Descubre qué es el geoesquema de la ONU, por qué es así y para qué sirve.
¿Sabías que el mapa del mundo que ves en los informes de la ONU no es exactamente igual al que aprendiste en tu etapa educativa? La Organización de las Naciones Unidas (ONU) tiene su propia forma de ver el planeta, y lo hace a través de un sistema llamado geoesquema. Este mapa divide el mundo en 22 regiones, cada una con países agrupados por características geográficas, económicas y culturales similares. Y aunque suene como un detalle técnico, tiene una importancia enorme para entender cómo se organiza el mundo y se toman decisiones internacionales.
¿Cuál es el objetivo?
El geoesquema de la ONU no es solo una manera de colorear el mundo. Se creó en 1982 con el propósito de estandarizar la presentación de datos para facilitar el análisis y la comparación entre países. Así, cuando la ONU habla de «América del Sur», «Sudeste Asiático» o «Europa Meridional», entre otros, no lo hace por casualidad, sino porque estos grupos permiten estudiar tendencias, desigualdades y avances en diferentes temas como la pobreza, la salud o el desarrollo económico de forma coherente.

Este sistema divide el mundo en cinco continentes principales (África, América, Asia, Europa y Oceanía), y cada uno se subdivide en regiones más pequeñas. Por ejemplo, África tiene cinco subregiones, América cuatro, Asia cinco, Europa cuatro y Oceanía cuatro. Entre ellas, destacan regiones como el Caribe, Micronesia o Europa Oriental, que muchas veces no coinciden con las divisiones tradicionales de los atlas.
¿Por qué es así y para qué sirve?
La razón principal de esta división es práctica y estadística. Los países dentro de cada región suelen compartir retos, oportunidades y contextos similares, lo que permite a la ONU y a sus agencias (como la OMS o el PNUD) diseñar políticas y programas adaptados a cada grupo. Además, este sistema facilita la comparación de indicadores entre regiones, haciendo que los informes sean más fáciles de entender y aplicar.
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Por ejemplo, si se quiere saber cómo evoluciona la pobreza en América Latina, el geoesquema permite agrupar todos los países de la región y compararlos entre sí y con otras regiones del mundo. También ayuda a que los países tengan una representación equitativa en los órganos de decisión de la ONU, como el Consejo de Seguridad, donde se busca una distribución geográfica justa.
No obstante, el geoesquema se ha ido actualizando varias veces para reflejar, perfeccionar y actualizar los cambios en el mundo. Por ejemplo, la disolución de la Unión Soviética en 1991 obligó a crear nuevas regiones en Asia. Por su parte, en 2005 se separó Asia central de Asia meridional para reflejar mejor la realidad geopolítica y económica.
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