En este artículo se explica qué es el asilo político, quién puede solicitarlo y por qué sigue siendo una herramienta clave de protección para quienes huyen de la persecución.
Cada vez que una crisis internacional estalla, el concepto de «asilo político» vuelve a ocupar titulares. Pero fuera de las portadas, pocos comprenden realmente qué significa, quién puede pedirlo y por qué es tan delicado.
No se trata de un trámite migratorio cualquiera ni de un privilegio al alcance de todos. Es, más bien, una forma de protección ante amenazas graves que impiden a una persona vivir con seguridad en su país.
Desde el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) explican que muchas personas piden asilo tras haber sufrido persecución por motivos políticos, por denunciar abusos de poder o por defender derechos humanos en lugares donde eso se paga caro: amenazas, cárcel o incluso torturas.
¿Qué es un solicitante de asilo?
Un solicitante de asilo es alguien que ha pedido protección internacional pero aún no ha recibido respuesta oficial. Es decir, no es automáticamente reconocido como refugiado.
Según datos del ACNUR, cada año cerca de un millón de personas en todo el mundo solicitan asilo, confiando en que otro país les proporcione amparo ante el peligro.
➡️ Te puede interesar: Las principales rutas migratorias en el mundo
Durante situaciones de guerra o crisis humanitaria, los gobiernos pueden autorizar el paso de grandes grupos sin necesidad de revisar caso por caso. Es lo que se conoce como refugiados prima facie. Pero en la mayoría de los escenarios, cada petición debe estudiarse de forma individual.
¿Cuál es la diferencia entre asilo político y asilo?
El asilo político es solo una de las formas que puede tomar la protección internacional. No todo asilo se concede por razones políticas.Hay personas que huyen por su orientación sexual, por violencia de género, por persecución religiosa o étnica. Y todas esas situaciones también pueden justificar una solicitud de asilo.
¿Quién puede pedir asilo en otro país?
La Convención de Ginebra de 1951 indica que puede pedir asilo cualquier persona que tema ser perseguida por razones de raza, religión, nacionalidad, ideas políticas o pertenencia a un grupo social determinado. Esa persecución debe ser real, creíble y peligrosa.
En la práctica, mientras se resuelve la solicitud, el país receptor no puede deportar ni expulsar al solicitante. Es lo que se conoce como el principio de no devolución, recogido tanto en el derecho internacional como en la legislación española.
➡️ Te puede interesar: El Tapón del Darién: una de las rutas más peligrosas para migrantes
¿Cómo se solicita asilo en España?
El procedimiento debe iniciarse de forma presencial ante la Oficina de Asilo y Refugio, dependiente del Ministerio del Interior. Lo establece la Ley 12/2009. Desde ese momento, cualquier orden de expulsión queda suspendida hasta que se resuelva la petición.
Durante el proceso, la persona solicitante tiene derecho a asistencia jurídica gratuita, atención sanitaria, acceso a prestaciones sociales básicas, intérprete y a que se comunique su caso al ACNUR.
➡️ Si quieres aprender más, te recomendamos los siguientes cursos de LISA Institute.




