La importancia de la Defensa para un país es incuestionable, pero hacer llegar este mensaje a la ciudadanía requiere más que discursos. En este artículo, el alumno del Máster Profesional de Analista Internacional y Geopolítico de LISA Institute, David García Pesquera, analiza el concepto de Cultura de Defensa, su relevancia en la sociedad moderna y los desafíos que enfrenta España para reforzar esta conciencia colectiva ante las amenazas globales actuales.
Se entiende como Cultura de Defensa al conjunto de actuaciones llevadas a cabo por el Ministerio de Defensa con el objetivo de que la sociedad conozca, ponga en valor su Historia y, en última instancia, se identifique con sus Fuerzas Armadas y su esfuerzo de cara a garantizar los intereses nacionales con efectividad. De esta forma, ante un conocimiento cultural de Defensa amplio, los ciudadanos son capaces de articular opiniones y contribuir al completo desarrollo de los instrumentos con los que el Estado protege a sus ciudadanos.
La Cultura de Defensa también se centra en el conocimiento que la sociedad tiene acerca de la importancia de la seguridad internacional y los elementos de disuasión que actúan contra amenazas locales o exteriores. Es decir, también incluye conocer los enemigos que en este caso occidente tiene, los riesgos y amenazas para nuestra seguridad actualmente y las organizaciones internacionales existentes, como puede ser el conocimiento acerca de la OTAN.
¿Por qué es necesaria la Cultura de Defensa?
Para que exista una Cultura de Defensa fuertemente articulada es necesario, en primer lugar, entender por qué es necesaria la Defensa. Es decir, por qué cada país cuenta con un Ministerio dedicado exclusivamente a la materia y con un presupuesto considerable. Este hecho conlleva la necesidad que cada nación tiene de tener la capacidad de defenderse ante posibles amenazas tanto internas como externas.
Puede parecer que la paz es algo ya conseguido y que nunca se va a quebrar. Esta creencia es mucho más común entre el pensamiento occidental de lo que en un primer momento esperaríamos. Aunque la invasión de Ucrania y el regreso de la guerra a Europa han alterado la percepción de una generación que solo conocía la paz en el continente, es necesario realizar un análisis más profundo.
¿Sabe la sociedad española cuales son las funciones del Ministerio de Defensa? Es probable que el español medio desconozca datos acerca de los tres ejércitos que hay, cómo se estructuran y cuáles son sus funciones. Este elemento es fundamental de cara a la estrategia de Seguridad Nacional en el país y su apoyo popular.
Las labores de las Fuerzas Armadas, divididas en el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, abarcan desde la defensa de nuestro territorio por tierra, mar y aire hasta la participación en misiones de paz con el objetivo de estabilizar países o regiones en conflicto junto con nuestros aliados, tal y como ha sucedido en Bosnia, Kosovo, Líbano, Irak o Afganistán. Además de los tres ejércitos, las Fuerzas Armadas también cuentan con la Guardia Real, menos conocida, y la Unidad Militar de Emergencias (UME), que opera en contextos tales como incendios o inundaciones.
Todos ellos son cuerpos jerarquizados, con una importante división de tareas y responsabilidades. La disciplina impartida desde el primer momento en las academias correspondientes (durante los años equivalentes a una carrera universitaria) garantiza profesionalidad y compromiso con la Defensa de los intereses de España como nación.
El segundo elemento troncal para conformar una Cultura de Defensa fuerte es transmitir la importancia de la seguridad para nuestro desarrollo como sociedad. Es fundamental que la población distinga que vivimos en un mundo conflictivo con numerosos frentes abiertos y que no por gozar de una situación estable y privilegiada en nuestro entorno y fronteras la paz actual está garantizada.
La Cultura de Defensa para comprender las amenazas
Una política de Defensa fuerte actúa como elemento disuasivo de amenazas potenciales. En el caso de España destacamos como principales amenazas a su seguridad el yihadismo como peligro dentro del terrorismo internacional, la ciberseguridad, el narcotráfico (siendo especialmente sensible la comarca del Campo de Gibraltar) o el tráfico ilegal de personas a nuestras fronteras operado por mafias desde África.
Otras amenazas, que son más indirectas, sobre las que la disuasión en materia de Defensa entra en juego, son el rearme de Marruecos y su reclamación sobre Ceuta, Melilla y Canarias. También la percepción de debilidad en nuestro modelo de seguridad como potencia media, lo que conlleva una mayor injerencia de países como China o Rusia. Además, el avance de los procesos de radicalización violenta en el Magreb y el Sahel.
Por lo tanto y en resumen, para que la Defensa como elemento esencial del Estado garantize seguridad y bienestar social, es fundamental estar al tanto de los riesgos y amenazas actuales a la seguridad y los resortes técnicos y humanos necesarios para defender al Estado, presentes en las Fuerzas Armadas.
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La evolución de la Cultura de Defensa en España
La primera Estrategia Española de Seguridad se elaboró en el año 2009. De cara a asesorar al Gobierno y gestionar las situaciones de crisis nacional, se creó un Consejo de Seguridad Nacional. Desde entonces se agrega el término de Seguridad Nacional, que pasaría a ser una política pública con la correspondiente Estrategia de Seguridad Nacional.
Bajo estos parámetros se analiza el entorno estratégico, se concretan los riesgos y amenazas que afectan a la seguridad de España, definen las líneas de acción estratégicas en cada ámbito de actuación y en última instancia se promueve la optimización de los recursos existentes.
A través de este concepto, se ha impulsado una llamada Cultura de Seguridad Nacional, que concentra varios de los objetivos detrás de conocer la Cultura de Defensa. Es decir, también busca garantizar la vida, los derechos y libertades de las personas a la vez que impulsa la prosperidad y bienestar de los ciudadanos en conservación de la paz y seguridad internacional. Pese a que los resultados han sido tímidos, sí supuso un avance para todas aquellas disciplinas que basan su estudio en la seguridad, la Defensa y las Relaciones Internacionales a nivel español.
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Retos y propuestas para la Cultura de Defensa en España
Sin embargo, España no destaca por una excesiva Cultura de Defensa. En muchas ocasiones, la mezcla de este elemento con decisiones políticas e intereses superfluos ha desdibujado su relevancia. La información internacional es escasa en la prensa y las implicaciones que un movimiento geopolítico tiene no son analizadas en profundidad, con la debida excepcion de think tanks y medios especializados que sí que lo cubren.
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Por ejemplo, fue necesario ver a Putin invadir un país soberano como Ucrania para ver programas en la televisión española que contaran con analistas expertos en Defensa y seguridad internacional. Además, cada 12 de octubre se confunde el Día de la Hispanidad donde desfilan por el centro de Madrid desde militares hasta personal del Samur con el Día de las Fuerzas Armadas, que es el último sábado de cada mes de mayo.
Para paliar esta situación, ya hemos comentado la necesidad de conocer las labores de las Fuerzas Armadas y su trabajo constante además de nuestra posición en el mundo y qué retos tenemos en materia de seguridad por delante. Sin embargo, para no quedarnos en la superficie es necesario un paso más.
Por ello, la Cultura de Defensa debe entenderse desde su utilidad, para que una vez los ciudadanos estén informados puedan opinar conscientemente y se enriquezca el debate. Es necesario aportar ejemplos del día a día que ayuden a entender la importancia de lo que ocurre a nuestro alrededor. Por ejemplo, en materia de energía o seguridad ciudadana. Solo así se podrá aspirar a fortalecer nuestra Cultura de Defensa.
Otra medida implicaría una acelerada modernización en las Fuerzas Armadas, mostrando mayor cercanía en redes sociales explicando distintas actividades. Aportar contenido entretenido y solvente al mismo tiempo garantiza atención de la ciudadanía, por lo que el marketing y la comunicación son uno de los mayores caminos que afronta el desarrollo de la Cultura de Defensa en España.
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En definitiva, la Cultura de Defensa como concepto es muy útil para el desarrollo de una sociedad, ya que concentra el conocimiento sobre nuestra realidad a nivel de seguridad internacional y valora el trabajo de miles de personas dedicadas a ello. Como tarea pendiente, debemos extender la Cultura de Defensa a más sectores de la población para así contar con una sociedad más formada y más preparada para los retos que tenemos por delante.
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