El plan migratorio liderado por Tom Homan prevé redadas y arrestos de inmigrantes irregulares en ciudades clave desde el primer día de mandato de Trump.
La nueva administración de Donald Trump, liderada en materia migratoria por el «zar de las fronteras» Tom Homan, ha anunciado un plan de arrestos y redadas masivas de inmigrantes indocumentados que comenzará el martes 21 de enero, un día después de la toma de posesión presidencial. Según Homan, estas redadas se llevarán a cabo en varias ciudades del país, siendo «Chicago solo uno de muchos lugares». En declaraciones a Fox News, Homan afirmó que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) actuará con mayor libertad para cumplir con las leyes migratorias, priorizando la detención de extranjeros con antecedentes penales o considerados una amenaza para la seguridad pública. Sin embargo, dejó claro que ningún migrante indocumentado estará exento de ser arrestado.
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El anuncio ha generado preocupación entre organizaciones defensoras de los derechos humanos, quienes temen un impacto negativo en las comunidades migrantes. Aunque Homan aseguró que las deportaciones se realizarán «de manera humana» y sin separar a las familias, su historial como director interino del ICE durante el primer mandato de Trump, cuando se implementó la política de separación familiar, ha suscitado escepticismo. Además, este plan refuerza la retórica antiinmigrante que caracterizó la campaña electoral de Trump y que ahora se traduce en acciones concretas para cumplir su promesa de llevar a cabo «la mayor operación de deportación en la historia del país». Por ello, Trump deberá lidiar con el posible coste político y el desafío humanitario, ya que podrían profundizar las divisiones sociales y generar tensiones entre el gobierno federal y las ciudades que han prometido resistir estas medidas.
Trump confirma el fin de la «invasión» de las fronteras
En vísperas de su investidura como presidente de Estados Unidos, Donald Trump ha ofrecido un discurso en un multitudinario mitin en Washington. El presidente electo ha centrado gran parte de su mensaje en la cuestión migratoria, reiterando su compromiso de poner fin a lo que él denomina una «invasión» de las fronteras estadounidenses. Trump ha asegurado que antes del atardecer del día de su toma de posesión, el 20 de enero, habrá detenido esta supuesta invasión y que todos los «intrusos ilegales» estarán de vuelta en sus países de origen. Además, Trump ha anticipado una serie de órdenes ejecutivas que planea firmar en su primer día en la Casa Blanca, enfocadas en la seguridad fronteriza y en lo que él describe como «justicia para las víctimas de violencia» a manos de inmigrantes indocumentados.
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El discurso de Trump no se limitó a la cuestión migratoria. En un tono triunfalista, prometió los «100 mejores días» de inicio de mandato en la historia del país, asegurando que actuará con una «velocidad y fuerza sin precedentes» para abordar todas las crisis que enfrenta Estados Unidos. Entre sus promesas más controvertidas, destacó su intención de indultar a los involucrados en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2020, una declaración que seguramente avivará el debate sobre su papel en aquellos eventos. Trump también se atribuyó el mérito de «salvar» TikTok, a pesar de sus intentos previos de prohibir la aplicación durante su primer mandato, y elogió el papel de su enviado especial en el reciente acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás. También prometió desclasificar los archivos relacionados con los asesinatos de John F. Kennedy, Robert Kennedy y Martin Luther King.
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