Los clanes criminales de habla albanesa han dejado de operar entre sombras para ocupar un papel protagonista en el narcotráfico internacional. Su reciente desembarco en las Rías Baixas gallegas no es fruto del azar, sino el resultado de una expansión estratégica que busca dominar una de las rutas más lucrativas de entrada de cocaína a Europa. En este análisis, José Luis Gil Valero y Nerea Sanmartín Gómez, analistas criminales especializados en delincuencia organizada y profesores del Curso de Experto en Delincuencia Organizada de los Balcanes Occidentales de LISA Institute, desentrañan la compleja estructura de estas organizaciones, sus nexos con los clanes locales y el inquietante papel que están comenzando a jugar en Galicia.
Las organizaciones criminales de los Balcanes, concretamente los clanes albaneses, buscan convertirse en el mayor grupo criminal a nivel internacional. Su objetivo es superar incluso a sus «primos» de la ’Ndrangheta calabresa. Para lograrlo, se han introducido en el peligroso, pero lucrativo negocio de las narcolanchas en las Rías Baixas gallegas, desplazando así a los clanes de narcos arousanos.
Las incautaciones de cocaína en la región vinculadas a los albaneses no han dejado de crecer en los últimos años. Su presencia se está convirtiendo en una tendencia preocupante para las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Esto se debe a las características peculiares de estas organizaciones, tan desconocidas, pero cuya actividad en nuestro país ya es habitual y se extiende cada vez más por el territorio peninsular. Su próximo objetivo: las Rías Baixas de Galicia.
El narcotráfico en las Rías Baixas: de Carlos Silla a Sito Miñanco
Sin ánimo de entrar en detalle, dada la complejidad del mundo del narcotráfico en Galicia, queremos trazar unas líneas generales que permitan al lector contextualizar el objetivo de esta investigación.
Carlos Silla Otero, perteneciente a la tercera generación de narcotraficantes gallegos, fue detenido tras ser interceptado por la Armada portuguesa. En ese momento, pilotaba un velero (el Beniarrás) cargado con 5.200 kg de cocaína procedente de Brasil y con destino a Galicia. En la operación participaron la Policía Nacional, la Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera. Se desplegaron patrulleras por mar y helicópteros en el aire.
La nueva generación de narcos arousanos, entre la que se encuentra Silla, está formada mayoritariamente por jóvenes treintañeros y sin antecedentes penales. Este hecho se vincula a una nueva ola de narcotraficantes gallegos que siguen los métodos de clanes históricos, como los de Manuel Charlín, Sito Miñanco y otros.

Estas mafias y clanes, especializados en la construcción de narcolanchas (concretamente en cascos de fibra de vidrio), operan principalmente en la zona de O Salnés, en Galicia (según la Fiscalía Antidroga de Pontevedra). Desde allí, distribuyen embarcaciones a organizaciones criminales de toda España.
Además, en zonas como Cambados, Vigo y también en Portugal operan mafias especializadas en la fabricación de las conocidas narcolanchas. En estos lugares se incorporan tanto los motores como los sistemas de navegación, fundamentales para el transporte de drogas a través del Estrecho.
Estas organizaciones, entre las que destaca la de Ramón Bugallo (primo de Miñanco), continúan activas a pesar de las múltiples detenciones producidas en los últimos años. La organización criminal de Bugallo estaba asentada en tres zonas clave de Galicia. Por un lado, en Castrelo y en A Pedreira (Cambados). Por otro, en Sisán (Ribadumia).

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Las organizaciones criminales de los Balcanes: los clanes de habla albanesa
Dentro del contexto de la delincuencia organizada proveniente de los Balcanes Occidentales, observamos que los clanes albaneses (o de habla albanesa, para ser más exactos) se han convertido en una de las organizaciones criminales más poderosas del mundo en los últimos 20 años. Sus redes criminales cuentan con enormes recursos financieros y cooperan con otras organizaciones delictivas a nivel global.
Con el fin de comprender mejor a estas organizaciones criminales sui generis, presentamos a continuación un breve análisis. En él expondremos, a nuestro juicio, las características que definen a los miembros de los grupos albaneses. De este modo, tal y como observamos en la imagen, identificamos nueve aspectos determinantes agrupados en tres bloques por colores:

El primero de estos, con el borde rojo. En cuanto a su estructura interna, observamos que estos grupos se organizan en torno a clanes familiares altamente jerarquizados, denominados «fiss». Estos clanes suelen estructurarse en tres o cuatro niveles de jerarquía y utilizan un dialecto propio conocido como «gueg».
Este dialecto se habla en Albania, en parte de Macedonia del Norte, y también entre los albaneses de Kosovo y Serbia (lo que se conoce como la Gran Albania). Asimismo, se rigen por un estricto código de conducta interna, basado en la confianza y la familia, conocido como «besa».
Además, mantienen unas normas de actuación que se remontan al siglo XV, recogidas en el denominado «Kanun». A esto se suma la conocida omertá o Ley del Silencio. El segundo de los aspectos (identificado con el borde amarillo) se centra en la relación existente entre el pasado militar, policial o en servicios de inteligencia de sus miembros.
Son famosos los antiguos agentes del Directorio de Seguridad Estatal o Sigurimi, la Policía Secreta en Albania que era conocida durante el periodo comunista. Muchos de ellos, con la caída del régimen comunista y tras las guerras de la antigua Yugoslavia, pasaron a formar parte del crimen organizado. Esto, además de conferirles unas habilidades muy concretas, se asocia a la extrema violencia con la que actúan.
En último lugar, con el borde verde, encontramos la amplia diáspora de ciudadanos albaneses repartidos por todo el mundo como consecuencia de la guerra de los Balcanes. Desde nuestro punto de vista, este factor constituye la principal diferencia con respecto a otras organizaciones criminales.
Esta dispersión ha permitido que las organizaciones criminales albanesas desarrollen una extensa red de conexiones internacionales con otros grupos delictivos. Como resultado, cuentan con una amplia red de facilitadores a todos los niveles.
Estos facilitadores son la piedra angular sobre la que los albaneses han construido sus estructuras criminales en Latinoamérica y en el norte de Europa. Por ejemplo, en los puertos y aduanas, como en el caso del puerto de Amberes en Bélgica.
Todo ello, en conjunto, hace que las mafias albanesas se encuentren entre las organizaciones criminales más complejas y difíciles de infiltrar por las fuerzas y cuerpos de seguridad de todos los países.
No obstante, las organizaciones criminales albanesas modernas, si bien no han abandonado la estructura tradicional de clanes, también recurren a alianzas y al reclutamiento de miembros ajenos a su nacionalidad. Estas estructuras se han hibridado para adaptarse al siglo XXI. Un ejemplo de esta transformación se observa en el uso de tecnologías modernas.
Los clanes albaneses en Galicia: la operación ‘Baroña’
El narcotráfico en Galicia, especialmente en las Rías Baixas, ha aumentado significativamente. La aparición de tres narcosubmarinos y el incremento de alijos de cocaína suponen un aumento notable del tráfico de estupefacientes en la zona, según la Fundación Galega contra o Narcotráfico y el Sindicato Unificado de Policía en Galicia.
Los grupos de los Balcanes, principalmente albaneses y serbios, están adoptando un rol cada vez más activo. Han comenzado a prescindir de los intermediarios locales y ya compiten directamente en el tráfico de drogas en la región.
En los últimos años, se han requisado miles de kilos de cocaína, reflejando un auge en el narcotráfico internacional. Destaca especialmente una incautación en el puerto de Vigo en 2023, donde se interceptaron 7.500 kg de cocaína procedentes de Guayaquil, Ecuador.
También en 2023 se interceptó un pesquero, el Bestazurra, y posteriormente el Mathiew, ambos con tripulaciones albanesas que viajaban desde la Guyana hasta Galicia. Desde 2022, se han requisado en torno a 14 toneladas de cocaína a grupos de los Balcanes en Galicia.

Los albaneses se atreven con la parte más complicada del negocio del narcotráfico en la zona: el transporte desde alta mar con narcolanchas. Con ello, disputan el hasta ahora monopolio de los clanes arousanos.
En una operación antidroga en Galicia, se ha detenido a varios narcos albaneses junto con un individuo de Vilanova de Arousa. La intervención tuvo lugar en la zona de Rego do Alcalde, donde se confiscó una tonelada de cocaína.
Esta operación ha sido considerada histórica por su relevancia. Normalmente, las organizaciones de los Balcanes emplean métodos como el «gancho ciego» en los puertos. En este caso, la acción fue coordinada por la Policía Nacional y la Guardia Civil, e implicó el uso de patrulleras y helicópteros.
Además, se investiga la posible colaboración de un clan gallego que habría facilitado la infraestructura. La operación también contó con la cooperación internacional de la DEA, la Policía Judicial de Portugal y la Aduana de Francia, lo que pone de manifiesto el alcance de la organización desarticulada.
En esta operación conjunta llevada a cabo en la comarca de O Salnés, se detuvo a siete albaneses, cinco en una lancha y tres en tierra, y a un hombre de Arousa. Se incautó una tonelada de cocaína, distribuida en 30 fardos, transportada desde un barco nodriza en el Atlántico.
La investigación se inició en noviembre y está siendo dirigida por el Juzgado de Instrucción Número Tres de Vilagarcía de Arousa y la Fiscalía Especial Antidroga de Pontevedra. A los detenidos se les imputa delitos de tráfico de drogas, así como el de embarcaciones de género prohibido. La operación se fraguó en noviembre al detectar a miembros de esta organización en la comarca de O Salnés. Los siete albaneses se encuentran en el Centro Penitenciario de A Lama en Pontevedra.

Los albaneses navegaron en pleno invierno hasta 1.800 millas en dirección a las Azores para recibir el cargamento de cocaína proveniente de Latinoamérica, transportado por un buque nodriza. En estas precarias condiciones permanecieron 18 días en alta mar, a la espera de dicho cargamento, lo que demuestra la determinación de los miembros de estas organizaciones criminales. El helicóptero de la Guardia Civil aterrizó en el muelle cambadés de Tragove, a dos kilómetros de Rego do Alcalde. Asimismo, la patrullera se dirigió a esa zona en torno a las 04:00 horas.
La zona de O Rego do Alcalde se encuentra entre Vilanova y Cambados, con un acceso rápido a una pista cercana. Se trata de un lugar que, por sus características, es un habitual de los narcos para alijar. De hecho, en Nochebuena de 2024 apareció otra narcolancha de características similares en la misma zona. Este hallazgo hace sospechar de otro alijo vinculado a grupos albaneses que, en este caso, sí se habría llevado a cabo. La operación coincidió casi de forma simultánea con la incautación de 1.200 kg de cocaína a otro grupo de albaneses en el puerto de Vigo.

El operativo desplegado en Rego do Alcalde (en la parroquia de San Miguel de Deiro) incluyó la incautación de una narcolancha de 12 metros con tres potentes motores de 450 CV cada uno y otros equipos de comunicaciones, así como vehículos y armas, en concreto, una pistola de 9 mm.
La Guardia Civil y la Policía Nacional siguen investigando a los miembros clave de la organización. Esta intervención es una de varias realizadas recientemente, que involucran a mafias albanesas en la zona. Se investiga a las personas de la cúspide de la organización criminal, que dirigían la logística del narcotráfico desde alta mar.
Del crimen en los Balcanes al narcotráfico en Galicia
Las organizaciones criminales de habla albanesa se caracterizan principalmente por su estructura interna, en torno a clanes familiares, muy jerarquizados y de pequeño tamaño. Además, presentan una amplia red de contactos y facilitadores a nivel internacional, gracias a la diáspora de los ciudadanos albaneses.
Estas organizaciones criminales tienen su base de operaciones principalmente en la Costa del Sol, la Comunidad Valenciana y Cataluña. Sin embargo, la costa gallega ha llamado su atención debido a la trayectoria histórica de los narcotraficantes de la región.
En relación con esto, destaca la operación «Baroña», llevada a cabo por la Guardia Civil y la Policía Nacional contra clanes albaneses en Galicia. Como resultado, se detuvo a un ciudadano gallego y a siete albaneses, además de incautarse una tonelada de cocaína procedente de América Latina, distribuida en 30 fardos.
Cabe destacar que se trata de organizaciones altamente especializadas, que se han adaptado al mundo actual y, por ello, en muchas ocasiones presentan dispositivos y tecnologías más avanzadas que los propios cuerpos policiales. Por último, es necesario resaltar la cooperación y la colaboración internacional en materia de seguridad, puesto que es clave para poder hacer frente a la amenaza de estas organizaciones criminales, ya que han creado fuertes redes criminales en todo el planeta.
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