridad habilitados desde el primer arranque. El objetivo es que lo fácil sea estar seguro, reduciendo la dependencia de ajustes manuales que suelen ser el talón de Aquiles en muchas implantaciones.

Security by Default vs. Security by Design

Aunque a veces se confunden, son conceptos distintos y complementarios.

  • Security by Design es el cómo se construye, e integra la seguridad en todas las etapas del ciclo de vida: desde la concepción, pasando por el desarrollo, hasta el despliegue, para eliminar causas raíz de vulnerabilidades antes de que lleguen a los usuarios.
  • Security by Default es el cómo se entrega y cómo se comporta nada más encenderlo, y asegura que el producto que llega a manos del usuario ya está endurecido y con ajustes seguros instalados por defecto, minimizando el riesgo si nadie toca la configuración.

Principios clave de Security by Default

  • No exigir conocimientos técnicos avanzados para estar protegido: la seguridad debe funcionar sola.
  • Salir al mercado con configuraciones seguras por defecto: la opción segura debe ser la predeterminada, no la alternativa.
  • Mínimos privilegios de acceso desde el inicio: cada cuenta y servicio solo con lo necesario.
  • Actualizaciones automáticas y fáciles de aplicar para cerrar brechas sin intervención compleja.
  • Registro y trazabilidad activados: logs de seguridad y evidencias disponibles de forma nativa.
  • Evitar contraseñas y credenciales por defecto reutilizadas o públicas: un clásico a eliminar.
  • Evitar la seguridad por oscuridad y priorizar controles reales: más transparencia, menos secretos frágiles.

Beneficios para organizaciones y usuarios

Adoptar Security by Default reduce riesgos y simplifica operaciones, con impactos medibles en el día a día:

  • Menos superficie de ataque desde el minuto uno, porque las protecciones ya están activas.
  • Menos errores de configuración, al eliminar decisiones complejas que suelen derivar en brechas.
  • Mayor cumplimiento y alineación con expectativas regulatorias y de clientes, al elevar el nivel base de control.
  • Gestión más simple y consistente, gracias a procesos y ajustes homogéneos de seguridad en el parque tecnológico.
  • Ahorro de costes futuros, al evitar parches y reconfiguraciones reactivas tras incidentes.

Ejemplos prácticos de Security by Default

  • Contraseñas únicas y obligatoria rotación inicial, nunca credenciales de fábrica compartidas.
  • MFA (autenticación multifactor) activada por defecto para cuentas privilegiadas y accesos sensibles, con opción de excluir solo si se justifica.
  • Cifrado de datos en tránsito y en reposo activado, sin requerir pasos manuales o licencias premium.
  • Políticas de mínimo privilegio preconfiguradas, evitando permisos excesivos desde el arranque.
  • Actualizaciones automáticas y canales seguros de distribución de parches.
  • Registros de seguridad y alertas esenciales ya encendidos, listos para integrarse con monitorización.
  • Interfaces y asistentes que priorizan opciones seguras, con explicaciones claras y sin lenguaje técnico.

Errores comunes cuando no se aplica

Cuando no se adopta Security by Default, abundan fallos que abren puertas a atacantes:

  • Dispositivos publicados en Internet con credenciales por defecto bien conocidas.
  • Servicios con permisos por encima de lo necesario, facilitando movimientos laterales.
  • Funciones críticas sin MFA o con MFA opcional que rara vez se activa.
  • Cifrado deshabilitado por compatibilidad o rendimiento, dejando datos expuestos.
  • Actualizaciones manuales que se postergan, alargando ventanas de explotación.
  • Logs desactivados que impiden detectar y reconstruir incidentes.

Cómo empezar a implantar Security by Default

Tanto fabricantes como equipos internos pueden avanzar con pasos concretos:

  • Definir perfiles de configuración segura por defecto para cada producto o servicio, y aplicarlos en la cadena de suministro y en el despliegue inicial.
  • Convertir MFA, cifrado y mínimos privilegios en ajustes predeterminados, con procesos de excepción trazados y justificados.
  • Automatizar parches y revisiones de seguridad, con canales de actualización confiables y pruebas controladas.
  • Habilitar registros y telemetría esenciales desde el primer día, con retención razonable y uso responsable.
  • Eliminar credenciales de fábrica y exigir rotación inicial de contraseñas únicas y fuertes.
  • Probar la experiencia de usuario: que lo seguro sea lo sencillo, sin barreras innecesarias.
  • Documentar con transparencia lo que viene activado, por qué y cómo desactivarlo bajo control.

¿Por qué importa ahora?

La complejidad tecnológica y la presión de amenazas hacen inviable confiar en que cada usuario ajuste todo bien, cada vez. Debido a ello, Security by Default traslada la carga técnica al fabricante y al proceso de desarrollo, asegurando que el nivel mínimo sea alto y estable, incluso en entornos con recursos limitados o sin expertos dedicados. Además, al combinarlo con Security by Design, se atacan causas raíz (cómo se crea) y se entregan productos endurecidos (cómo se usan), acortando la distancia entre lo ideal y lo que realmente queda desplegado.

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