Las autoridades pro-armenias y azerbaiyanas prevén reunirse mañana en Yevlax para iniciar un “proceso de reintegración” del territorio en Azerbaiyán. Al menos 32 personas habrían fallecido en algo más de veinticuatro horas de ofensiva.
Este miércoles, las autoridades azerbaiyanas han decretado el alto al fuego en la región de Nagorno Karabaj. La Presidencia de Artsaj – nombre oficial de la zona – ha publicado un comunicado anunciado un “alto al fuego completo” y el cese de las operaciones a partir de las 13:00 (hora local). El acuerdo entre ambas partes incluye una reunión entre las autoridades pro-armenias y azerbaiyanas en la localidad azerí de Yevlax para iniciar un “proceso de reintegración” del territorio en Azerbaiyán.
¿Por qué Azerbaiyán ha roto el alto el fuego acordado en 2020?
El pasado martes, el Ministerio de Defensa de Azerbaiyán inició unas “acciones antiterroristas de carácter local” en la región de Nagorno Karabaj. El objetivo de la operación es “expulsar a las formaciones armadas de Armenia”, “neutralizar su infraestructura militar”, “garantizar la seguridad de la población civil” y restablecer el orden constitucional. De este modo, las autoridades azerbaiyanas, según la agencia estatal de noticias, llegarán “hasta el final”, lo que implica la rendición y entrega de armas de las unidades militares armenias en la zona.
Esta operación militar se ha desencadenado tras la muerte, ese mismo día, de seis personas, entre ellas cuatro policías, como consecuencia de la explosión de dos minas en la región de Karabaj y un ataque con morteros y armas ligeras en la zona de Agdam. Bakú ha asociado el incidente a un grupo de sabotaje armenio y ha procedido a abrir una causa penal por delitos de terrorismo, asesinato premeditado por odio étnico y portación ilegal de armas y explosivos.
“Las fuerzas armadas ilegales armenias deben izar la bandera blanca, entregar todas las armas y el régimen ilegal debe disolverse. De lo contrario, las operaciones antiterroristas continuarán hasta el final”, ha anunciado la administración presidencial azerbaiyana.
La peor escalada del conflicto desde 2020
Durante el primer día de bombardeos, la capital de la región, Stepanakert, y otras localidades de la zona han registrado numerosos impactos de bomba. Por su parte, el Ministerio de Defensa de Azerbaiyán ha anunciado el establecimiento de corredores humanitarios, entre los que se encuentra el conocido “corredor de Lachín”, para permitir que los civiles huyan y se protejan de los explosivos.
El ejército separatista de Nagorno Karabaj aseguró, horas más tarde del inicio de la operación, que la intensidad de los disparos se había “reducido significativamente”. Sin embargo, al menos 32 personas habrían fallecido en las cerca de veinticuatro horas de ofensiva.
Nagorno Karabaj pide un cese al fuego
Este martes, el Centro de Información de Nagorno Karabaj publicó un comunicado donde pidió a Bakú el cese de su operación en la región. “La parte karabají se dirige a Azerbaiyán con el llamamiento del cese inmediato de las hostilidades y el arreglo de la situación actual en la mesa de las negociaciones”, apuntaba el texto.
Por su parte, el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, ha señalado que el objetivo de los azerbaiyanos es tomar todos los núcleos de población de Nagorno Karabaj, por lo que ha pedido a las tropas rusas presentes en la zona que intervengan. Las autoridades separatistas armenias han comunicado la evacuación de seis localidades de la región. Cabe recordar que esta región de Azerbaiyán está mayoritariamente habitada por ciudadanos de ascendencia armenia.
La comunidad internacional reacciona a la escalada de tensiones entre Azerbaiján y Armenia
Rusia es el país garante del acuerdo de alto el fuego entre Armenia y Azerbaiyán desde 2020 y cuenta con soldados desplegados como observadores en la zona. Moscú ha asegurado estar “profundamente preocupada” por la “brusca” escalada del conflicto y ha confirmado que Bakú les había informado minutos antes de iniciar los bombardeos.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha solicitado “un fin inmediato de los combates” y “un respeto más estricto” del alto el fuego acordado entre Armenia y Azerbaiyán.
La UE ha pedido a Azerbaiyán, uno de sus principales proveedores de gas y petróleo, a “poner fin” a las operaciones militares y al “cese inmediato de las hostilidades”, ha anunciado el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, en un comunicado. Países miembro de la organización como Alemania, Francia o España han pedido una cese de las actividades militares.
Por su parte, Turquía ha interpretado como “legítimas” las “preocupaciones” que han derivado a los bombardeos por parte de las fuerzas armadas azerbaiyanas. Sin embargo, ha instado a ambos gobiernos a sentarse a negociar.
El conflicto de Nagorno Karabaj: Más de 30 años de tensiones entre Bakú y Ereván
Tras la disolución de la Unión Soviética, Armenia y Azerbaiyán logran la independencia, pero se sumen en un conflicto que ha continuado hasta la actualidad. La lucha por el control de la región de Nagorno Karabaj ha sido intermitente, pero alcanza ya los 30 años. Los secesionistas pro-armenios llegaron a controlar la región, autoproclamada como República de Artsaj, pero no obtuvieron el reconocimiento internacional.
En 2020 y 2022, Azerbaiyán logró recuperar gran parte del territorio de la región, pero los secesionistas armenios mantienen cierto control en la zona, especialmente en su capital, Stepanakert (Jankendi, para los azerbaiyanos). Estos avances en el frente fueron posibles, en parte, gracias al apoyo militar de Turquía y su contribución con la venta de armas.
