El territorio no incorporado de Estados Unidos busca ser un estado más dentro del país, aunque los apoyos a la independencia ganan adeptos. La victoria de Donald Trump puede dificultar esa decisión, ya que Puerto Rico sería un feudo demócrata.
El martes 5 de noviembre, Puerto Rico celebró elecciones para elegir a su nuevo gobernador y también para decidir sobre el estatus político de la isla. Jenniffer González, del Partido Nuevo Progresista (a favor de la estadidad), ganó la gobernación. Además, se realizó un referéndum no vinculante sobre el futuro político de Puerto Rico con tres opciones: estadidad (ser un estado más), independencia (abandonar cualquier vínculo con Estados Unidos) e independencia con libre asociación (tal y como está ahora). La estadidad obtuvo el 56,82% de los votos, seguida por la independencia con el 31%, siendo la primera vez que esta opción alcanzaba el segundo lugar. La libre asociación se quedó en un pobre 12,33%, en una votación que alcanzó el 66,42% de participación. 930 mil votos se validaron y más de 165 mil votos quedaron en blanco.
Harris arrasa en votación simbólica
En una votación simbólica realizada en Puerto Rico para las elecciones presidenciales de Estados Unidos, la candidata demócrata Kamala Harris obtuvo una clara victoria sobre el republicano Donald Trump. Harris recibió el 73,46% de los votos de más de 700 mil personas, mientras que Trump obtuvo el 26,54% de más de 250 mil personas. La Comisión Estatal de Elecciones (CEE) de Puerto Rico informó que la participación fue del 57,51%, con 1.114.471 votos emitidos de un total de 1.937.707 personas inscritas.
Esta votación es meramente simbólica, ya que los residentes de Puerto Rico, a pesar de ser ciudadanos estadounidenses, no pueden votar en las elecciones presidenciales federales. Esto se debe a que Puerto Rico es un «territorio no incorporado» y no un estado, por lo que carece de representación en el Colegio Electoral y no puede elegir senadores ni representantes para el Congreso en Washington. El objetivo de esta consulta es expresar la preferencia de los puertorriqueños y mantener su voz presente en el debate político nacional.
La victoria presidencial de Trump dificulta la estadidad
La victoria simbólica de Kamala Harris en Puerto Rico en las elecciones de 2024 podría complicar las aspiraciones de estadidad de la isla bajo el mandato de Donald Trump. Aunque Puerto Rico eligió a Jenniffer González, una republicana pro-estadidad, como gobernadora, el apoyo mayoritario a Harris en la votación presidencial simbólica (73,46% frente al 26,54% de Trump) demuestra una clara inclinación demócrata entre los puertorriqueños.
Esta tendencia podría generar resistencia entre los republicanos en el Congreso, quienes podrían ver la incorporación de Puerto Rico como estado como una amenaza a su poder político, ya que probablemente aportaría senadores y representantes demócratas al legislativo federal. Así, la paradoja de un gobierno local republicano y un electorado mayoritariamente demócrata podría dificultar el camino hacia la estadidad bajo la administración Trump.
¿Qué se necesita para que Puerto Rico sea un estado más?
Para que Puerto Rico se incorpore como un estado de los Estados Unidos se requiere la aprobación del Congreso estadounidense. Aunque los puertorriqueños han expresado su deseo de convertirse en estado en varios referéndums, la decisión final recae en el Congreso. Este proceso implica que ambas cámaras del Congreso (la Cámara de Representantes y el Senado) deben aprobar una ley de admisión, y luego el Presidente debe firmarla. Su incorporación requeriría grandes cambios en la estructura gubernamental y fiscal para alinearse con los requisitos federales. Además, se necesitaría una transición en aspectos como la representación en el Congreso, la participación en elecciones presidenciales y la aplicación completa de las leyes y programas federales.
Crece el independentismo en Puerto Rico
En los últimos referéndums sobre el estatus político de Puerto Rico, se ha observado un crecimiento del apoyo a la independencia. En 2012, esta opción obtuvo solo un 5.5% de los votos. Sin embargo, en el plebiscito de 2020, aunque no se incluyó la independencia como opción directa, el «No» a la estadidad (que incluía a los partidarios de la independencia) alcanzó un 47.5%.
El referéndum de 2024 confirmó este aumento. En esta consulta, la opción de independencia obtuvo un 31% de los votos, un incremento notable respecto a consultas anteriores. Esto evidencia que cada vez más puertorriqueños desean la autodeterminación. Además, indica que la idea de la independencia está ganando terreno frente a otras opciones como la estadidad o el mantenimiento del estatus actual.
Opciones en la papeleta
- Estadidad. Convertiría a Puerto Rico en un estado de Estados Unidos en igualdad de condiciones. Los puertorriqueños tendrían plenos derechos como ciudadanos estadounidenses. La Constitución de Estados Unidos se aplicaría totalmente en la isla. Puerto Rico tendría representación en el Congreso y participaría en las elecciones presidenciales. Además, dejaría de ser una posesión para fines fiscales. Los residentes y empresas estarían sujetos a las leyes tributarias federales y estatales, como en cualquier otro estado.
- Independencia. La independencia haría de Puerto Rico una nación soberana. Tendría plena autoridad sobre su territorio y población bajo su propia constitución. Puerto Rico manejaría su política fiscal, monetaria, inmigración y relaciones internacionales. Establecería sus propias leyes de ciudadanía, aunque los actuales ciudadanos estadounidenses podrían mantener su estatus. La isla ya no sería una posesión de Estados Unidos para fines fiscales. Las leyes y la Constitución de Estados Unidos dejarían de aplicarse, y la soberanía estadounidense en Puerto Rico terminaría.
- Soberanía en Libre Asociación con los Estados Unidos. Esta opción mantendría a Puerto Rico tal y como está ahora; una nación soberana en asociación con Estados Unidos. La isla tiene su propia constitución y maneja sus asuntos internos y externos. Sin embargo, algunos aspectos se negociarían con Estados Unidos en los Artículos de Libre Asociación. Puerto Rico controlaría su ciudadanía, pero los actuales ciudadanos estadounidenses podrían mantener su estatus. La isla no sería una posesión de Estados Unidos para fines fiscales. La Constitución y leyes de Estados Unidos no se aplicarían, salvo lo acordado en los Artículos. Esta relación podría incluir acuerdos sobre defensa, economía y otros aspectos, y podría ser terminada por cualquiera de las partes.
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Artículo escrito por:
Rubén Asenjo Morillas. Periodista apasionado por la actualidad internacional y la geopolítica. Escribo para entender el mundo en constante cambio y compartir perspectivas que despierten la reflexión y el debate. Comprometido con la búsqueda de la verdad y las historias que impacten e inspiren.