Inicio Geopolítica Afganistán: ¿sutil y útil puerta trasera para las aspiraciones de China?

Afganistán: ¿sutil y útil puerta trasera para las aspiraciones de China?

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El Trabajo Final de Máster (TFM) del Máster Profesional de Analista Internacional y Geopolítico de LISA Institute consiste en la elaboración de un Informe de Análisis Internacional real y profesional, en forma y contenido, en el que se apliquen los conocimientos adquiridos y las habilidades desarrolladas en el Máster, simulando un entorno profesional real.

El alumno, a mitad del Máster, debe proponer:

  1. Una temática de TFM sobre algún país, conflicto o tema de análisis dentro de una de las siguientes regiones geoestratégicas del mundo:
    • Unión Europea y Federación Rusa
    • Oriente Medio y África
    • América del Norte y América del Sur
    • Asia-Pacífico
  2. Un destinatario real (ficticio o no) del Informe que realizará, con el objetivo de aportar un valor concreto a una empresa o una institución pública real, a elección del alumno.

Durante el Máster Profesional de Analista Internacional y Geopolítico se aprenden y practican múltiples técnicas y métodos de obtención y análisis internacional y geopolítico. Estas metodologías deberán ser utilizadas por el alumno para investigar, analizar y realizar el Informe de Análisis Internacional de forma profesional, siempre con la ayuda, soporte y acompañamiento de un Mentor, experto en la temática o región escogida por el alumno.

Esta metodología docente inmersiva, simulando entornos profesionales reales, permite al alumno desarrollar habilidades clave y obtener un aprendizaje único que le servirá a nivel profesional.

Desde LISA News, para contribuir al conocimiento colectivo y para impulsar la carrera profesional de los alumnos de LISA Institute, difundimos de forma limitada algunos de los TFM, destacando los resultados y conclusiones a los que han llegado en sus Informes de Análisis Internacional.

Si quieres saber más sobre cómo se redacta un Informe de Análisis Internacional o como se lleva a cabo un Análisis geopolítico, te recomendamos visualizar las más de 50 Masterclass organizadas cada año por LISA Institute, en el contexto del Máster Profesional de Analista Internacional y Geopolítico.

Si quieres formarte en Análisis Internacional o Geopolítica a nivel profesional puedes realizar el Curso de Analista Internacional (3 meses), otros cursos de ámbito internacional y geopolítica o directamente el programa formativo más completo: el Máster Profesional de Analista Internacional y Geopolítico (9 meses).


Título: Afganistán: ¿sutil y útil puerta trasera para las aspiraciones de China?

Alumno: Miguel José Sánchez Velasco

Tutor: Daniel Iriarte

Fecha de entrega: Julio de 2023

Itinerario: Oriente Medio


PUNTOS CLAVE

  • Afganistán necesita paz, dinero y seguridad.
  • China puede proporcionar dinero y seguridad.
  • A cambio, China querrá seguridad para los tramos de la Iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda y materias primas para llevar a China a su gran sueño de 2049.
  • No se puede descartar medios propios chinos coercitivos o fuerzas expedicionarias sin dejar de lado una pujante Armada china que aumenta sus capacidades aeronavales y anfibias.
  • La India y diversos socios de Estados Unidos en la zona pueden ver comprometida su seguridad directamente o a través de terceros cuando amenacen asfixiar rutas de importancia económica. 
  • Occidente ha de tomar medidas efectivas sin olvidar el hardpower y proyectar softpower o poder blando.

CONTEXTO

Tras la llegada al poder de los talibanes en Afganistán, se configuran nuevos espacios y tiempos para la seguridad con la interacción de los diferentes actores nacionales y transnacionales. Tras su salida de Afganistán, Occidente reconsidera su papel en esta área.

Mientras tanto, China mueve ficha y articula nuevos engranajes diplomáticos y comerciales que cimienten su proyecto del gran «Sueño Chino» a través del proyecto de la Nueva Ruta de la Seda (BRI, por sus siglas en inglés). Irán y los países del Golfo Pérsico se van alineando con ciertos intereses chinos o nadan entre dos aguas con el ánimo de no contrariar a su gran socio, Estados Unidos.

En el ínterin, la amenaza yihadista, separatista o nacionalista amenaza la construcción de este ambicioso proyecto que encumbraría a China en su proyecto global. China maniobra desde la diplomacia y la economía, proyectando softpower sobre esta muy necesitada nación que se convertiría en la muy necesaria puerta «trasera» —en doble sentido— para que China pudiese asegurar rutas de suministro logístico y/o proyección de fuerza en caso de crisis con la India y/o Estados Unidos o sus aliados. 

🌐 Informe de Análisis Internacional 🌐

ANÁLISIS

Mucho antes de los acuerdos de Doha en 2018 con Estados Unidos en el que este se retiraría de Afganistán, China ha mantenido e incrementado contactos comerciales y posteriormente diplomáticos con Afganistán.

Afganistán necesita de paz y de dinero. China puede proporcionar ese dinero. Los intereses mineros y comerciales de China necesitan la colaboración de Afganistán en varios ejes: uno, económico y comercial y otro en el ámbito de la seguridad al requerir la impermeabilización fronteriza del mensaje nacionalista y yihadista que añada combustible al problema en Xinjiang y/o ponga en riesgo sus efectivos materiales y humanos en el BRI.

China proporcionaría dinero, infraestructuras, tecnología a cambio de seguridad y materias primas. Las cartas a jugar son materias como el litio y el cobre y seguridad contra la amenaza de grupos radicales que atenten intereses chinos en su territorio o amenacen con expandir sus ideas a China. Para ello, China adquiere, mantiene y planifica una inmensa red portuaria que aseguren los flujos comerciales en su beneficio— y, además con posible uso militar— que, en casos de crisis con competidores directos como Estados Unidos e India le permita asfixiar economías y contrarrestar amenazas a este largo cordón umbilical que alimentan la Gran China.

En este esquema, Afganistán es el puente con el necesario Golfo Pérsico, la puerta trasera para el suministro bidireccional tanto de recursos como de efectivos para amenazar— si procede— lugares como Ormuz o alejarse de la interdicción india en el caso de Gwalior o los flujos en Pakistán, aprovechando los puertos de Jask y Omán para apoyo logístico de la flota china. Afganistán permite profundidad estratégica para el movimiento de escalones logísticos y militares en situación de crisis abierta con Estados Unidos.

Implicaciones

Afganistán se puede ver implicado en una nueva reedición del Gran juego, esta vez entre China y Occidente. A cambio de sustanciosos contratos logísticos y en materias primas, puede acceder a mercados tecnológicos y comerciales que, a su vez, permitirían la expansión de grandes entidades comerciales chinas, con la siempre vigilante mirada estatal.

Por supuesto, esto generaría una gran deuda que permitiría a China con el tiempo hacerse cargo nominal y de facto de grandes proyectos; y Afganistán —el gobierno talibán— perdería parte de su soberanía nacional en la práctica. Además de convertirse en un estado clientelar de China, esta podría aprovechar recursos humanos y geográficos de utilidad para el posicionamiento de sus intereses regionales, tanto en capacidades del mando, control, comunicaciones, inteligencia, logística y reconocimiento profundo, como el aprovechamiento de las innatas cualidades de los afganos como efectivos militares en otros teatros y/o con otros socios como Rusia.

Solo hay un problema: Afganistán tiene que saber lidiar su problema con la seguridad. China no se puede permitir quintas columnas que amenacen sus crecientes intereses comerciales y menos que den opciones a la oposición iugur, fundamentalmente en Xinjiang. Tampoco hay que descartar que China se vea obligado a asumir su propia seguridad a través de PMC propias o de terceros y evitar la injerencia militar y arriesgarse a repetir la historia de los últimos cuarenta años en Afganistán.

Figura 1. Posibles situaciones de la influencia/injerencia china en Afganistán. Fuente: Elaboración propia.

Occidente ha de jugar sus cartas. La creciente presencia china en todos los ámbitos en la zona del Golfo Pérsico pueden poner en peligro importantes vías logísticas de comunicación si además sus asentamientos portuarios (p.e Gwalior o Yibuti) permiten despliegue de contingentes capaces de proporcionar denegación de acceso a través del multidominio cerrando el estrecho de Ormuz o Adén o como instrumento coercitivo regional.

Propuestas

  • Proyección de soft power adaptado a las circunstancias nacionales y regionales. No intentar exportar modos de vida o valores occidentales a países con referentes morales totalmente diferentes.
  • Inyecciones económicas que faciliten la ganancia de “corazones y mentes” pero no a fondo perdido. Afianzar relaciones y ganar aliados: Ojo a Asia Central
  • Incrementar capacidades de defensa multidominio, implicando a actores aliados como países de Asia Central, India y países ribereños del Golfo Pérsico.
  • Activar rutas logísticas y alternativas energéticas viables que eviten la dependencia energética de Oriente Medio y el Golfo Pérsico.

🌐 Memoria del Informe 🌐

Para una mayor comprensión de este Trabajo Final de Máster (TFM) realizado en el contexto del Máster Profesional de Analista Internacional y Geopolítico de LISA Institute, a continuación puedes consultar la memoria del Informe, en la que se muestran todas las fases realizadas: Fase de Dirección y Planificación, Fase de Obtención, Fase de Tratamiento de la Información, Fase de Análisis, Fase de Difusión y Fase de Retroalimentación.

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Accede al TFM completo aquí:

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