El jefe de la diplomacia europea ha confirmado el encarcelamiento del diplomático sueco. Borrell ha asegurado que la organización está en contacto con las autoridades iraníes.
El pasado martes, Josep Borrell, Alto Representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad, ha hablado por primera vez sobre la detención del sueco Johan Floderus, miembro del servicio diplomático de la Unión Europea, en Irán. Estas declaraciones se producen después de un año y casi cinco meses en el que la información se ha mantenido en secreto.
Hace unos días, el The New York Times hizo público el caso y es ahora, tras una reunión de ministros europeos en Cádiz, cuando el jefe de la diplomacia europea ha reaccionado a la noticia. Borrell ha asegurado ante los medios que las autoridades europeas mantienen contacto con las iraníes.
Floderus fue detenido cuando se disponía a abandonar Teherán en la primavera de 2022. El diplomático sueco de 33 años había viajado a la capital iraní para visitar a un amigo que trabajaba en la embajada sueca. Las autoridades de Irán lo acusan de espionaje.
La familia y varios eurodiputados reaccionan a la noticia
Tras hacerse pública la noticia, la familia del diplomático sueco respondió, el lunes, varias preguntas al medio de comunicación sueco Aftonbladet, para agradecer el apoyo recibido y el “trabajo duro” de muchos para lograr la liberación Floderus. “Cada día es un calvario enorme, para nosotros y sobre todo para Johan. Debe ser liberado y se le debe permitir regresar a casa de inmediato”, añadió la familia.
Por otro lado, algunos eurodiputados han cuestionado la gestión de la situación por parte del Servicio Europeo de Acción Exterior, al considerar que el órgano diplomático debería haber informado a la Eurocámara de la detención de un empleado de las instituciones europeas. Entre las voces más críticas está la eurodiputada alemana de Los Verdes Hannah Neumann, quien también ha exigido más transparencia “sobre lo que se está haciendo para sacarlo de allí y cómo esto ha impactado y se ha planteado durante las negociaciones del JCPOA”.
Irán encarcela a varios ciudadanos europeos
Esta no es la primera vez que un ciudadano europeo es detenido por espionaje en Irán. En muchas ocasiones, las negociaciones entre Teherán y los países de origen concluyen con un intercambio de presos. El Gobierno francés estima que una treintena de ciudadanos europeos supuestamente inocentes podrían estar encarcelados en el país de Oriente Medio con el objetivo de extorsionar a los Estados de la Unión Europea.
A finales de mayo, Bélgica e Irán ejecutaron un intercambio de prisioneros. Bruselas entregó a un diplomático iraní acusado por intento de atentado terrorista durante una manifestación contra en 2018 de la oposición iraní en París. Por su parte, Teherán liberó al trabajador humanitario Olivier Vandecasteele, tras más de un año encarcelado en el país persa, a quien también acusaron de espionaje. Más tarde y gracias a la intervención de Omán, el Gobierno iraní liberó a un danés y dos austriacos.
Algo similar podría ocurrir con el caso del diplomático sueco, pues las autoridades del país báltico detuvieron, en 2019, a un antiguo funcionario iraní por haber participado en ejecuciones masivas y tortura de prisioneros políticos durante la década de los ochenta. Tres años más tarde, los tribunales suecos lo condenaron a cadena perpetua, provocando descontento en Teherán.
