Este martes 26 de julio Corea del Sur alertaba sobre la posibilidad de que Corea del Norte realizara una prueba nuclear este miércoles coincidiendo con la celebración del Día de la Victoria.Finalmente estas pruebas no tuvieron lugar pero desde Pyongyang aseguran que están totalmente preparados para demostrar su poder “absoluto” de manera “precisa” y “rápida”.
El presidente norcoreano, Kim Jong Un, advirtió este jueves 28 de julio que las Fuerzas Armadas de Corea del Norte están “totalmente preparadas” para hacer frente a cualquier tipo de crisis y que la disuasión de la guerra nuclear está “totalmente lista” para demostrar “su poder absoluto de manera precisa y rápida”.
El líder norcoreano también destacó, en el contexto de su discurso en el evento que celebra el 69º aniversario del armisticio de 1953 que supuso el fin de la Guerra de Corea (1950-1953) también conocido con el Día de la Victoria, que también está completamente lista para responder “a todos los enfrentamientos militares con Estados Unidos”.
Kim Jong Un también advirtió que si Corea del Sur intentara un ataque preventivo serían “aniquilados”. “Un intento tan peligroso será castigado de inmediato por una fuerza poderosa y el régimen de Yoon Suk Yeol y su ejército serán aniquilados”, dijo.
Este martes el ministro de Unificación de Corea del Sur, Kwon Young Se, había advertido que existía la “posibilidad” de que Corea del Norte realice una prueba nuclear este miércoles situación que finalmente no ocurrió.
Sin embargo, Corea del Sur sigue alertando que Pyongyang “ha completado” sus preparativos para el que podría ser el primer ensayo nuclear desde 2017 y amenaza con imponer sanciones cibernéticas contra el país si se realizaran ensayos nucleares.
Entre las medidas señaladas se encuentran las sanciones contra los ciberdelincuentes que, según Seúl y Washington trabajan para sustraer criptomonedas con el objetivo de financiar el equipo militar del país situación que Pyongyang niega.
El viernes de la semana anterior el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, también advertía que Pyongyang “está listo” para realizar una prueba nuclear en “cualquier momento”.
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La última prueba nuclear se realizó en 2017 y, según las comunidades de Inteligencia surcoreanas y estadounidenses, hay pruebas de que Corea del Norte habría terminado los preparativos para otra prueba nuclear subterránea en su recinto de pruebas nucleares de Punggye-ri según fotografías tomadas por satélite tomadas el pasado 14 de junio.
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Desde el año 2006, Corea del Norte habría realizado al menos seis ensayos nucleares y numerosos lanzamientos de misiles balísticos con capacidad de llegar a suelo estadounidense.
Para contrarrestar esta posibilidad, Corea del Sur ha desplegado todo su sistema contra ofensivo que se encuentra en alerta “máxima” desde finales del pasado mes de abril.
Según algunos expertos, tanto a Corea del Sur como a Estados Unidos la mayor preocupación gira en relación a las informaciones de Inteligencia que señalan una “alta probabilidad” de que desde Pyongyang se esté emplazando armamento nuclear táctico en la zona desmilitarizada que dividió a Corea del Norte de Corea del Sur en la Guerra de Corea.
Según el experto George Chaya, el resultado de que esta hipotética situación se convierta en realidad significaría que dos bases estadounidenses quedarían a merced de sus armas tácticas convirtiéndose en objetivos vulnerables.
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Tanto Camp Humphreys, la sede de las fuerzas estadounidenses desplegadas en Corea de Sur, y la Base Aérea de Osan, sede de la 7° División de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, se encuentran a no más de 120 kilómetros de la zona desmilitarizada entre las dos coreas.
En este rango de alcance de misiles norcoreanos también se encontraría el Comando de Naciones Unidas situado a escasos metros del área no militar que divide a los países.
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“Más allá de especulaciones sobre lo que Kim está planeando hacer con sus armas nucleares, es muy difícil creer que realmente dispararía un misil con o sin ojiva nuclear. Sabe lo que una acción de tal naturaleza ocasionaría”, destaca Chaya.
“De hecho, declaraciones escuetas pero muy firmes de parte del Ministerio de defensa de Corea del Sur han ratificado que un hecho de ese calibre desencadenaría irremediablemente una segunda y destructiva guerra en Corea. Más del 80% de las de tropas y capacidades militares del Sur se encuentren en máxima alerta como nunca registrada en los últimos 12 años”, destaca.
Recordamos que el pasado mes de junio, los ministros de Defensa de Japón, Estados Unidos y Corea del Sur anunciaron un acuerdo en el que reanudaban maniobras militares conjuntas con el objetivo de buscar y seguir misiles balísticos y actuar como disuasión ante Corea del Norte.
Precisamente esta semana se realizaron ejercicios militares estadounidenses con helicópteros Apache en Corea del Sur y simulacros con fuego real por primera vez desde el año 2019.
Yoon Suk Yeol asumió el cargo el pasado mes de mayo y en diversas ocasiones se ha comprometido a normalizar ejercicios conjuntos e impulsar la disuasión de Corea del Norte.
Además este mismo martes el presidente se ha reunido de forma virtual con el presidente estadounidense, Joe Biden. Según anunció la Casa Blanca, Biden también se reúne con Chey Tae-won, presidente del Grupo SK de Corea del Sur, que tiene bajo su seno una de las mayores fabricantes de semiconductores del mundo, SK hynix.
Esta última reunión se produce como parte de la iniciativa de Biden de impulsar la inversión extranjera en Estados Unidos sobre todo en la industria de semiconductores.
