- La Junta Militar de los tres formalizan la creación de la Confederación de Estados del Sahel, una alianza militar, económica y de seguridad.
- Estos países abandonan la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO).
- Este movimiento podría alejar a Occidente y acercar a Rusia a la región.
La cúpula militar de Burkina Faso, Níger y Malí han acordado crear la Confederación de la Alianza de Estados del Sahel (AES), un acuerdo político, económico y militar. Este pacto se ha firmado en julio de 2024 en Niamey, la capital de Níger, en la celebración de la primera cumbre de esta organización de países africanos. Los objetivos son fortalecer la integración y la cooperación regional en múltiples ámbitos. El motivo de la creación deriva del golpe de Estado en Níger, donde la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) amagó con intervenir de forma militar.
Los líderes de la junta militar de los tres países han sido los firmantes. Con esto, «deciden avanzar hacia una mayor integración entre los estados miembros de la Alianza de Estados del Sahel». La finalidad es «establecer una confederación que busca el libre movimiento de personas, bienes y servicios». De igual forma, se busca la colaboración militar y la creación de una moneda propia regional. Asimismo, los tres países buscan facilitar la integración militar mediante la creación de una fuerza militar conjunta. Además, su intención es facilitar la integración económica y aumentar la seguridad en la región. De igual manera, su meta busca cooperar ante cualquier peligro de rebelión armada o ataque. «Cualquier ataque a la soberanía e integridad territorial de una o más partes contratadas será considerado una agresión contra las otras partes», aseguraron en el pacto de seguridad del Sahel firmado en septiembre de 2023.
Ruptura con la CEDEAO
Tras el anuncio de esta nueva Confederación de Estados del Sahel, los tres países firmantes rompen definitivamente con la CEDEAO. Además, reclaman las sanciones impuestas por organismos occidentales como la CEDEAO o la Unión Económica y Monetaria de África Occidental (UEMOA) tras el «impacto nocivo de las prácticas ilegales, ilegítimas y actos inhumanos y amenazas de agresión» hacia sus «Estados Soberanos».
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El tratado hace énfasis en combatir el terrorismo en la región del Sahel, provocados, según ellos, por organismos «oscurantistas, instrumentalizados y controlados a distancia». Así, estos tres países pondrán a su disposición la creación de la Fuerza Conjunta de los Estados del Sahel, un grupo militar que tendrá fuerzas militares de los tres para hacer frente a los grupos violentos de la zona.
Cooperación militar y económica
El coronel maliense que ha suscrito el acuerdo, Assimi Goita, asegura que «la dimensión de seguridad, que motivó en un primer momento la creación de la AES, está ahora plenamente atendida por las distintas Fuerzas de Defensa y Seguridad de la Alianza, que actuarán en perfecta complementariedad para hacer frente a los ataques terroristas y adoptarán una postura ofensiva para neutralizar a estos grupos sin ley».
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Sin embargo, todavía queda acordar los pactos económicos y políticos que se llevarán en la AES de cara a próximas cumbres. Se prevé la formación de un banco central conjunto, un banco de inversión y un fondo de estabilización. «Este marco estratégico del que surgirán resoluciones que marcarán el rumbo para el retorno de la paz, el establecimiento de la seguridad, la implementación y el fortalecimiento de acciones comunes de desarrollo para la felicidad de los pueblos del Sahel», aseguran en el comunicado conjunto.
«Es un momento histórico porque constituye un paso importante en la consolidación de los vínculos entre los pueblos del espacio saheliano y representa la culminación de nuestra feroz voluntad común de reconquistar nuestra soberanía y rehabilitar nuestra legendaria dignidad», aseguró Abdourahmane Tiani, el general nigerino.
Un posible acercamiento a Rusia
La creación de la Confederación de la Alianza de Estados del Sahel perjudica a Occidente y beneficia a Rusia por varias razones. Una de ellas es la pérdida de influencia de Occidente en la región. Esto se debe a que los países del Sahel, como Malí, Burkina Faso y Níger, se han ido alejando de Occidente, especialmente de Francia, y acercándose más a Rusia por el fracaso percibido de las intervenciones antiterroristas lideradas por países occidentales en la región.
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El segundo motivo que conlleva el fortalecimiento de la presencia rusa es que Moscú ha sabido aprovechar el distanciamiento de los países del Sahel con Occidente para fortalecer sus vínculos diplomáticos y de seguridad con ellos. La confederación podría facilitar una mayor cooperación militar y de inteligencia entre Rusia y los países miembros. Por esto, la Confederación de la Alianza de Estados del Sahel reduce la influencia de Occidente en la región y podría abrir la puerta a una mayor presencia e injerencia rusa, lo cual perjudica los intereses estratégicos de Europa en el Sahel.
Rusia obtiene varios beneficios al fortalecer su presencia en la región del Sahel. Por el momento, ha conseguido desplazar la influencia de Francia y Occidente en estos países clave. Esto le permite ganar terreno geopolítico en detrimento de los intereses occidentales. Además, la región del Sahel es rica en recursos naturales, por lo que su presencia le garantiza el acceso y el control de ellos.
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Por otro lado, le permite consolidar su presencia y proyectar su poder en una región clave entre el Golfo de Guinea y el Norte de África. Esto fortalece su posición geopolítica a nivel global. Al controlar la inestabilidad en esta región, Moscú puede manipular los flujos migratorios hacia Europa, por lo que podría utilizarlos como herramienta de presión política en el marco de la invasión de Ucrania. Por último, esta influencia de Rusia pone en riesgo los proyectos energéticos clave de la UE, como el gasoducto Warri-Hassi R’Mel, que atraviesa Níger.
La CEDEAO anuncia sanciones
Omar Touray, jefe de la Comisión Ejecutiva de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), ha confirmado que la organización impone la obligación de presentar visado a todos los ciudadanos de Malí, Burkina Faso y Níger. Esto se produce tras la creación de la Confederación de Estados del Sahel. Además, los residentes de alguno de esos tres países no tendrán permitido crear empresas, y estarán bajo la regulación de las leyes nacionales. De igual forma, ha criticado la «desintegración» que provoca esto.
«Nuestras poblaciones se ven beneficiadas de la libertad de circulación en nuestra zona, así como la ventaja de nuestro mercado común de más de 400 millones de habitantes. Es evidente que la desintegración no solo perturbará la libertad de movimiento y asentamiento de las personas, sino que también empeorará la inseguridad en la región», ha lamentado. Además, la CEDEAO asegura que se esperaban este anuncio. «Había dos opciones, o que volvieran a negociar o que confirmaran su salida. Han elegido lo segundo, así que tendrán que asumir las consecuencias».
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Artículo escrito por:
Rubén Asenjo Morillas. Periodista apasionado por la actualidad internacional y la geopolítica. Escribo para entender el mundo en constante cambio y compartir perspectivas que despierten la reflexión y el debate. Comprometido con la búsqueda de la verdad y las historias que impacten e inspiren.
