¿Por qué Hamás ha atacado ahora a Israel? ¿Qué motivos hay detrás de la incursión del grupo militar y político en territorio israelí? El fallo en la prevención de las fuentes de inteligencia israelí sumado a unas pretensiones propagandísticas y de reposicionamiento del conflicto por parte del pueblo palestino, han propiciado el traslado de epicentro del conflicto hacia el territorio israelí, entre otras intenciones.
El pasado 7 de octubre, la frontera de Israel y Gaza vivió un evento que atrapó la atención de la comunidad internacional en Oriente Medio. El brazo militar de Hamás llevó a cabo uno de los ataques sorpresa más significativos en la historia reciente contra el Estado de Israel. La envergadura de este ataque obligó a Tel Aviv a declarar el «estado de guerra», así como a responder con mano dura y bombardeos. Un giro de acontecimientos destacable en un conflicto que persiste durante décadas.
En este análisis se lleva a cabo un análisis exhaustivo de las motivaciones que subyacen al ataque. Además, se examinará en qué medida este suceso es una amenaza frente a las capacidades de los servicios de inteligencia y defensa de Israel. También se explorarán los posibles efectos que este suceso pueda tener en la escalada de acontecimientos en entre Israel y la causa palestina.
El contexto del ataque de Hamás a Israel: las 5W
La consecución de estos ataques fueron ejecutados por la organización Hamás. El grupo es considerado como una organización terrorista por Israel, Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido y otras potencias en la comunidad internacional.
Hasta el momento, la Franja de Gaza está situada en una extensión territorial de 360 kilómetros cuadrados, confinada entre el mar y el territorio israelí. Su geografía —única—, ha generado un prolongado historial de tensiones y conflictos. La historia ha estado caracterizada por frecuentes enfrentamientos entre las partes involucradas. En el caso de Israel, ha aumentado los cortes de suministros de la zona (como el agua o la electricidad). Una decisión que añade una dimensión de inseguridad humanitaria a la situación. Por el contrario, la Franja de Gaza ha servido como residencia para numerosos individuos vinculados al terrorismo. Algunos de los cuales han contado con la tolerancia e incluso el respaldo de las autoridades locales.
La compleja interacción entre factores geopolíticos y la presencia de actores extremistas ha contribuido a la perpetuación de tensiones en la región. La trayectoria histórica ha sido un factor determinante en la ocurrencia de los eventos más recientes.
En este contexto, la organización Hamás lanzó alrededor de cinco mil cohetes hacia el país vecino (aunque Israel rebaja esa cifra a la mitad). Un acto que se unió al desplazamiento de los militantes desde Gaza al territorio israelí. Principalmente, contra comunidades civiles así como bases militares en las localidades de Zikim y Re’im. Las autoridades israelíes han informado que se produjeron enfrentamientos en hasta 27 lugares distintos.
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El punto más lejano alcanzado por los ataques del Hamás fue la ciudad de Ofakim, a 22 kilómetros al este de Gaza. Esto es de particular importancia, especialmente tras las declaraciones del líder del brazo militar de Hamás, Mohammed Deif. A través de la operación Tormenta de Al-Aqsa, el representante de la milicia armada pretende extender la lucha a lo largo y ancho de todo el territorio de Israel. Deif asegura que la intención es llegar hasta la ciudad de Jerusalén.
¿Por qué Israel falló en la prevención del ataque de Hamás?
Israel ha incrementado el contexto de alerta desde su fundación. Su renombrada eficacia en materia de servicios de inteligencia, ya sea con el programa Pegasus, y a través de sus fuerzas armadas, le han convertido en una nación reconocida a nivel mundial. Sin embargo, en el contexto del reciente ataque, aparentemente se ha producido un fallo por parte de los organismos de defensa israelíes. Varios son los motivos que señalan a la tardía respuesta por parte de las fuerzas armadas de Tel Aviv.
Por ejemplo, es importante destacar que el ataque se produjo alrededor de las 6:30 de la mañana. La reacción inmediata fue mucho más complicada, ya que una parte de su población todavía no había ni amanecido. Además, el mismo sábado 7 de octubre coincidió con el sabbat judío, un día festivo de gran congregación religiosa. Así, las circunstancias generaron una mayor concentración de posibles objetivos durante el ataque.
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Por otro lado, Israel mantiene un control significativo sobre el espacio aéreo de Gaza y su frontera compartida con sistemas diseñados para prevenir incursiones desde la retirada de sus tropas y colonos de la zona en 2005. Sin embargo, existe un elemento que escapa a su control: la habilidad del Hamás para excavar túneles. Los beneficios estratégicos que obtiene son significativos, ya que las fuerzas de ocupación israelíes carecen de medidas tecnológicas efectivas para detectar la actividad de construcción de estos túneles localizados a lo largo de la barrera fronteriza.
Es cierto que la excavación es costosa y requiere de considerables recursos. De hecho, se estima que Hamás destina aproximadamente 40 millones de dólares anuales a esta actividad. Los túneles alcanzan profundidades entre los 25 y 40 metros bajo tierra, con capacidad para albergar entre 10 y 20 soldados. A pesar de sus grandes capacidades, están construidos manualmente en parte, por la preocupación de que los movimientos de tierra inusuales puedan ser detectados por los instrumentos de monitoreo israelíes.
Además, resulta imperativo considerar la base fundamental de la estrategia de Hamás, que radica en la consolidación y el mantenimiento de su poder en la Franja de Gaza, así como en la resistencia a la ocupación israelí mediante el uso de la fuerza. Con el tiempo, Hamás ha optimizado sus capacidades en el campo de batalla y ha implementado medidas para mejorar su arsenal. De esta manera, ha acumulado un depósito de armas gracias a la asistencia extranjera de Irán, Libia y Siria, entre otros.
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Actualmente, Hamás se caracteriza por ser una entidad mucho mejor coordinada, entrenada y, por tanto, más efectiva. El perfeccionamiento de su doctrina militar ha transformado sus habilidades militares. Y, aunque Tel Aviv mantiene una activa militarización y fortificación de la frontera que lo separa de la Franja de Gaza, en tan solo unas pocas horas quedaron en evidencia las deficiencias de lo que aparentaba ser una impenetrabilidad.
Los cohetes empleados por Hamás suelen enfrentar dificultades para evadir el sistema de defensa antimisiles israelí conocido como la «Cúpula de Hierro». Sin embargo, la estrategia adoptada en la jornada del ataque resultó lo suficientemente eficaz como para surtir efecto: el lanzamiento de miles de cohetes en un lapso de tiempo breve abrumó por completo la famosa cúpula.
¿Qué razones explican el ataque de Hamás a Israel?
El ataque de Hamás contra Israel se sustenta en una serie de fundamentos clave:
- El traslado del epicentro del conflicto hacia el territorio israelí. La consecución de ataques y bloqueos impuestos por Israel y Egipto, han venido ejerciendo una presión constante sobre la infraestructura y la situación socioeconómica del territorio palestino. En 2014, por ejemplo, se dio el enfrentamiento que hasta el momento se consideraba el mayor choque de la historia del conflicto, con 150 días de duración y 2.300 palestinos muertos. Por ello, no sorprende la elección del Hamás en emplear cohetes, armas de largo alcance, con ciudades israelíes como objetivo. En resumen, la estrategia de Hamás de dirigir sus ataques hacia territorio israelí ha tenido consecuencias palpables en la vida y la economía de Israel. Ha provocado una interrupción significativa en la normalidad de la sociedad israelí y sus operaciones comerciales, así como de aumentar el gasto militar.
- Boicotear las negociaciones entre Israel y Arabia Saudí sobre la normalización de las relaciones diplomáticas. Hamás podría haber percibió el acuerdo como una preservación del status quo en el conflicto por parte de uno de los principales patrocinadores de la causa palestina, Arabia Saudí. Aparentemente, la nación árabe estaba dispuesta a aceptar cierto grado de incomodidad con Palestina a cambio de obtener concesiones significativas por parte de Estados Unidos, como el respaldo para el desarrollo de una industria de energía nuclear. No obstante, el ataque perpetrado por Hamás ha alterado el equilibrio de este acuerdo, haciendo que el costo para Arabia Saudí sea mucho más elevado. Según el Jerusalem Post, Arabia Saudí ha optado por suspender las negociaciones con Israel y atribuirle a Tel Aviv la responsabilidad del ataque de Hamás, al mismo tiempo que ha manifestado su apoyo a la causa palestina.
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- Reposicionar el conflicto palestino en la agenda política mundial. Si bien es cierto que Naciones Unidas sigue siendo un gran promotor del debate sobre el conflicto. En 2012, la organización internacional garantizó a Palestina el estatus de miembro observador. En 2023, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU tuvo un debate sobre la situación de Palestina y otros territorios árabes ocupados.
- El estancamiento en el movimiento por la causa palestina por parte de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Actualmente, los palestinos se encuentran bajo el gobierno de dos facciones en conflicto. Por un lado, el partido-milicia islamista Hamás, que ejerce el control en la Franja de Gaza y, por otro lado, la OLP, una coalición encabezada por Al-Fatah, el partido fundado por Yaser Arafat que gobierna en Cisjordania. A diferencia de Hamás, la OLP posee una postura nacionalista en lugar de islamista y ha renunciado a la lucha armada, por lo que ha facilitado las relaciones diplomáticas con Israel y otras naciones occidentales. Sin embargo, la estrategia conciliadora de la OLP no ha conseguido ganar un apoyo significativo entre ciertos sectores de la población palestina. Todo ello, unido con el hecho de que el líder de la OLP y presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, se enfrenta a acusaciones por corrupción y que su respuesta ante la crisis actual ha sido emitir un comunicado en el cual defiende «el derecho de los palestinos a defenderse del terrorismo de la ocupación», provocó que los palestinos en Cisjordania saliesen a las calles para celebrar el ataque de Hamás contra Israel. Hoy, el 53% de los palestinos cree que la lucha armada es la mejor manera de poner fin a la ocupación israelí.
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- Un objetivo propagandístico y geopolítico de Hamás.
- En primer lugar, una de las intenciones es la de humillar a Israel frente a la comunidad internacional. Israel es reconocido por contar con uno de los servicios de inteligencia y seguridad más eficientes del mundo, respaldado por diversas agencias de inteligencia como el Mossad, el Shin Bet y la Dirección de Inteligencia Militar, que trabajan en conjunto para recopilar información y salvaguardar al país de amenazas. Sin embargo, la incursión de Hamás tiene como finalidad demostrar que, a pesar del riguroso bloqueo y la vigilancia ejercidos por Israel sobre Gaza, una milicia puede infligir daño a la principal potencia militar de la región en su propio territorio.
- En segundo lugar, esta serie de ataques pretende enviar un mensaje a aquellos países árabes que han normalizado sus relaciones con Israel desde el año 2020, como Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Sudán y Marruecos, así como a otros como Omán y Catar, que han mostrado interés en acercarse al Gobierno israelí. Esta aproximación se ha visto impulsada tanto por la presión de Estados Unidos como por la percepción de Israel como un atractivo socio comercial. De esta manera, los miembros de Hamás esperan que las imágenes de la devastación en Gaza generen indignación en el mundo árabe y pongan contra la espada y la pared a los líderes de las democracias occidentales a favor de una condena internacional con respecto a la virulenta respuesta de Israel.
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