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Daniel Iriarte: «Hezbolá ha quedado bastante dañado en términos de imagen»

Análisis

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Contenido creado por el Equipo de Redacción de LISA News con el apoyo del equipo docente de LISA Institute.

En el decimoquinto episodio del Pódcast Código LISA «La operación de Inteligencia más descentralizada de la historia: el ataque de Israel a Hezbolá en el Líbano», la analista de LISA News, Soraya Aybar, entrevista a Daniel Iriarte, periodista, analista internacional y profesor del Máster Profesional de Analista de Inteligencia y el Curso de Prevención y Seguridad en Zonas Hostiles o de Guerra de LISA Institute.

De pronto decenas de videos con una imagen similar: buscapersonas y walkie-talkies vinculados a Hezbolá explotando en las manos o en el bolsillo de diferentes hombres. Un ataque que se ha atribuido a la inteligencia israelí y que cambia la forma de hacer la guerra y al mismo tiempo los frentes geopolíticos en Oriente Medio. Se habla mucho sobre las dimensiones de este ataque y se dice que estamos ante una de las operaciones de inteligencia más descentralizadas de la historia. ¿Qué significa que esté descentralizada? 

Daniel Iriarte – En este caso, estamos hablando de que en la planificación y ejecución de esta operación han intervenido un montón de elementos y actores diferentes y en algunos casos probablemente sin conexión entre unos e entre unos y otros. Tenemos desde intermediarios para la venta de los aparatos que han explosionado y que probablemente no eran ni siquiera conscientes de estar participando en esto. Tenemos empresas pantalla creadas presuntamente por la inteligencia israelí. Tenemos también los operativos de inteligencia encargados de ejecutarla, a los informantes dentro de la propia organización, etcétera. Es decir, muchísimos individuos que, en su mayoría, tampoco eran conscientes sobre cuál era el verdadero alcance.

¿Y no hay antecedentes en este sentido, o si lo ha habido, pero a otros niveles? ¿Como cuáles? 

Daniel Iriarte – El elemento clave en esta operación ha sido la creación de empresas pantalla, que son los que se han utilizado para hacer llegar los aparatos modificados a los miembros de Facebook. Entonces, en ese sentido, se me ocurren dos antecedentes muy claros.

Uno es la Operación Moisés, también del Mossad, pero en los años 80, para sacar a los judíos etíopes que estaban refugiados en Sudán durante la época de la Guerra Civil. No. Lo que hizo el Mossad fue crear un resort de lujo en la costa del Mar Rojo en el que se atendía a turistas, pero que en realidad, el propósito era dar cobertura a esta evacuación de los judíos de Etiopía.

Otra operación, quizá más parecida a la más reciente por su componente tecnológico, es la Operación Rubicón. Esta fue una operación llevada a cabo por conjuntamente por la CIA y por el BND, por el Servicio de Inteligencia Exterior Alemán y que duró desde 1970 hasta, por parte de la CIA, 2018. Crearon una empresa en Suiza para fabricar equipos de comunicación encriptados supuestamente imposibles de quebrar. Esta empresa vendía este material de comunicación encriptado a gobiernos de todo el mundo. ¿Cuál es la el truco aquí? Que como fabricantes del aparato, pues la CIA y el BND tenían las claves de desencriptación, eran capaces de acceder a las comunicaciones hipersensibles de medio centenar de gobiernos en todo el mundo.

También hay otras operaciones del Mossad destacables como la colocación de explosivos dentro de aparatos de comunicación. Aun así, en este caso, yo creo que la combinación de todos estos elementos diferentes es algo que no tiene precedentes. 

¿Y qué desafíos técnicos y logísticos crees que implica una operación de este tipo? ¿A qué escala?

Daniel Iriarte – Realmente podemos estar hablando de una de las operaciones más complejas de la historia? Según fuentes periodísticas, la operación ha podido estar en marcha desde hace 15 años. Eso ya te da una idea de la magnitud del asunto.

La inteligencia israelí habría previsto que en un momento dado los operativos de Hezbolá podrían llegar a recurrir a este tipo de sistemas de comunicación más arcaicos como medida de seguridad. Entonces deciden poner en marcha una operación para interceptarlos. En este caso, además, crean empresas para fabricar ellos mismos los aparatos manipulados. Esto ya te da una idea del nivel de desafío tecnológico. Tienes que tener el know how, no el conocimiento técnico.

Durante las primeras horas y aun en los últimos días posteriores al ataque, se detectó que la información era imprecisa, es imprecisa, y la difusión de imágenes y fotografías podía o puede llevar a la desinformación y a las fake news. Como analista, ¿cómo verificas la información en un caso con tanta incertidumbre? O sea, ¿qué fuentes consideras más fiables a la hora de realizar esta verificación? 

Daniel Iriarte – En el Máster Profesional de Analista de Inteligencia de LISA Institute intentamos enseñar a los alumnos que desde que se produce un incidente hasta que nos llega a nosotros como receptores, es decir, durante todo ese proceso de transmisión de la información, puede haber distorsiones. De lo que se trata es de pensar: ¿a qué se pueden deber esas distorsiones? Por ejemplo, quizás la persona que nos está contando la información no ha llegado a entender bien lo que sucede, no tiene los conocimientos o las capacidades.

En este caso, en un primer momento se habló de un ciberataque cuando, en realidad, se ha visto que era algo completamente diferente y que no ha habido una operación cibernética, sino una manipulación de aparatos. Es algo completamente diferente. En fin, como digo, en esa cadena de transmisión puede haber muchísimas distorsiones diferentes. Muchas veces los periodistas y los analistas con experiencia hacemos esa verificación de forma instintiva.

Por otro lado, en este caso, lo que era la información pura y dura fue bastante fácil de verificar al principio porque lo que teníamos era un montón de imágenes diferentes de los buscapersonas explotando por todo Beirut. Es decir, el hecho puro y duro era muy sencillo de verificar. Donde hay más margen de error es en los porqués.

Si nos enfrentamos a un caso como este sin mucha información podemos recurrir a técnicas de inteligencia, de fuentes abiertas o de geolocalización. Personalmente, yo suelo recurrir en la medida de lo posible, a los grandes medios internacionales que tienen corresponsales sobre el terreno porque, como mínimo, implica que esas personas van a tener fuentes propias en el lugar y pueden tener acceso a técnicas de verificación. Además, el hecho de que sean medios sólidos y reputados, pues bueno, siempre te dan una garantía de solidez respecto a lo que uno se puede encontrar simplemente en redes sociales. Es decir, hay un profesional detrás que cuyo trabajo se supone que ya es verificar.

También se habló y se habla mucho de las hipótesis y de cómo Israel ha sido capaz de interceptar todos los dispositivos electrónicos y hacerlos explotar simultáneamente. Precisamente el medio estadounidense de New York Times ha apuntado algunos posibles escenarios. No sé si podrías explicarlos o si incluso tú tienes algún otro escenario plausible al respecto.

Daniel Iriarte – Podemos empezar haciendo una pequeña composición del lugar de cómo se llevó a cabo la operación. Sabemos que el fabricante original de los buscas que estallaron en un primer momento, es una empresa taiwanesa que se llama Gold Apolo, pero que no está implicada para nada en esta operación. Lo que ha hecho Israel ha sido crear una empresa fantasma para conseguir una licencia para fabricar estos en Europa. Es muy probable que esta empresa solo hayan sido unos meros intermediarios comerciales como podía haber sido en cualquier otra operación.

¿Cuáles podrían ser las implicaciones geopolíticas? 

Daniel Iriarte – El elemento que hay que tener en cuenta para realmente comprender todo lo que está pasando en la región es qué hay en la cabeza de los líderes israelíes. Pero, ¿cuál es el problema? No hay un solo líder israelí, sino varios. Tenemos, por un lado a Benjamin Netanyahu, cuya motivación parece agitar el conflicto todo lo posible para mantenerse en el poder. Sabe que él, en una situación de estabilidad para Israel, probablemente acabaría no solo perdiendo el poder, sino además, procesado por corrupción. Tiene una motivación muy clara para tratar de tensionar el conflicto todo lo posible.

Mientras, hay algunos elementos de su gobierno relacionado con los extremistas ultraortodoxos y ortodoxos que tienen un plan mesiánico que consiste en aprovechar este momento para la creación del gran Israel. En el actual gobierno, los extremistas tienen muchísimo poder dentro del Gobierno de Benjamin Netanyahu. Hay un tercer grupúsculo, que no cae necesariamente dentro de ninguna de estas dos categorías, que es el liderazgo militar.

Las implicaciones en este caso serían que la guerra se traslade a otros lugares como Siria y Líbano y que se produzca una conversión en una auténtica guerra regional. El problema con una guerra regional de este tipo es que se puede producir fácilmente una escalada que acabe implicando a Irán, a Estados Unidos y a otros actores. 

Entiendo que Hezbolá también reaccionará, o al menos reevaluará su estrategia. ¿Qué impacto crees que puede tener este incidente en las futuras estrategias de comunicación del grupo?

Daniel Iriarte – Hezbolá ha quedado bastante dañado en términos de imagen. Probablemente no le interesa una guerra abierta con Israel, que sabe que sería absolutamente devastadora para la organización. La capacidad militar de de Israel, por mucho que esté desgastada por todos estos meses de acciones en Gaza, sigue siendo muy superior a la que puede tener una una organización no estatal.

En este caso, el ataque no solo deja a Hezbolá en muy mal lugar ante la opinión pública del mundo árabe, sino que es que además, probablemente ha instalado una paranoia dentro del grupo que se ha tenido que dar cuenta de que está completamente penetrado por la inteligencia israelí.

La reacción también puede ser militar. Pero claro, también hay un papel muy importante alrededor de la ciberguerra. ¿No crees que estamos ante un cambio de paradigma sobre cómo hacer la guerra? 

Daniel Iriarte – Al principio se habló mucho de ciberdelincuencia, pero ahora mismo, más que de ciberguerra, de lo que estaríamos hablando es de guerra electrónica. Lo que se ha utilizado no ha sido en Internet, que es lo que definiría una una operación de de ciberguerra sino que a través de determinados mensajes electrónicos recibidos en los buscas que han hecho que que estallen.

Aun así, desde luego que la ciberguerra va a jugar un papel importantísimo, de hecho, ya lo lleva jugando en el conflicto asimétrico entre entre Irán e Israel. Desde hace varios años, ha habido varios episodios de ciberdelincuencia muy destructivos, tanto por parte de Irán hacia Israel, como por parte de los ciberdelincuentes israelíes hacia Irán.

No sé si estaríamos hablando tanto de un cambio de paradigma en la forma de hacer la guerra como en los cambios alrededor de la ley internacional sobre de la guerra. Lo que ha sucedido es probablemente un crimen de guerra, ya que va contra la legislación internacional por el carácter indiscriminado de estas explosiones.

Si quieres aprender más sobre la situación en Oriente Medio, escucha el decimoquinto episodio del Pódcast de Código LISA «La operación de Inteligencia más descentralizada de la historia: el ataque de Israel a Hezbolá en el Líbano» aquí:

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