El deterioro del entorno de seguridad europeo tras la Guerra Fría y la crisis de 2008 marcó una reducción en la inversión en defensa. Sin embargo, el aumento de la percepción de amenaza ha impulsado a los países de la OTAN a reforzar sus presupuestos militares. En este Trabajo Final de Máster (TFM) del Máster Profesional de Analista de Inteligencia de LISA Institute, la alumna Ana Gómez Adeva examina este contexto.
El Trabajo Final de Máster (TFM) del Máster Profesional de Analista de Inteligencia de LISA Institute consiste en la elaboración de un Informe de Inteligencia profesional, en forma y contenido, aplicando las técnicas y métodos de obtención y análisis aprendidas, simulando un entorno profesional real, con un destinatario concreto en una empresa o una institución pública de elección del alumno. Esta metodología docente inmersiva, simulando entornos profesionales reales, permite al alumno desarrollar habilidades clave y obtener un aprendizaje único que le servirá a nivel profesional.
En LISA News difundimos de forma limitada los TFM’s de los alumnos, destacando los resultados y conclusiones a los que han llegado los alumnos en sus Informes de Inteligencia. Por tanto, no se muestran todas las fases realizadas del Ciclo de Inteligencia: Fase de Dirección y Planificación, Fase de Obtención, Fase de Tratamiento de la Información, Fase de Análisis, Fase de Difusión y Fase de Retroalimentación.
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Título: Evaluación a cinco años del objetivo del 2% en los países de la OTAN
Alumna: Ana Gómez Adeva. Registradora de la Propiedad, Mercantil y de Bienes Muebles. Grado en Derecho y Relaciones Internacionales. Máster Profesional de Analista de Inteligencia de LISA Institute con especialización en Seguridad y Defensa.
Tutor: Javier Rodríguez. Director de Ciberinteligencia y Seguridad en Banco de Andorra. Anteriormente, miembro de la Unidad Central Especial del Servicio de Información de la Guardia Civil, así como en el Grupo de Delitos Telemáticos de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. Dispone de formación avanzada en Análisis de Inteligencia, OSINT y Ciberinteligencia por parte de Agencias gubernamentales de múltiples países (España, Israel y Estados Unidos).
Fecha de entrega: febrero 2025
Itinerario: Seguridad y Defensa
🌐 Informe de Análisis Internacional 🌐
Puntos clave de la OTAN
- El fin de la Guerra Fría marcó el inicio del deterioro del entorno de seguridad europeo. A medida que el temor a la amenaza soviética se diluía, los gobiernos reasignaban sus recursos hacia otras áreas consideradas prioritarias. La crisis económica de 2008 redujo aún más la inversión en defensa.
- El volumen del gasto militar no solo depende de la capacidad económica de los Estados, sino de su percepción de la amenaza. Los países que exceden de la directriz del 2% son, en su mayoría, fronterizos con Rusia o Ucrania, o presentan proximidad geográfica con ellos.
- Se observa una tendencia alcista en el gasto militar de los aliados europeos en la última década, con 21 países superando el umbral del 2%. Los siete que aún no lo alcanzan enfrentan dificultades internas para incrementar sus presupuestos de defensa. Para ello, tendrían que subir impuestos o aumentar la deuda pública. Aun así, esperan cumplir con el compromiso adquirido en los próximos años.
- Estados Unidos es el único país que ha reducido el volumen de gasto militar desde 2014. A pesar de ello, sus aportaciones siguen representando más de dos terceras partes del presupuesto de defensa de la OTAN. Es de esperar una reducción de sus contribuciones económicas a la Alianza, mas no un abandono definitivo.
- La mejor manera de conservar la relación transatlántica es que los países europeos de la OTAN asuman su propia defensa. Para ello, deben reducir su dependencia de Estados Unidos. La defensa europea debe articularse acorde a las necesidades de la Alianza, no según la conveniencia de cada uno de sus miembros.
- La OTAN y la Unión Europea han de trabajar juntas en el desarrollo de la defensa europea, avanzando hacia la autonomía estratégica y evitando duplicidades.
Análisis de la OTAN
Los dividendos de la paz pasan factura a la defensa europea
El gasto militar medio de los miembros de la OTAN en plena Guerra Fría rondaba el 3% del PIB. A su fin, los gobiernos europeos disminuyeron la inversión en defensa y destinaron ese beneficio económico a otras partidas. Incluso los países que se incorporaban a la OTAN tendían a reducir sus presupuestos de defensa tras su ingreso, seguros de su protección.
Después del 11-S, Estados Unidos incrementó drásticamente el gasto militar. Como consecuencia, las diferencias entre las contribuciones de los Estados miembros al sostenimiento económico de la Alianza se agudizaron.
El sesgo de proximidad condiciona la militarización europea
Polonia encabeza el ranking de países OTAN que más gastan en defensa en proporción a su PIB, mientras que España ocupa el último lugar. Alemania se dirige hacia un rearme histórico. Al mismo tiempo, países como Finlandia y Suecia abandonan su tradicional neutralidad al unirse a la Alianza.
Su objetivo es acogerse al efecto disuasor de la cláusula de defensa colectiva. Ucrania ha solicitado el ingreso en la OTAN, en lo que podría ser su única vía para garantizar su integridad territorial futura.
Voluntad europea de alcanzar el objetivo del 2%
En 2014, solo tres países miembros superaban el objetivo del 2%. En 2024, 23 de los 32 países de la Alianza ya rebasan ese umbral. Todos los Estados europeos han incrementado el gasto militar desde 2014, lo que demuestra su implicación con la OTAN y su voluntad de cumplir con el compromiso adquirido.
Los países europeos que aún no han alcanzado el 2% pronostican hacerlo en distintos plazos. Croacia, Italia y España prevén lograrlo en 2027, 2028 y 2029, respectivamente. Portugal y Eslovenia lo harán en 2030, mientras que Luxemburgo y Bélgica lo alcanzarían en 2033 y 2035. Además, varios gobiernos europeos han anunciado su intención de exceder ese porcentaje.
Indefinición del apoyo estadounidense
La reelección de Donald Trump genera incertidumbre sobre el futuro del apoyo estadounidense a la OTAN. Sus críticas al desigual reparto de la carga económica y su postura de que Estados Unidos no debe asumir el peso de la defensa europea agravan esta incertidumbre. Su Estrategia de Seguridad Nacional prioriza ahora el Indo-Pacífico, en detrimento de Europa.
Se espera una disminución de las aportaciones económicas de Estados Unidos. Sin embargo, seguirá necesitando a la OTAN, un instrumento político-militar clave en la lucha contra el terrorismo y un exponente de la batalla ideológica en la que la Alianza representa los valores democráticos. Además, se beneficia de los NATO Partnerships para reforzar sus capacidades estratégicas y su presencia en Asia Pacífico.
Conclusiones y recomendaciones
Desarrollar la defensa europea a través de la OTAN
- Sondeos de la OTAN revelan que la opinión pública europea es, en general, favorable a incrementar el gasto militar. El esfuerzo presupuestario requerido es económicamente viable a juzgar por experiencias recientes, como la gestión de la pandemia del Covid-19 o las medidas adoptadas para paliar la crisis energética.
- El objetivo del 2% debe contemplarse como suelo, no como techo. Este porcentaje describe un tanto por ciento del PIB, pero no en qué se invierte, por lo que existe una cierta descoordinación: 12 países europeos carecen de carros de combate, 14 de aviones de combate, y buena parte del material y equipamiento adquirido no es compatible con la infraestructura de la OTAN. Se deben enfatizar las necesidades de la Alianza, en lugar de abordar la seguridad del conjunto europeo en clave nacional.
- Un buen medidor para valorar la capacidad europea de gestionar su propia defensa será su capacidad para sostener económicamente a Ucrania en los próximos meses. La continuidad del apoyo estadounidense está en duda, y no se espera un nuevo paquete de ayudas hasta 2025.
Aprovechar las oportunidades
- Las incorporaciones de Finlandia y Suecia refuerzan el flanco norte de la Alianza (estrategia de contención), conceden acceso al Mar Báltico y abren las puertas del Ártico. Presentan proximidad geográfica con los enclaves rusos de San Petersburgo y la Península de Kola.
- Los aliados europeos enfrentan multitud de amenazas, como el terrorismo global, los ciberataques, o la inestabilidad en Oriente Medio y en el flanco sur de la OTAN. No podrán enfocarse plenamente en esas áreas hasta que la defensa europea esté garantizada. El desenlace del conflicto ucraniano es crucial para frenar el expansionismo ruso en el entorno europeo. Un triunfo de Putin puede alentar a otros líderes mundiales, como Xi Jinping, a intentar emularlo en Taiwán.
- La OTAN y la Unión Europea deben superar su recelo mutuo. La emergencia de la Unión Europea como actor de seguridad plantea el problema de la superposición de iniciativas y de la firma de un acuerdo bilateral con Estados Unidos que perpetúe las dependencias. También ofrece la oportunidad de una mayor coordinación entre ambas para el desarrollo de capacidades tecnológicas o la adopción de una política de adquisiciones conjuntas.
🌐 Memoria del Informe 🌐
Para una mayor comprensión de este Trabajo Final de Máster (TFM) realizado en el contexto del Máster Profesional de Analista de Inteligencia de LISA Institute, aquí puedes consultar la memoria del Informe de Inteligencia en la que se muestran todas las fases realizadas del Ciclo de Inteligencia: Fase de Dirección y Planificación, Fase de Obtención, Fase de Tratamiento de la Información, Fase de Análisis, Fase de Difusión y Fase de Retroalimentación.