Responsables del Gobierno de Seúl han manifestado su preocupación ante la falta de respuesta de Corea del Norte a sus llamadas telefónicas. Según han informado, Pyongyang lleva cuatro días sin responder al teléfono.
Ambos países mantienen por norma dos conversaciones telefónicas al día, ya sea a través de sus servicios diplomáticos interfronterizos o a través de canales militares. El domingo 9 de abril oficiales militares surcoreanos intentaron ponerse en contacto con Pyongyang sin éxito.
La suspensión de las comunicaciones ha tenido lugar a la vez que Corea del Norte realiza pruebas nucleares. El Ministerio de Unificación surcoreano admite que se trata de una situación inusual y creen que pueda tratarse de una estrategia para protestar por los ejercicios militares conjuntos que las Fuerzas Armadas de Corea del Sur llevaron a cabo con Estados Unidos.
“Mientras monitoreamos la situación, el Gobierno está revisando cómo responder (al movimiento del Gobierno norcoreano). No tardaremos en emitir una postura oficial”, ha añadido Koo Byoung Sam, portavoz del Ministerio.
Pyongyang no rompía sus comunicaciones con el país vecino desde 2017, cuando dejaron de responder las llamadas varios días antes de lazar un misil balístico que sobrevoló Japón.
