Estados Unidos y Corea del Sur han comenzado este lunes 22 de agosto los mayores ejercicios militares conjuntos desde 2018 como respuesta a la creciente amenaza nuclear de Corea del Norte. Los entrenamientos conjuntos durarán hasta el 1 de septiembre y se realizarán a 40 kilómetros de distancia de Seúl.
Los ejercicios, que Corea del Norte ha calificado como “ensayos de invasión”, incluirán ejercicios de campo de aviones, buques de guerra, tanques y decenas de miles de soldados que serán entrenados mediante simulaciones de ataques conjuntos, refuerzos de armas y combustible de primera línea así como remoción de armas de destrucción masiva.
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En los últimos años la cantidad de simulacros y entrenamientos de Estados Unidos y Corea del Sur se habían visto reducidos notablemente para favorecer la comunicación entre la Administración Trump y el líder norcoreano Kim Jong-un. Sin embargo, las tensiones han ido aumentando desde el encuentro de ambos mandatarios en 2019.
Desde entonces, Pionyang ha llevado a cabo una modernización armamentística que ha llevado a Estados Unidos a volver a afianzar su relación con Seul.
Como te contamos en LISA News, a finales del pasado mes de julio el presidente norcoreano advirtió que las Fuerzas Armadas de Corea del Norte están “totalmente preparadas” para hacer frente a cualquier tipo de crisis y que la disuasión de la guerra nuclear está “totalmente lista” para demostrar “su poder absoluto de manera precisa y rápida”.
El líder norcoreano también destacó, en el contexto de su discurso en el evento que celebra el 69º aniversario del armisticio de 1953 que supuso el fin de la Guerra de Corea (1950-1953) también conocido con el Día de la Victoria, que también está completamente lista para responder “a todos los enfrentamientos militares con Estados Unidos”.
Kim Jong Un también advirtió que si Corea del Sur intentaba un ataque preventivo serían “aniquilados”. “Un intento tan peligroso será castigado de inmediato por una fuerza poderosa y el régimen de Yoon Suk Yeol y su ejército serán aniquilados”, dijo.
Según algunos expertos, tanto a Corea del Sur como a Estados Unidos la mayor preocupación gira en relación a las informaciones de Inteligencia que señalan una “alta probabilidad” de que desde Pyongyang se esté emplazando armamento nuclear táctico en la zona desmilitarizada que dividió a Corea del Norte de Corea del Sur en la Guerra de Corea.
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Según el experto George Chaya, el resultado de que esta hipotética situación se convirtiera en realidad significaría que dos bases estadounidenses quedarían a merced de sus armas tácticas convirtiéndose en objetivos vulnerables.
El pasado mes de junio los ministros de Defensa de Japón, Estados Unidos y Corea del Sur anunciaron un acuerdo en el que reanudaban maniobras militares conjuntas con el objetivo de buscar y seguir misiles balísticos y actuar como disuasión ante Corea del Norte.