La operación Baltic Sentry es la nueva estrategia naval de la OTAN para proteger infraestructuras críticas y fortalecer la seguridad del mar Báltico. Fragatas, drones submarinos y patrullas aéreas se desplegarán contra las amenazas como la ‘flota en la sombra’ rusa y los sabotajes a cables eléctricos, telecomunicaciones o gasoductos.
La OTAN ha anunciado el lanzamiento de una nueva operación de vigilancia naval en el mar Báltico denominada «Baltic Sentry». Esta iniciativa surge como respuesta a una serie de incidentes preocupantes que han afectado a infraestructuras submarinas críticas en la región, incluyendo daños a cables eléctricos, enlaces de telecomunicaciones y gasoductos. La operación busca aumentar la presencia militar de la Alianza en la zona y disuadir posibles ataques o actividades de sabotaje. Para ello, se desplegará una combinación de recursos que incluye fragatas, aeronaves de patrullaje marítimo, satélites submarinos y, por primera vez, una pequeña flota de drones navales de vigilancia y disuasión.
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El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha enfatizado la importancia de esta misión para mejorar la capacidad de la organización de proteger infraestructuras clave y prevenir actividades desestabilizadoras en el Báltico. Aunque no se han revelado detalles específicos sobre el número exacto de medios que se desplegarán, Rutte ha asegurado que la OTAN utilizará «toda la gama de opciones» disponibles para garantizar una respuesta efectiva a las amenazas emergentes. Esta decisión refleja la preocupación de la Alianza por la seguridad en esta zona, especialmente tras la invasión rusa de Ucrania y el aumento de las tensiones geopolíticas en el noreste del continente.
Contra los actos de sabotaje
Un aspecto particularmente preocupante para la OTAN es la actividad de la llamada «flota en la sombra» rusa, barcos que operan en el Báltico bajo banderas de conveniencia y que se sospecha están involucrados en actos de sabotaje y evasión de sanciones. El incidente reciente con el petrolero Eagle S en aguas finlandesas ha puesto de manifiesto la necesidad de una respuesta más contundente. En este contexto, los países miembros de la OTAN están considerando la implementación de nuevas sanciones y medidas más estrictas contra estos buques sospechosos, incluyendo la posibilidad de abordaje, incautación y arresto de tripulaciones.
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«Implicará una serie de recursos, incluyendo fragatas y aviones de patrullaje marítimo, entre otros. También utilizará satélites submarinos y una pequeña flota de drones navales que mejorarán la vigilancia y disuasión en el Báltico. No se especificarán los medios que se utilizarán y desplegarán. Lo que importa es que emplearemos los medios militares correctos en los lugares y momentos adecuados para disuadir una futura acción desestabilizadora. Usaremos toda la gama de opciones que tenemos en la alianza», explicó Mark Rutte. El presidente de Finlandia ha explicado que «no importa» el autor de las acciones dañinas en el Báltico, sino «sus consecuencias» por los daños en infraestructuras. Por ello, pide «estar siempre un paso por delante», ya que «habrá más probabilidad de éxito».
Desafío complicado
La cumbre celebrada en Helsinki, que reunió a líderes de los países nórdicos y bálticos junto con representantes de Alemania y la Comisión Europea, ha servido para coordinar esfuerzos y establecer una estrategia común frente a estas amenazas. Además de la operación «Baltic Sentry», se han anunciado otras iniciativas como la creación de un grupo de expertos para estudiar medidas adicionales de control naval y la firma de un memorando de entendimiento sobre infraestructuras críticas en el Báltico. Sin embargo, los líderes reconocen los desafíos que implica garantizar una protección total en una zona de tráfico marítimo tan intenso, con alrededor de 2 mil barcos cruzando el Mar Báltico diariamente. A pesar de estas dificultades, existe un consenso sobre la necesidad de establecer medidas contundentes para disuadir futuros incidentes y proteger la seguridad y la prosperidad económica de la región.
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«Las amenazas potenciales a nuestra infraestructura tendrán consecuencias, incluido el posible abordaje, incautación y arresto. Seguiremos tomando medidas contra la flota en la sombra rusa, incluidas las sanciones que ya se han introducido y otras que puedan seguir, incluidas las que se aplican a barcos y compañías navieras específicos que también representan una amenaza para el medio ambiente. Unos 2.000 barcos cruzan el Mar Báltico todos los días, lo que dificulta su control. No podemos garantizar una protección del 100%, pero si enviamos una señal contundente, creo que este tipo de incidentes disminuirán o incluso se detendrán», indicó el canciller alemán, Olaf Scholz, en declaraciones a medios.
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Artículo escrito por:
Rubén Asenjo Morillas. Periodista apasionado por la actualidad internacional y la geopolítica. Escribo para entender el mundo en constante cambio y compartir perspectivas que despierten la reflexión y el debate. Comprometido con la búsqueda de la verdad y las historias que impacten e inspiren.