El miércoles 23 de noviembre el gobierno de Ucrania ha puesto en marcha la evacuación de Jersón ante el riesgo de posibles bombardeos y la falta de recursos para afrontar el invierno tras los ataques rusos a la red energética.
La madrugada del 23 de noviembre, El País notificaba el inicio de la evacuación de forma voluntaria. Según ha informado el medio de comunicación, se ha priorizado la salida de familias con menores y ancianos. Se estima que solo queda un 25% de la población residente en Jersón antes de que comenzara la invasión, lo que equivale a unas 75.000 personas.
Iryna Vereshchuk, viceprimera ministra de Ucrania, se ha pronunciado mediante un comunicado a través de Telegram: “Me dirijo a los ciudadanos de Jersón, en particular a los vulnerables: mujeres con hijos, ancianos, enfermos y personas con movilidad reducida. Dada la difícil situación de seguridad en la ciudad y los problemas de infraestructura, pueden marcharse durante el invierno a regiones más seguras del país. Se brindará alojamiento gratuito en albergues, ayuda humanitaria, alimentos y asistencia médica. También se ofrecerá asistencia para preparar un certificado de desplazado interno, así como la asistencia financiera del Estado y de organizaciones internacionales”.
Dos semanas antes, e. 11 de noviembre, el Kremlin retiró sus tropas de Jersón ante la llegada del ejercito ucraniano al centro de la ciudad. Sin embargo, días después Rusia retomó los ataques y bombardeos con más intensidad. El 15 de noviembre se produjo uno de los mayores ataques contra la red energética hasta la fecha.
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