La Cooperación Sur-Sur busca un enfoque colaborativo entre países en desarrollo que promueva el intercambio de recursos, conocimientos y experiencias para enfrentar desafíos comunes y alcanzar un desarrollo sostenible.
La cooperación Sur-Sur es un modelo de colaboración que surge como una alternativa a los esquemas tradicionales de ayuda Norte-Sur, promoviendo el intercambio de recursos, tecnología, comercio y conocimientos entre países en crecimiento. Esta iniciativa se fundamenta en principios de solidaridad, beneficio mutuo y no condicionalidad. Su objetivo es evitar la gran dependencia de países del primer mundo, potenciar el crecimiento, fortalecer las capacidades locales y fomentar la autosuficiencia de las naciones participantes, que suelen ser en vías de desarrollo.
Los orígenes de la Cooperación Sur-Sur se remontan a la Conferencia de Bandung de 1955, donde países asiáticos y africanos recién independizados sentaron las bases para una colaboración más estrecha, en oposición al colonialismo. Desde entonces, la Cooperación Sur-Sur ha evolucionado, convirtiéndose en un componente importante de la actual arquitectura global de cooperación para el desarrollo. Este enfoque reconoce la diversidad de soluciones que los países del sur pueden aportar, desafiando la noción clásica de que el conocimiento y la experiencia fluye únicamente desde el Norte hacia el Sur.
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Esta política global busca el intercambio de recursos, tecnología y conocimiento entre los países subdesarrollados, en vías de desarrollo o del tercer mundo. En 1978, Naciones Unidas creó la Unidad de Cooperación Sur-Sur, con el objetivo de fomentar el comercio entre esos países y la colaboración mutua. Sin embargo, esta idea no comenzó a consolidarse hasta bien entrada la década de los 90. El ámbito geográfico de esta cooperación abarca mayoritariamente los países del sur del planeta. Por lo tanto, entran América del Sur, África y algunos países de Asia y Oceanía.
Para la ONU, la cooperación Sur-Sur es la «cooperación técnica entre los países en desarrollo, los cuales están ubicados mayoritariamente en el Sur del planeta». Sirve como «herramienta» que utilizan los «Estados, las organizaciones internacionales, la academia, la sociedad civil y el sector privado para colaborar y compartir conocimientos, habilidades e iniciativas exitosas en áreas específicas como la agricultura, los derechos humanos, la urbanización, la sanidad o el cambio climático», entre otras.
Oficina de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur (UNOSSC)
Es un centro que ofrece servicios de asesoramiento y consultoría a todos los países involucrados en la cooperación Sur-Sur y triangular. Además, facilita a los países en desarrollo llevar a cabo correctamente sus programas de desarrollo y aprovechar las oportunidades para ejecutarlos. Esta oficina de las Naciones Unidas colabora con los Estados miembros a nivel mundial y regional «hacia el logro de los objetivos de desarrollo acordados internacionalmente».
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De igual manera, «trabaja con una amplia gama de asociados para aprovechar los nuevos mecanismos de financiación innovadores mediante la cooperación Sur-Sur y la cooperación triangular». También «garantiza» que el sur tenga «acceso oportuno a una planificación analítica de alta calidad y a la presentación de informes sobre datos, tendencias y oportunidades que impulsarán la cooperación Sur-Sur y triangular de manera que garantice el éxito».
Definición de la cooperación Sur-Sur según este organismo
Para la UNOSSC, «es un esfuerzo común de los pueblos y países del Sur, nacido de experiencias y simpatías compartidas, sobre la base de sus objetivos comunes y su solidaridad». Este proyecto se guía «por los principios de respeto de la soberanía y la propiedad nacionales, sin ninguna condicionalidad». Desde el punto de vista operacional, «es un proceso en el que dos o más países en desarrollo persiguen sus objetivos individuales y/o compartidos de desarrollo de la capacidad nacional».
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Para ello, se lleva a cabo «el intercambio de conocimientos, aptitudes, recursos y experiencia técnica y mediante medidas colectivas regionales e interregionales, incluidas asociaciones en las que participan gobiernos, organizaciones regionales, la sociedad civil, el mundo académico y el sector privado, para su beneficio individual y/o mutuo dentro y entre ellos Regiones». Además, «no es un sustituto de la cooperación Norte-Sur, sino más bien un complemento de la misma».
Diferencias con la cooperación triangular
La cooperación Sur-Sur involucra únicamente a países en desarrollo, generalmente del llamado «sur global». En este modelo, dos o más naciones intercambian conocimientos, experiencias y recursos directamente entre sí para apoyarse mutuamente en su desarrollo. Sin embargo, la cooperación triangular incluye un tercer actor. Además de los dos países del tercer mundo, participa uno o más desarrollados que aportan recursos adicionales, financiamiento o apoyo para facilitar y potenciar la colaboración entre los países del Sur. La UNOSSC asegura que «los países desarrollados han expresado cada vez más su firme apoyo a este enfoque (…), siempre y cuando el proceso de cooperación triangular sea dirigido y asumido como propio por los actores del Sur a fin de lograr resultados de desarrollo».
Objetivos de la cooperación Sur-Sur
Se implementaron en el Plan de Acción de Buenos Aires y se aprobaron por la Asamblea General de 1978 (resolución 33/134):
- Fomentar autosuficiencia para incrementar su capacidad creativa.
- Promover la autosuficiencia mediante intercambio de conocimientos, recursos y experiencias.
- Fortalecimiento de su capacidad e identificación y análisis de sus problemas para poder abordarlos.
- Incrementar su cooperación internacional.
- Creación y mejora de la capacidad tecnológica en estas regiones para incrementar su eficacia y satisfacer sus necesidades.
- Aumentar sus comunicaciones en todos los aspectos.
- Crear nuevos conocimientos para abordar sus problemas de desarrollo.
- Reconocimiento de sus necesidades y abordaje de problemas.
- Permitir un incremento de su participación en actividades de cooperación internacional.
¿Cuáles son los principales beneficios?
Ofrece algunos beneficios para los países subdesarrollados, y consigue fortalecer sus capacidades para promover un desarrollo más sostenible y donde esos países puedan tener más participación. Entre los principales beneficios de este modelo de colaboración destaca:
- Fortalece capacidades y conocimientos. Permite intercambiar toda experiencia y habilidad entre países con propósitos de desarrollo similares. Esto permite identificar soluciones adaptadas a contextos locales basadas en experiencias exitosas de otros países del sur. Además, promueve el aprendizaje mutuo y la transferencia de tecnologías y conocimientos de forma apropiada entre naciones en auge. De igual manera, fomenta la autosuficiencia y el desarrollo de capacidades internas del país en sectores clave como la agricultura, ciencia o tecnología.
- Empoderamiento económico y comercial. La cooperación Sur-Sur permite contribuir al crecimiento de la riqueza de los países miembros. Se sabe que el comercio Sur-Sur ha crecido del 17% del comercio global en 2005 al 28% en 2021. También ha permitido la promoción de la integración económica regional y la diversificación de las exportaciones. Asimismo, facilita el acceso a nuevas oportunidades de financiamiento e inversión, especialmente en proyectos sostenibles como la energía renovable.
- Mayor representación en el mundo. A través de esta colaboración, los países en desarrollo consiguen fortalecer su poder de negociación y su voz en foros multilaterales. También permite coordinar políticas esenciales sobre temas en desarrollo para las naciones del sur.
¿Qué desafíos enfrenta actualmente?
- Dificultad para cuantificar y evaluar. La falta de sistemas estandarizados para medir y evaluar el impacto real de la cooperación Sur-Sur. Esto se debe a la ausencia de metodologías y marcos normativos consensuados a nivel regional e internacional. También está provocado por la dificultad de valorar correctamente los intercambios de conocimientos y el fortalecimiento de capacidades.
- Problemas conceptuales y operativos. Enfrenta retos relacionados con su definición y operatividad. Se requiere precisar más su concepto y características propias de este tipo de cooperación para poder obtener resultados más concretos y los objetivos que se están consiguiendo de forma detallada. Además, otro de los problemas son las dificultades para diferenciarla claramente de otros modelos como la cooperación clásica Norte-Sur o triangular. Esto impide la implementación práctica idónea y el diseño de políticas bien definidas.
- Obstáculos institucionales y burocráticos. La excesiva burocracia y trámites para implementación de políticas locales podrían suponer un problema. De igual manera, la falta de mecanismos ágiles de coordinación entre instituciones y sectores involucrados puede afectar este proyecto de cooperación.
- Limitaciones de recursos. Presupuestos limitados para invertir en iniciativas de cooperación, escasez de equipos técnicos especializados en temas de cooperación internacional, falta de inversión o ruptura de las capacidades institucionales para gestionar proyectos complejos.
- Corrupción e inseguridad. Muchos de los países en vías de desarrollo tienen graves índices de corrupción e inseguridad. Esto provoca que, los proyectos de cooperación que puedan ser interesantes no se terminen llevando a cabo o se lleven erróneamente por la mala praxis de las instituciones públicas y las organizaciones delictivas.
- Problemas de inclusión y representatividad. No se llega a alcanzar una correcta participación en la que se beneficien todos los actores, tanto civiles como sector privado. Esto provoca grandes asimetrías de poder entre países cooperantes. Mientras que unos crecen, otros no lo hacen adecuadamente. Para ello, es importante garantizar que las iniciativas respondan de forma coherente a las prioridades y necesidades de desarrollo locales.
- Conflictos militares y políticos. En determinadas zonas de África las guerras lastran esta cooperación. De igual forma, conflictos políticos como los que ocurren en América Latina también perjudican.
Importante para alcanzar los ODS
Según Naciones Unidas, la Cooperación Sur-Sur es clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) por varias razones. En primer lugar, permite a los países en desarrollo compartir recursos, mejores prácticas y experiencias para enfrentar desafíos comunes. Esta colaboración ayuda a mitigar los efectos del cambio climático, abordar emergencias sanitarias globales y gestionar objetivos de desarrollo multisectoriales. Además, la Cooperación Sur-Sur fomenta la solidaridad entre naciones, lo que les permite superar obstáculos juntas y acelerar el desarrollo sostenible.
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El intercambio de conocimientos es un aspecto importante de la Cooperación Sur-Sur. Los países comparten soluciones innovadoras en áreas como agricultura, ciencia, tecnología e innovación empresarial. Esto mejora la capacidad de los países para resolver problemas y promover el desarrollo sostenible. Esta iniciativa también impulsa la colaboración económica, fortaleciendo los mercados regionales y las relaciones comerciales internacionales. Además, esta cooperación busca abordar la justicia climática y mejorar la educación y el desarrollo de habilidades en los países del Sur Global.
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Artículo escrito por:
Rubén Asenjo Morillas. Periodista apasionado por la actualidad internacional y la geopolítica. Escribo para entender el mundo en constante cambio y compartir perspectivas que despierten la reflexión y el debate. Comprometido con la búsqueda de la verdad y las historias que impacten e inspiren.
