Descubre qué es una región santuario, sus raíces históricas y cómo garantizan derechos de migrantes al limitar la cooperación con las agencias nacionales de inmigración.
Una región santuario es un territorio, ya sea una ciudad, un condado o incluso un estado, que adopta normas de manera formal o de facto destinadas a limitar la cooperación de sus autoridades locales con las agencias nacionales de inmigración. El objetivo es no detener ni indagar en el estatus de las personas migrantes que interactúan con la policía u otras dependencias locales. Así, quienes residen en situación irregular sin la documentación requerida acceden a servicios de salud, educación y justicia sin temor a ser deportados.

Entre sus características destacan la prohibición de que la policía regional o los servicios sociales soliciten datos sobre el estatus migratorio de sus usuarios, la negativa a prolongar detenciones por requerimientos de las autoridades federales, y la garantía de derechos como la educación, la salud y la asistencia jurídica independientemente de la situación migratoria.
El concepto moderno surgió a fines de la década de 1970 en Estados Unidos, cuando algunas comunidades religiosas comenzaron a acoger a solicitantes de asilo centroamericanos. En 1985, San Francisco formalizó estas prácticas con una resolución que prohibía destinar recursos locales a la detención migratoria federal, marcando el inicio de un movimiento que busca reducir la exclusión y la desconfianza.
Origen e historia
El término «región santuario» tiene sus raíces en las prácticas ancestrales de refugio religioso y legal. En la antigüedad, templos y ciudades ofrecían protección a perseguidos o acusados, evitando su entrega a tribunales o venganzas de sangre. Durante la Edad Media europea, las iglesias gozaban de un derecho de santuario para individuos huyendo de conflictos o inquisiciones.
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En el siglo XX, el concepto resurgió en Estados Unidos como respuesta a las crisis humanitarias de refugiados centroamericanos durante las décadas de 1970 y 1980. Iglesias y organizaciones civiles comenzaron a ofrecer asilo temporal a migrantes que huían de la violencia en sus países de origen. Con el tiempo, algunas alcaldías y consejos municipales adoptaron resoluciones formales para prohibir que la policía local interrogara a los detenidos sobre su estatus migratorio o entregara información al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Más adelante, este movimiento evolucionó desde acciones simbólicas hasta ordenanzas más robustas. A finales de la década de 1990 y principios de los 2000, algunas ciudades y condados estadounidenses ampliaron sus políticas, incorporando prohibiciones expresas sobre el uso de recursos municipales en operaciones federales de inmigración. Así nacieron las primeras jurisdicciones con carácter formal de santuario, combinando la tradición histórica con una visión moderna de derechos humanos.
Mecanismos de protección
- No preguntar el estatus migratorio. Agentes de policía y personal municipal evitan inquirir sobre la nacionalidad o situación legal de quienes atienden.
- Prohibición de detenciones prolongadas. Se limita la entrega de detenidos a agencias federales más allá del tiempo necesario para cumplir con cargos locales, evitando que se retenga a una persona por motivos migratorios.
- Rechazo de órdenes federales sin orden judicial. Se evita cumplir mandatos de detención migratoria emitidos por agencias federales (como el ICE) sin una orden firmada por un juez.
- Acceso a servicios públicos. Se garantiza que todas las personas puedan inscribirse en escuelas, recibir atención sanitaria y solicitar ayuda social sin presentar documentos migratorios.
- Declaraciones formales o prácticas de facto. Algunas jurisdicciones plasman estas políticas en ordenanzas municipales («de jure»), mientras que otras las aplican en la práctica sin texto legal específico («de facto»).
Ejemplos destacados
- Estados Unidos: cuenta con 12 estados santuario: California, Colorado, Connecticut, Illinois, Massachusetts, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York, Oregón, Utah, Vermont y Washington. También tiene al Distrito de Columbia y varios condados y ciudades de otras regiones del país.
- México: Ciudad de México se proclamó ciudad santuario en 2017, ofreciendo refugio y apoyo a migrantes de distintas nacionalidades.
- Canadá y Europa: Varias ciudades, como Toronto o Bruselas, impulsan políticas similares de acogida y no colaboración con deportaciones masivas.
Impactos y críticas
Quienes defienden las ciudades santuario destacan que fomentan la seguridad al facilitar la denuncia de crímenes, evitan la separación de familias y fortalecen la cohesión social. Sus detractores argumentan que pueden atraer flujos migratorios irregulares o generar tensiones con el gobierno federal. No obstante, la implantación de ciudades santuario genera múltiples efectos en las zonas donde operan:
Beneficios
- Reducción del miedo en comunidades migrantes, lo cual incrementa la denuncia de delitos y la colaboración con la policía local.
- Acceso ampliado a servicios básicos, mejorando indicadores de salud y educación.
- Fortalecimiento del tejido social gracias a la inclusión de personas que participan en la economía y la vida comunitaria.
Desafíos
- Tensiones con autoridades federales que interpretan estas políticas como obstrucción al cumplimiento de la ley nacional.
- Algunos sectores critican el uso de recursos públicos para atender a personas sin estatus regular.
- Algunos grupos consideran que estas medidas son un incentivo a la migración irregular.
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