Moderada por Daniel Villegas, Director General de LISA Institute, la quinta mesa del Congreso LISA 2025 reunió a tres profesionales con trayectorias complementarias: Zaida Medina, investigadora criminal en la Sección de Trata de Seres Humanos de la Guardia Civil; Iciar Iriondo, directora y fundadora de DACRIM; y Salvador Gamero, fundador de Cibergia y experto en investigación privada.
En la apertura, los ponentes coincidieron en que la criminología es una ciencia transversal, capaz de nutrirse de la psicología, la victimología, la cibercriminología y la investigación criminal. La idea central fue que los profesionales de la criminología no solo analizan el delito, sino que también contribuyen a prevenirlo y contextualizarlo, influyendo directamente en la seguridad objetiva y en la percepción social de seguridad.
Prevención e investigación desde el sector público
Zaida Medina puso el foco en la trata de seres humanos, un delito de gran impacto que requiere capacidades de investigación avanzadas, sensibilidad hacia las víctimas y coordinación internacional.
Subrayó la importancia de combinar el análisis criminológico con la acción operativa, para comprender mejor las dinámicas de las redes criminales y poder intervenir de forma más eficaz.
El análisis criminológico aplicado al ámbito corporativo
Desde una visión académica y aplicada, Iciar Iriondo señaló que cada vez más organizaciones privadas reconocen el valor de la criminología como herramienta de análisis estratégico. Su experiencia al frente de DACRIM refleja cómo la investigación y la consultoría criminológica ayudan a las empresas a evaluar riesgos internos, prevenir conflictos laborales, fortalecer la seguridad corporativa y mejorar la relación con entornos sociales vulnerables.
La perspectiva de la investigación privada
Salvador Gamero destacó el papel creciente de la investigación privada en apoyo al sector público y empresarial, sobre todo en casos de fraude, delitos corporativos y cibercrimen. Su intervención giró en torno a cómo los investigadores privados pueden aportar información útil y pruebas de calidad, trabajando en paralelo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, pero con metodologías adaptadas a las necesidades del cliente.
Formación y competencias para el futuro
La mesa coincidió en que los profesionales de la criminología deben contar con una combinación de competencias:
- Conocimientos jurídicos y sociales.
- Capacidades tecnológicas y digitales (cibercrimen, OSINT, análisis de datos).
- Habilidades de comunicación y trabajo interdisciplinar.
- Sensibilidad hacia las víctimas y visión ética en la intervención.
Se explicó que el futuro de la criminología pasa por la cibercriminología y la inteligencia criminal, áreas con un enorme potencial de crecimiento profesional.
Conclusiones
De la mesa se desprendieron varias conclusiones clave:
- La criminología es esencialmente preventiva: permite entender mejor al delincuente, la víctima y el contexto, lo que posibilita actuar antes de que los delitos se consoliden.
- La trata de personas es uno de los mayores desafíos actuales, y requiere un enfoque integral que combine investigación, protección a víctimas y cooperación internacional.
- El sector privado demanda cada vez más criminólogos, tanto para seguridad corporativa como para consultoría en riesgos sociales y reputacionales.
- La investigación privada complementa al sector público, aportando flexibilidad y especialización en la detección de fraudes, delitos económicos y cibercrímenes.
- El futuro pasa por perfiles híbridos, capaces de combinar análisis social, competencias digitales y visión estratégica.
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