Ucrania asegura que Rusia ha empleado armas químicas prohibidas en sus operaciones militares en territorio ucraniano.
El pasado 14 de enero, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ucranianas aseguró que ha contabilizado 626 casos de uso de munición de sustancias químicas venenosas por parte de Rusia en territorio ucraniano desde que comenzó la guerra. De estos, 51 se habrían producido en 2024, por lo que alerta de que «su uso va en aumento».
Kiev afirmó que Rusia utilizaba granadas, como K-51, RGR y Drofa-PM, arrojándolas desde drones de ataque. «Sin embargo, también se utilizan artefactos explosivos improvisados equipados con sustancias irritantes. También se realizan bombardeos de artillería con sustancias químicamente peligrosas», escribió el Estado Mayor. Además, el ejército de Ucrania registró el 14 de diciembre el uso por parte de Rusia de un nuevo tipo de granadas de gas especiales RG-VO que contienen una sustancia química desconocida.
Unidades de infantería naval rusa han confirmado recientemente que están utilizando armas químicas prohibidas en la aldea de Krynky, situada a 30 kilómetros al noreste de Kherson, según informó el 23 de diciembre el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW).
La 810.ª Brigada de Infantería Naval de la Flota del Mar Negro de Rusia escribió un mensaje en Telegram sobre «un cambio radical de táctica», que incluía lanzar granadas K-51 desde drones sobre posiciones enemigas. Las granadas de aerosol rusas K-51 están llenas de gas CS, que es un tipo de gas lacrimógeno.
El uso de este tipo de armas químicas está prohibida por la Convención de Armas Químicas de la ONU, de la que Rusia forma parte.
Artículo escrito por:
Laura Ruiz Sancho. Periodista. Apasionada de la geopolítica y siempre con un ojo puesto en la actualidad internacional. Experta profesional en terrorismo yihadista por la UNED y Máster en Verificación Digital y Periodismo de datos (CEU).