Establecer una distinción entre la Yihad Islámica Palestina y la Yihad Global es crucial, particularmente en el marco del conflicto armado entre Israel y Hamás. Dada la estrecha relación entre ambos movimiento y su potencial implicación en el aumento de la alerta terrorista en el bloque occidental europeo, ahora más que nunca es esencial saber diferenciarlos, sobre todo, ante un riesgo de resurgimiento del sentimiento yihadista radical en Europa.
La Yihad Global
La Yihad Global tiene sus raíces en el surgimiento de al-Qaeda en 1988, una organización ampliamente reconocida como el elemento fundacional del terrorismo global, y cuya notoriedad alcanzó su punto máximo con los atentados del 11 de septiembre de 2001 en los Estados Unidos. Durante más de un cuarto de siglo, cualquier referencia al terrorismo global estaba intrínsecamente relacionada con al-Qaeda. Sin embargo, a lo largo del tiempo, este movimiento de alcance global ha experimentado una evolución significativa, caracterizada por su descentralización y la diversificación de sus procedimientos de acción.
Al-Qaeda, fundada por Osama bin Laden en colaboración con los militantes Abdullah Azzam y Ayman al-Zawahiri, profesa una ideología arraigada en el salafismo yihadista. Su objetivo central es la promoción de un concepto de la yihad que se interpreta exclusivamente en su dimensión belicosa, justificando la violencia terrorista tanto desde un punto de vista moral como utilitario.
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Su fin último es el establecimiento de un califato o un imperio panislámico de orientación fundamentalista, cuya entidad abarcaría la totalidad de los territorios históricamente dominados por el islam, incluyendo, por ejemplo, al-Ándalus, y buscaría imponerse sobre la totalidad de la humanidad.
Al-Qaeda, desde su origen hasta hoy, ha tildado el movimiento global bajo una estrategia dual en su lucha contra los enemigos, categorizando a estos en dos grupos distintos: enemigos cercanos y enemigos lejanos. El concepto de «enemigo cercano» se refiere a países cuyas poblaciones son mayoritariamente musulmanas, pero cuyos gobernantes son etiquetados como apóstatas por los yihadistas, basada en la percepción de que estos líderes traicionan los principios del islam en favor de políticas laicas o seculares.
En contraste, los «enemigos lejanos» se refieren a todas aquellas sociedades que son consideradas como «infieles». Aunque la creencia popular crea lo contrario, estas no son necesariamente occidentales. Esta categorización incluye a cualquier sociedad o entidad que no siga la interpretación radical de la ideología yihadista de al-Qaeda, independientemente de su ubicación geográfica. En otras palabras, los «enemigos lejanos» se definen principalmente en función de sus creencias y prácticas religiosas.
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Al-Qaeda, a lo largo de su historia, ha experimentado una serie de evoluciones y transformaciones significativas. Inicialmente, este movimiento comienza con fuerza, aprovechando el santuario que le proporcionaron los talibanes en Afganistán desde 1996. Durante este período, sus miembros llevaron a cabo ataques altamente letales en diferentes partes del mundo, aunque el 11S supuso el punto de inflexión hacia el cambio de la organización terrorista.
Como consecuencia de los eventos del 11S, Al-Qaeda perdió su santuario en Afganistán y se trasladó a las zonas tribales de Pakistán. Por otro lado, en la década posterior, la organización experimentó una descentralización de sus ramas territoriales subordinadas y estableció relaciones de asociación con organizaciones de orientación similar en diversas regiones del mundo islámico. Además, surgieron nuevas entidades afines, todas ellas inspiradas en la ideología común del salafismo yihadista.
Algunas de estas organizaciones incluyen a Al-Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), Al-Qaeda en la Tierra de los Dos Ríos, Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), así como otras organizaciones asociadas con Al-Qaeda central o sus extensiones, como Yemaa Islamiya (YI), Therik e Taliban Pakistan (TTP), al-Shabab (AS), el Emirato del Caúcaso (EC) y, más recientemente, Boko Haram (BH). A pesar de estas ramificaciones y asociaciones, la ideología y las directrices de Al-Qaeda continúan desempeñando un papel fundamental como la matriz del yihadismo global.
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Se ha de destacar que, a pesar de obstáculos como el abatimiento de Osama bin Laden, en 2011 o la pérdida de legitimidad entre la población musulmana víctima de muchos ataques, Al-Qaeda como estructura terrorista global ha logrado adaptarse y mantener su actividad. Ha aprovechado la progresiva inestabilidad en Oriente Medio y el Norte de África para expandirse y tratar de fortalecerse, particularmente en lugares como Siria y Malí.
Es cierto que la ruptura significativa entre Al-Qaeda y una de sus ramas territoriales en Oriente Próximo resultó en la creación del ISIS en 2013. El ISIS ha superado con creces a Al-Qaeda en términos de movilización de seguidores y reclutamiento de militantes o colaboradores, tanto dentro como fuera de la región, por lo que es esencial destacar este hecho al ser un elemento clave en la radicalización y reavivación de la yihad en todo el mundo.
A pesar de esta rivalidad, ambas organizaciones comparten una ideología y objetivos similares, ya que ambas están arraigadas en el salafismo yihadista. Por ello, la Yihad Global, aunque dividida sigue pretendiendo imponer por la fuerza una interpretación excluyente y rigorista del islam sobre la humanidad y restablecer el califato en los territorios donde alguna vez rigieron las enseñanzas del Corán desde el siglo VII.
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La Yihad Islámica Palestina
La Yihad Islámica Palestina (YIP) es una organización paramilitar palestina con raíces en la lucha por la liberación de Palestina y la resistencia armada contra Israel en las tierras reclamadas por los palestinos desde 1947.
Fundada en 1981 en la Franja de Gaza por Fathi Shaqaqi y Abd al Aziz Awda, la Yihad Islámica Palestina ha atraído a un total de 1.000 individuos, de entre ellos, nacionalistas palestinos descontentos con el liderazgo secular de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que es el representante oficial del pueblo palestino, así como a islamistas insatisfechos con la moderación en la causa de los Hermanos Musulmanes, un movimiento islamista global fundado en Egipto.
A diferencia de algunos grupos palestinos como Hamás que persiguen objetivos políticos, la Yihad Islámica Palestina se enfoca principalmente en lucha armada, sin una participación activa en la política. Su objetivo se basa principalmente en destruir el Estado de Israel, al que no reconocen. Es por ello, que la organización ha estado involucrada en una serie de intercambios de ataques con Israel desde su creación.
Uno de los eventos más recientes ocurrió en 2022, cuando los bombardeos israelíes resultaron en la muerte de un líder de la organización. A su vez, se sospecha que, aunque no participó directamente en la incursión militar de Hamás contra Israel del 7 de octubre, podría estar involucrada en el ataque contra el hospital Al Ahli de Gaza, según las autoridades israelíes. Además, se ha observado que la Yihad Islámica Palestina está colaborando con Hamás en otros ataques actuales.
Es importante destacar que la Yihad Islámica Palestina, aunque comparten objetivos, se diferencia de Hamás en términos de extremismo ideológico, ya que la primera es considerada mucho más radical en su enfoque islamista. De hecho, es cierto que Hamás posee más recursos y mejores armas; sin embargo, esta ha sido más cautelosa en su participación en la lucha armada, en parte debido a su responsabilidad hacia la población gazatí.
Finalmente, se ha de tener en cuenta que, la Yihad Islámica Palestina opera en múltiples ubicaciones, incluyendo Israel, la Franja de Gaza y Cisjordania, donde lleva a cabo actividades militares y terroristas.
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Diferencias entre la Yihad Islámica Palestina y la Yihad Global
En resumen, existen ciertas diferencias que deben establecerse entre la Yihad Global y la Yihad Islámica Palestina en varios aspectos clave:
Objetivos:
- Yihad Global: Su objetivo central es la creación de un Estado Islámico que abarque una parte significativa del mundo musulmán y más allá, con la imposición de una interpretación radical del islam.
- Yihad Islámica Palestina: Su objetivo principal es la destrucción de Israel y el establecimiento de un Estado Palestino en la región.
Enemigos:
- Yihad Global: Considera como enemigos a países y sociedades que no siguen su interpretación radical del islam, lo que incluye tanto a naciones occidentales como a otras sociedades musulmanas que considera apóstatas o no acordes a su ideología.
- Yihad Islámica Palestina: Su enemigo principal es Israel, y se enfoca en la lucha contra este Estado en particular. Su objetivo es la eliminación de Israel y la liberación de Palestina.
Presencia geográfica:
- Yihad Global: La Yihad Global opera en múltiples regiones y países de todo el mundo, con células y afiliados en diferentes continentes. Su alcance es global, como lo sugiere su nombre.
- Yihad Islámica Palestina: Aunque tiene presencia en Irán, Líbano y Siria, donde ha establecido contactos y redes, su enfoque y esfuerzos son fundamentalmente regionales, centrados en Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza.
A pesar de las diferencias, es cierto que algo que une sin ninguna duda a ambas organizaciones es el uso de la violencia armada y los ataques como medios para alcanzar sus objetivos. Así como la ideología islamista como fuente principal de motivación en sus acciones.
La Yihad Islámica Palestina y el terrorismo en Europa
El ataque de Hamás a Israel del pasado 7 de octubre y eventos similares tienen potenciales consecuencias en el marco internacional actual. La inclusión de la «liberación» de Palestina y la «destrucción» de Israel como objetivos fundamentales dentro de los propósitos de organizaciones globales, como Al-Qaeda y el ISIS, pueden agregar una capa adicional de complejidad a la situación en Oriente Medio y sus conexiones con el mundo Occidental. Este tipo de organizaciones pueden buscar capitalizar el sentimiento de agravio e ira entre la población palestina y la comunidad musulmana en general y movilizar a sus propios partidarios y simpatizantes contra objetivos judíos en Oriente Medio y más allá, incluyendo Europa.
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En particular, Europa Occidental, con su considerable población judía y, en particular, países como Francia que albergan la mayor comunidad judía del continente, se convierte en un escenario prioritario de la amenaza terrorista contra objetivos judíos, así como nacionales de países de manifiesto apoyo al Estado de Israel en la contienda actual. En la última década, hemos sido testigos de atentados en países europeos como Francia, Bélgica y Dinamarca, especialmente durante los años 2015 y 2016. En las últimas semanas, parece que los hechos se repiten, como hemos visto en Francia o Bélgica, lo que subraya la importancia de abordar la seguridad y la prevención del extremismo en la Unión Europea.
La utilización de tensiones en la región de Oriente Medio para avanzar en la agenda de organizaciones del yihadismo global es un desafío significativo en la lucha contra el terrorismo. La comunidad internacional y los países europeos en particular deben trabajar en conjunto para prevenir la radicalización y el extremismo, y garantizar la seguridad de todas sus comunidades.
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