El portavoz del secretario general de la ONU, Stepháne Dujarric, ha compadecido un año después de los hechos para pedir “moderación” ante las diversas especulaciones que giran en torno al ataque contra los gaseoductos.
El lunes 26 de septiembre de 2022, las autoridades danesas notificaron una fuga de gas en el gasoducto Nord Stream 2, en las proximidades de la isla de Bornholm. Unas horas más tarde, Dinamarca detectó una caída de la presión de gas en el Nord Stream 1, el cual conecta Rusia con Alemania. El martes 27 de septiembre de 2022, la cifra total de fugas ascendió a tres, después de que Suecia alertase de dos filtraciones más en el Nord Stream 1. Finalmente, el jueves 29, la Guardia Costera sueca notificó una cuarta fuga, procedente de los gaseoductos, en el mar Báltico.
El portavoz de Rusia, Dimitri Peskov, reconoció que se trataba de “una noticia muy preocupante” y aseguró que en ese momento que “no puede descartarse ninguna opción sobre qué la causó”. Por su parte, la compañía operadora del gasoducto, Nord Stream AG, declaró, ante la agencia rusa de noticias TASS, que “los daños ocurridos de forma simultánea en tres líneas de gasoductos ‘offshore’ del sistema Nord Stream no tienen precedentes. Es imposible estimar el tiempo necesario para la recuperación de la infraestructura de transporte de gas”.
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“La ruptura de gasoductos es extremadamente rara, por lo que hay motivos para elevar el nivel de preparación como resultado de los incidentes presenciados durante las últimas 24 horas”, explicó el director general de la Agencia de Energía de Dinamarca, Kristoffer Botzauw, en un comunicado.
A continuación, se realizará un estudio cronológico sobre las diferentes hipótesis que han surgido, durante el último año, respecto a la autoría del ataque a los gasoductos Nord Stream 1 y 2.
Primeras sospechas: un “acto de sabotaje” perpetrado por Rusia
Al día siguiente, la Comisión Europea evitó determinar el origen de los daños sufridos por el gasoducto. El portavoz comunitario de Energía, Tim McPhie, calificó de “prematuro especular cuáles son las causas” de las fugas de gas. Aun así, el portavoz principal de la Comisión Europea, Eric Mamer, puntualizó que actos de tal índole “en cualquier infraestructura” sería condenados por Bruselas.
Sin embargo, ya ese mismo día, el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, consideró que las fugas registradas en el Nord Stream eran “claramente” el resultado de “un acto de sabotaje”. Este hecho, según el líder polaco, probablemente marcaría “la siguiente etapa en la escalada de la situación a la que hacemos frente en Ucrania”, tal y como recogió la agencia estatal polaca PAP. Durante el acto de inauguración del gaseoducto Báltico, Morawiecki llegó a afirmar que, desde ese día sabían “que el Nord Stream es un gasoducto a través del que también fluye sangre ucraniana” y un indicador de que proyectos así “eran intentos clave para dominar Europa central y suponían grandes riesgos”.
El Gobierno ucraniano estableció el origen de las fugas en “un ataque terrorista planeado por Rusia”. Según el asesor de la Presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak el objetivo de este “acto de agresión” no habría sido otro que el de “desestabilizar la situación económica” en Europa. Por ello, Podoliak afirmó que la “mejor respuesta” era enviar más ayuda militar a Ucrania.
Ese mismo martes, Bjorn Lund, profesor de la Red Nacional Sísmica sueca, declaró ante la televisión pública SVT que las estaciones de medición del sur de Suecia habían registrado dos explosiones: una en la madrugada del domingo al lunes y otra el lunes por la tarde.
Estados Unidos: ¿el más beneficiado de este “acto deliberado” contra el Nord Stream?
Cuarenta y ocho horas después de los hechos, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, aseguró que su país tiene “más preguntas que respuestas en este momento” y la investigación “podría llevar tiempo”.
Por su parte, Rusia aseguró que llevaría a cabo un estudio sobre las circunstancias que derivaron a los “ataques sin precedentes” contra el Nord Stream 1 y 2. La Embajada de Rusia en Washington mostró su disconformidad, según declaraciones recogidas por la agencia TASS, ante las voces que culpan a Rusia del sabotaje a los gasoductos e insinuó que Estados Unidos podría estar detrás de las explosiones. “Lo que es obvio para nosotros es que aquellos que reflexionan sobre el incidente parecen olvidarse de hacer la pregunta principal: ¿quién se beneficia de la ruptura de los oleoductos? La respuesta está en la superficie”, expuso la institución rusa. “Incapaz de ofrecer una alternativa decente a los suministros de gas confiables y, no menos importante, baratos, Estados Unidos decidió ‘exprimir’ a Rusia como competidor utilizando métodos y sanciones no comerciales”, añadió la Embajada.
En febrero de 2023, la Casa Blanca negó su involucración en el sabotaje contra los gaseoductos en septiembre de 2022. Esta postura fue defendida tanto por el Departamento de Defensa como por el portavoz del Pentágono Garron Gran. Estas declaraciones se produjeron después de que el periodista y ganador de un premio Pulitzer Seymour Hersh implicase a buzos estadounidenses en la colocación de explosivos en el Nord Stream, según informó ‘The New York Post’.
El Kremlin señala a Gran Bretaña como autor del ataque
A finales de octubre de 2022, el Ministerio de Defensa ruso señaló, en un comunicado, a la Marina británica por las explosiones que causaron filtraciones en el Nord Stream 1 y 2. “Según la información disponible, fueron representantes de esta unidad de la Marina británica los que participaron en la planificación, preparación y ejecución de un ataque terrorista en el mar Báltico”. El portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, insistió en esta hipótesis e involucró a los británicos en un ataque contra la flota rusa en el mar Negro.
Las autoridades británicas negaron cualquier vinculación en los hechos de los que se le acusaba. Además, el antiguo vicealmirante de la Marina británica Chris Parry, aseguró al medio Sky News, que se trataba de “una pura mentira”. “La propaganda rusa siempre acusa a todo el mundo de hacer lo que han hecho ellos en realidad”, continuó.
Medios de comunicación occidentales señalan a Ucrania como la causante de las explosiones
En marzo de 2023, la prensa alemana empezó a involucrar a Ucrania en el asunto del Nord Stream. Una investigación conjunta de los medios germanos ARD, SWR, Zeit y Kontraste sostuvo que el sabotaje fue ejecutado desde un yate, alquilado a una empresa con sede en Polonia,cuya propiedad pertenecía a dos ciudadanos ucranianos. La embarcación había partido de la ciudada alemana de Rostock el 6 de septiembre de 2022. Las indagaciones iban más allá y especificaban la participación de cinco hombres y una mujer: el capitán del barco, dos buzos, dos ayudantes de buceo y un médico. La nacionalidad de las personas se desconoce, ya que habrían utilizado pasaportes falsos.
Según ‘The New York Times’, las autoridades estadounidenses habrían podido tener acceso a informaciones de inteligencia que señalarían a un grupo pro ucraniano como principal sospechoso del ataque contra los gaseoductos.
Más recientemente, en junio de 2023, una investigación realizada por la cadena pública neerlandesa NOS, el periódico alemán ‘Die Zeit’ y la cadena alemana ARD reveló que la CIA habría advertido a Ucrania, tres meses antes de que sucedieran los hechos, de que no provocara daños sobre el gasoducto Nord Stream. Los medios de comunicación neerlandeses y alemanes aseguraron en ese momento el aviso se produjo, después de que los servicios de inteligencia estadounidenses recibieran una notificación por parte de las autoridades de Países Bajos sobre posibles acciones en el Báltico.
La comunidad internacional reacciona a las acusaciones vertidas contra Ucrania
Por su parte, Kiev rechazó las acusaciones vertidas contra ellos y negó cualquier implicación en el sabotaje del Nord Stream. El asesor de la Presidencia de Ucrania, Mijailo Podoliak, tiró de ironía y aseguró que aunque disfrutaba “coleccionando divertidas teorías conspiranoicas sobre el Gobierno ucraniano” tenía que “decir que Ucrania no tiene nada que ver con el percance del mar Báltico”.
Rusia calificó esta hipótesis de “propaganda tonta estadounidense”. El vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dimitri Medvedev, definió esta teoría como “estúpida” y mantuvo que “esta teoría desvincula a Kiev, Europa, Estados Unidos o todo ese mundo occidental que ha caído en una histeria rusofóbica”. Para Medvedev, “se trata de un tercer día de drama épico de Hollywood. Una secuela de una película”.
La UE y la OTAN evitaron hacer valoraciones de las informaciones sobre la supuesta implicación de un grupo pro ucraniano en el ataque contra los gaseoductos. De todos modos, cabe recordar que, unas semanas después de lo sucedido en el Nord Stream, concretamente el 6 de octubre de 2022, el Parlamento Europeo solicitó un incremento significativo de la ayuda militar a Ucrania. Entre las razones abordadas en la resolución, la eurocámara mencionó las crecientes especulaciones sobre el sabotaje de los gaseoductos. Además, la institución europea aseguró que las explosiones eran la evidencia de los peligros de depender de los combustibles fósiles rusos.
Sabotaje en el Nord Stream: ¿qué papel tiene la ONU en la gestión del caso?
El 27 de marzo de 2023, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas votó en contra al proyecto de resolución ruso para investigar las explosiones en el Nord Stream. Tres votos a favor y doce abstenciones no han sido suficientes, pues es necesario nueve apoyos para su aprobación. A principios del mes de septiembre, la delegación de Rusia ante la ONU aseguró haber solicitado una nueva reunión del Consejo de Seguridad para debatir sobre el caso.
Hoy, 27 de septiembre de 2023, el portavoz del secretario general de la ONU, Stepháne Dujarric ha pedido “moderación” ante las diversas especulaciones que giran en torno al ataque contra los gaseoductos. Un año después de los hechos, Dujarric ha asegurado, durante una rueda de prensa, que no están “en condiciones de confirmar o verificar las diferentes afirmaciones relacionadas con el incidente”.
Artículo escrito por:
Aida Lorca Arce. Redactora de actualidad en prácticas en LISA News. Graduada en Periodismo y Relaciones Internacionales por la Universidad Francisco de Vitoria y Máster en Seguridad Internacional por la Rijksuniversiteit Groningen. Especializada en seguridad en el Ártico y geopolítica medioambiental con un alto interés en seguridad en y desde el espacio.
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