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Bután: un enclave entre India y China

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Bután LISA News

El vínculo histórico y geopolítico entre Bután, China e India ha sido objeto de análisis en el ámbito internacional, considerando su ubicación estratégica en los Himalayas. En este análisis, el alumno del Máster Profesional de Analista Internacional y Geopolítico, Roberto Pipia examina la posición única de Bután como enclave entre China e India, explorando las complejas relaciones geopolíticas, históricas y económicas que definen su papel en la región.

Bután es un país situado en el corazón de los Himalayas, conocido por su impresionante paisaje montañoso y su rica cultura. Con un sistema en forma de monarquía constitucional, en 2008 se promulgó su constitución, fruto de diversas reformas institucionales promovidas por el padre del actual rey y jefe del Estado, Jigme Khesar Na- mgyel Wangchuck, quien asumió el trono el 14 de diciembre de 2006.  

Bután ha logrado mantener un complicado equilibrio entre la tradición y la modernidad, preservando su herencia cultural milenaria mientras avanza hacia el desarrollo por medio de cambios estructurales en las instituciones gubernativas. El dzongkha y el inglés son los idiomas predominantes en el país, siendo el tshanglakha y el nepalí otros idiomas muy utilizados respectivamente en el este y en el sur.

La sociedad butanesa está impregnada de la espiritualidad del budismo, religión que práctica el 75 % de la población, junto con una influencia significativa (del 22%) del hinduismo. La libertad de culto es un valor fundamental en Bután, donde las personas tienen la libertad de practicar su fe de acuerdo con sus creencias personales. El budismo tibetano desempeña un papel central en la vida cotidiana y en las tradiciones culturales de Bután. La arquitectura de sus monasterios y templos, así como las numerosas festividades religiosas y ceremonias, son manifestaciones vívidas de la rica herencia espiritual del país. El enfoque en el equilibrio espiritual y la búsqueda de la felicidad nacional brindan una perspectiva única sobre la vida en Bután.

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La filosofía de la «Felicidad Nacional Bruta» (FNB), como indicador utilizado para medir el bienestar de su población, y que valora el bienestar espiritual y emocional por encima únicamente del crecimiento económico material, refleja el compromiso del país con el bienestar holístico de su pueblo. 

Bután es un país donde la espiritualidad y la cultura tradicional están fuertemente arraigadas en la sociedad, y donde se valora la sinergia y la armonía entre el hombre y la naturaleza. Su enfoque en el equilibrio espiritual y el bienestar humano lo convierten también en un lugar único y fascinante desde el punto de vista administrativo-gubernamental.

Antecedentes e historia: Bután en búsqueda del equilibrio espiritual

La historia de Bután no solo es una historia de búsqueda de equilibrio espiritual. Durante la década de los 90 del pasado siglo, Bután experimentó una serie de cambios políticos y sociales, propiciados por el rey Jigme Singye Wangchuck, quien introdujo reformas democráticas en el país, incluyendo la creación de un Consejo de Ministros y la celebración de elecciones municipales. No obstante, el proceso de democratización ha sido gradual y presentó numerosos desafíos, incluidas críticas sobre el alcance y la velocidad de las reformas. 

En la década de los años 90 se vivieron tensiones étnicas en el país, particularmente con la minoría étnica nepalí, pueblo conocido como los lhotshampas. Estas tensiones culminaron en la expulsión masiva de los lhotshampas en un acontecimiento conocido como la «crisis de los refugiados de Bután». Miles de lhotshampas fueron forzados a abandonar el país y buscar refugio en Nepal y otros lugares debido a políticas gubernamentales, discriminatorias y violaciones de Derechos Humanos. Miles de lhotshampas encontraron refugio en campamentos de refugiados en Nepal, y desde allí, algunos fueron reasentados en diferentes países, incluidos Estados Unidos, Canadá, Australia y varios países europeos. 

Fue un período de cambios significativos y desafíos para Bután, que incluyeron avances en su democratización, pero también tensiones étnicas y problemas relacionados con los derechos humanos. Estos eventos han dejado una marca en la historia del país y han influido en su desarrollo posterior. 

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Economía de Bután: agricultura y energía hidroeléctrica

La economía de Bután depende en gran medida de la agricultura, la silvicultura y la venta de energía hidroeléctrica. Su comercio internacional es limitado condicionado por su ubicación geográfica y la falta de infraestructuras. A pesar de esto, el país exporta algunos productos y también importa una variedad de bienes necesarios para satisfacer las necesidades de su población.

Las principales exportaciones de Bután incluyen energía hidroeléctrica. El país es conocido por su producción de esta energía renovable y exporta electricidad a países vecinos, principalmente a la India.

Bután también exporta madera y otros productos agrícolas como arroz, manzanas, naranjas y cardamomo. El destino principal de la mayoría de las exportaciones de Bután es la India, su principal socio comercial y partner estratégico. Esta dependencia económica y estratégica de Bután con India, hace que sus relaciones diplomáticas con China no se desarrollen con la mejor autonomía decisional posible y le crea fricciones no solo a nivel económico, sino también en disputas territoriales aún en fase de negociación. 

Las principales importaciones de Bután incluyen productos petrolíferos refinados, ya que no produce petróleo crudo; maquinaria y equipos, alimentos procesados, productos lácteos y otros productos alimenticios para satisfacer la demanda interna.

Es importante tener en cuenta que el comercio internacional de Bután es relativamente pequeño en comparación con otros países debido a su tamaño y ubicación geográfica.

Bután se encuentra estratégicamente ubicado entre China e India, dos de las potencias más importantes de Asia. Esta posición geográfica ha tenido un impacto significativo en la política y la seguridad de Bután a lo largo de su historia.

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India y Bután mantienen una relación especial y cercana, basada en la cooperación económica, diplomática y de seguridad. India ha sido un socio clave para el desarrollo de Bután, proporcionando asistencia económica y técnica en varios sectores, incluida la energía hidroeléctrica, la infraestructura y la educación. Además, India es el principal destino de las exportaciones de Bután y el país proporciona apoyo diplomático y de defensa a Bután.

Por otro lado, las relaciones de Bután con China han sido históricamente más complejas. China reclama partes del territorio de Bután, particularmente en el área de Doklam, que ha llevado a tensiones en el pasado. Sin embargo, Bután y China han mantenido relaciones diplomáticas cordiales y han llevado a cabo conversaciones sobre la resolución de disputas fronterizas. A pesar de esto, India sigue siendo un socio clave para Bután en términos de seguridad y política exterior, lo que a menudo ha influido en las relaciones de Bután con China. La posición geográfica de Bután entre China e India ha sido un factor importante en su política y seguridad, y el país sigue buscando mantener relaciones amistosas y constructivas con ambos vecinos mientras protege su soberanía y seguridad nacional.

Bután y su enlace con India 

El primer acuerdo que reconoció la independencia de Bután, ha sido estipulado entre el gobierno indio británico y Bután en el 1910 con el Tratado de Punhaka. Bután aceptaba la injerencia británica en asuntos exteriores, peculiaridad heredada por el gobierno de india con el Tratado de la Amistad en 1947 después la disolución del imperio británico, pero se reconocía la total independencia butanesa en la administración de las políticas internas. 

Un nuevo acuerdo con la India ha sido estipulado en el 2007. Este acuerdo confirmó el apoyo diplomático y económico de India a Bután en las políticas exteriores. De consecuencia, con este acuerdo, Bután ha firmado la falta de independencia decisional en las negociaciones con China en sus disputas territoriales aún muy presentes. India ha invocado un artículo en el que se afirma que ninguno de los dos países permitiría que su territorio sea utilizado para actividades que perjudiquen los intereses de seguridad nacional del otro. 

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El comercio entre Bután e India es significativo y desempeña un papel crucial en la economía de Bután. Casi el 90 % de las importaciones de Bután vienen de la India. Esta dependencia económica hace que las relaciones diplomáticas entre los dos países sean muy unidas, pero a la vez prevaricadoras por Bután a la hora de tener que negociar con países terceros. 

Algunos aspectos importantes del comercio entre Bután e India incluyen las exportaciones de electricidad. Este comercio de energía es una fuente importante de ingresos para Bután y fortalece la relación económica entre los dos países. Asimismo, Bután importa una variedad de productos manufacturados de India, incluidos bienes de consumo, maquinaria, equipos y productos alimenticios procesados. Estos productos son importantes para satisfacer las necesidades del mercado interno de Bután. 

Muy importante es la asistencia económica y técnica que India proporciona a Bután en varios sectores, incluida la infraestructura, la educación, la salud y el desarrollo rural. Esta cooperación contribuye al desarrollo económico y social de Bután y fortalece los lazos bilaterales. El comercio entre Bután e India, parece mutuamente beneficioso, también porque desempeña un papel crucial en la economía y el desarrollo de ambos países, pero esta relación comercial entre los dos países que se basa en la cooperación y el intercambio de recursos, deja Bután sin posibilidades de actuación libre frente a las políticas exteriores.

Las relaciones entre Bután y China

China y Bután se convirtieron en vecinos solo después de la anexión china del Tíbet en 1951. La frontera entre China y Bután aún no se ha demarcado definitivamente y las secciones central, oriental y occidental de la frontera son objeto de disputa, declaró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin. En el 1998 se firmó un acuerdo territorial entre China y Bután, donde se reconoció la soberanía y la integridad del territorio de Bután. No obstante la existencia de este acuerdo, China ha violado repetidamente el territorio butanés con la construcción de infraestructuras. Negociaciones y acuerdos definitivos sobre el asunto aún proceden. 

Thimphu ha rechazado la reclamación de Pekín sobre uno de los territorios en disputa, como lo es el Santuario de Fauna Silvestre de Sakteng. Este territorio, no solo es integral y soberano de Bután, sino que en ningún momento de las discusiones sobre fronteras entre ambos países, este territorio ha figurado como zona en disputa, aclaró Bután. De hecho, no existe ninguna prueba cartográfica que apoye la reivindicación china sobre Sakteng. Otros territorios reclamados por china son Arunachal Pradesh y Doklam.

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Si bien estas discusiones involucran a dos naciones soberanas que abordan disputas fronterizas en tres ubicaciones distintas, las fronteras norte de Bután, el área boscosa de Sakteng y el área de Doklam, la presión ejercida por China sobre Bután para intercambiar territorios en la parte norte a cambio del control exclusivo sobre el área de Doklam sigue siendo una preocupación significativa para India. El área de Doklam es particularmente crítica, ya que constituye un punto de encuentro entre India, Bután y China.

Doklam es una meseta ubicada en la región tripartita de China, Bután e India, y ha sido objeto de disputas fronterizas entre Bután y China durante muchos años. En 2017, las tensiones en Doklam aumentaron cuando las fuerzas chinas intentaron construir una carretera en la región, lo que provocó una confrontación con las fuerzas indias que habían sido desplegadas para apoyar a Bután. La situación se volvió tensa y se temía que pudiera escalar a un conflicto militar entre India y China. Sin embargo, después de una serie de conversaciones diplomáticas, India y China llegaron a un acuerdo para retirar sus fuerzas de la zona en disputa. Desde entonces, ha habido informes de que China ha continuado con la construcción de infraestructura en la región, lo que ha generado preocupaciones sobre la soberanía de Bután y la estabilidad en la región.

La disputa en Doklam ha destacado las tensiones territoriales entre Bután y China, así como la presencia y la influencia de India en la región. Aunque la situación parece haberse calmado desde el incidente de 2017, Doklam sigue siendo una zona de preocupación y vigilancia para los tres países involucrados.

La relación económica entre China y Bután ha sido tradicionalmente limitada por voluntad de Nueva Deli. Sin embargo, en los últimos años, China ha mostrado un interés creciente en aumentar su participación económica en Bután, particularmente en áreas como la inversión en infraestructura y el comercio. China ha estado involucrada en proyectos de infraestructura en Bután, como la construcción de carreteras y la mejora de la conectividad en la región. Estos proyectos pueden ayudar a mejorar la infraestructura de transporte de Bután y promover el desarrollo económico en áreas remotas.

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Aunque el volumen de comercio entre China y Bután es relativamente bajo en comparación con el comercio entre Bután e India, ha habido un aumento gradual en el intercambio comercial entre los dos países en los últimos años. China exporta una variedad de productos manufacturados a Bután, mientras que Bután exporta principalmente productos agrícolas y energía hidroeléctrica a China.

China ha proporcionado asistencia económica y técnica a Bután en varios sectores, incluida la salud, la educación y el desarrollo rural. Esta cooperación puede fortalecer los lazos bilaterales entre los dos países y contribuir al desarrollo socioeconómico de Bután si India lo permite. Para Bután, recibir desarrollo de servicios e infraestructuras permanentes a cambio de concesiones territoriales, ha sido una opción considerada, pero para realizarlo se debería recibir el buen visto de India y de consecuencia un previo acuerdo de garantías entre India y China.

Conclusiones

Una posible y duradera conclusión de las tensiones territoriales de Bután podría llegar solo cuando los verdaderos interlocutores sean solo Bután y China sin la injerencia de India. Las disputas territoriales podrían mantenerse por tiempo indefinido hasta que India y China no cierren unos acuerdos sobre el Doklam. Considerando que los dos gigantes asiáticos evitan a toda costa una guerra abierta en los Himalayas, la situación podría cristalizarse por tiempo indefinido, escenario no favorable a Bután, dado que sus intenciones son las de abrirse más al comercio con China.

Las relaciones entre Bután, India y China están influenciadas por una combinación de factores geográficos, históricos, políticos y económicos. Algunas conclusiones importantes incluyen:

Bután e India mantienen una relación cercana y especial, basada en la cooperación económica, política y de seguridad. India ha sido un socio clave para el desarrollo de Bután, proporcionando asistencia económica, técnica y diplomática en diversos sectores. Esta relación especial se basa en intereses comunes y una larga historia compartida y está destinada a tener un fin, pues las presiones de Bután en abrirse a más mercados, especialmente con China, y las futuras negociaciones de India con la misma China sobre los asuntos territoriales, modificarán los acuerdos de 2007 para que Bután pueda tener aquella independencia propia de un estado totalmente soberano de sus acciones. 

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Las tensiones territoriales entre Bután y China son particularmente en áreas como el Doklam. Estas tensiones reflejan la rivalidad geopolítica más amplia entre India y China, así como la preocupación de Bután por su soberanía y seguridad. Aunque las tensiones han disminuido en cierta medida, la disputa en Doklam sigue siendo un tema de preocupación para los tres países. Se resolverá solo tras una negociación entre India y China. 

El interés creciente de China en Bután y viceversa: China ha mostrado un interés creciente en aumentar su participación económica en Bután, a través de inversiones en infraestructura, comercio y cooperación económica y técnica. Aunque la relación económica entre China y Bután es relativamente limitada en comparación con la relación de Bután con India, China parece estar buscando una mayor influencia en la región del Himalaya. Un interés querido por el mismo Bután, no solo por el crecimiento económico de China, pero también una necesidad por su condición geográfica. 

En general, las relaciones entre Bután, India y China son complejas, influenciadas por una serie de factores que muy probablemente cambiaran estos equilibrios en unas décadas. Si bien Bután ha mantenido una relación especial con India, ha buscado equilibrar y ampliar sus relaciones con China. Las tensiones territoriales y los intereses geopolíticos continúan siendo desafíos importantes en la región del Himalaya.

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