Según el informe «Impacto de la tecnología en la adolescencia. Relaciones, riesgos y oportunidades» elaborado por UNICEF con motivo del Día Internacional del Internet seguro, el 98,5% de los adolescentes está registrado en alguna red social.
El informe Impacto de la tecnología en la adolescencia. Relaciones, riesgos y oportunidades, realizado por UNICEF España, ha contado con la participación de 50.000 estudiantes de ESO de todo el país, lo que permite aportar evidencias que nos deben llevar a impulsar decisiones tanto el ámbito familiar como en el comunitario con respecto al uso responsable de las tecnologías.
Entre algunos de los datos reveladores que nos deja el informe, encontramos que, tanto chicas como chicos, han indicado que usan Internet y las redes sociales para establecer relaciones, hacer amigos y no sentirse solos. Teniendo en cuenta que las relaciones son una parte esencial de nuestro desarrollo como seres humanos, si en un momento clave de su desarrollo emocional y social hay adolescentes que viven con miedo, angustia y preocupación su experiencia en las redes sociales, su salud mental puede verse afectada.
Entre los principales riesgos identificados por los adolescentes en su experiencia en el entorno digital se encuentra el ciberacoso, el contacto con extraños, sentirse discriminados o excluidos, el chantaje y la sextorsión, o el acceso a contenidos inadecuados para su edad, apunta el informe.
El informe reporta también que, al margen de los beneficios y oportunidades que ofrecen las Tecnologías Relacionales de la Información y la Comunicación (TRIC), la Red conlleva riesgos para los cuales los adolescentes son especialmente vulnerables. Fruto de presiones y chantajes muchos adolescentes pueden estar exponiendo imágenes y contenido personal y privado en redes sociales y otros canales de Internet. Esto también les expone a entrar en contacto con desconocidos y encontrarse en riesgo de grooming o acoso sexual en línea. Miles de menores españoles están accediendo a una Red en la que los riesgos relacionados con el robo de información, los delitos sexuales, la violencia o el tráfico de sustancias se multiplican.
Los datos recogidos por UNICEF constatan que las prácticas de sexting son cada vez más habituales. El 26,8% reconoce que alguno de sus contactos le envió alguna vez fotos, imágenes o vídeos personales de carácter erótico o sexual (sexting pasivo) y el 8% reconoce incluso haberlos enviado ellas/os mismas/os (sexting activo). La cifra de presiones para el envío de este tipo de material es incluso superior (11,4%).
En cuanto al uso de la Dark Web, los datos también son alarmantes, 44,4% cree saber lo que es la Dark Web, mientras que un 4,7% de los menos afirma haber entrado alguna vez.
Los números revelados a partir de este informe pueden ser un toque de atención sobre si la prevención realizada hasta ahora ha dado sus frutos o necesita un nuevo enfoque. En definitiva, UNICEF considera que:
- El uso de la tecnología supone un aporte trascendental tanto a nivel social como emocional para un adolescente. Les ayuda a hacer amigos/as, a no sentirse solos y encuentran a través de ella alegría, diversión, apoyo, comprensión y bienestar emocional, un surtidor de afectos y experiencias sin el que hoy es muy difícil vivir.
- Existe una fuerte asociación entre un menor bienestar emocional y el uso problemático de Internet (1 de cada 3 adolescentes). Aunque no se puede hablar de una relación causa-efecto, queda claro que aquellos adolescentes que usan de forma intensiva y sin supervisión las tecnologías pueden presentar más problemas a nivel emocional e incluso relacional.
- Las llamadas adicciones sin sustancia se están convirtiendo ya en un serio problema de salud pública. Un posible enganche a los videojuegos (1 de cada 5 adolescentes) caracterizado por la intensidad, la frecuencia y un alto grado de interferencia en la vida cotidiana, tiene implicaciones importantes a nivel personal, familiar, académico o laboral, pudiendo ir acompañado incluso de una sintomática clínica.
- El uso intensivo sin supervisión y acompañamiento de la tecnología suele tener repercusiones en la convivencia familiar y entre iguales. Se ha podido constatar que en 1 de cada 4 hogares hay discusiones todas las semanas por el uso del móvil, la tablet y otros dispositivos electrónicos. El consumo de contenidos perjudiciales, el contacto con desconocidos y la utilización de la dark web (el internet clandestino) son otras caras de esta cuestión.
- En la relación entre iguales es necesario prestar atención al sexting (presiones y chantajes que los adolescentes «intercambian» en la red), al acoso escolar (1 de cada 3 lo sufre) y al ciberacoso (1 de cada 5) que suponen un significativo impacto emocional.
- Según datos recabados en el estudio, el 3,6% de los adolescentes encuestados dice haber apostado o jugado dinero online. Estos datos indican que hay una clara tendencia hacia el inicio temprano y el aumento del acceso a esta modalidad de juego según avanza la edad.
Marco legal
La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) establece que niños, niñas y adolescentes tienen derecho a la libertad de expresión, de información y al juego, así como también a la privacidad y a la protección frente a cualquier forma de violencia o efectos negativos para su bienestar y correcto desarrollo integral.
Además de la protección, también es fundamental garantizar que niños, niñas y adolescentes puedan participar en el entorno digital y para ello es necesario que cuenten con el acceso y el apoyo necesario en cada etapa de su desarrollo. Los derechos de la infancia se viven y se aprenden en el día a día, en cada acción. Se reclaman en cada
circunstancia y en todo lugar, también en el ámbito digital. Una sólida formación en derechos de infancia es una medida muy eficaz de autoprotección, tanto por identificar las injusticias que puedan sufrir como por conocer mecanismos de ayuda.
Una responsabilidad colectiva
La nueva Ley de Protección Integral de la Infancia y la Observación General 25 del Comité de los Derechos del Niño refuerzan la necesidad de actuar como sociedad en la protección y la promoción de los derechos de niñas, niños y adolescentes también en el ámbito digital. Tenemos una tarea importante para promover un uso seguro, respetuoso, crítico y saludable de la tecnología.
Si niños, niñas y adolescentes están informados y cuentan con el criterio necesario para actuar tendrán mayores posibilidades de comprender los riesgos, informar sobre situaciones de abuso y buscar ayuda cuando la necesiten. Su derecho a participar también supone una medida de autoprotección, que es la base para el ejercicio de una ciudadanía.
Excelente información, considero que una buena gestión ayuda a la notoriedad de la marca.