La rival socialista Jara reconoce la derrota al expresar que los chilenos han hablado «fuerte y claro».
El candidato conservador José Antonio Kast ganó la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Chile con un 58,61% de los votos, superando a la representante de la izquierda, Jeannette Jara, que obtuvo un 41,39%. Los datos, publicados por el Servicio Electoral de Chile (Servel) con el 100% del escrutinio, confirman una ventaja amplia del aspirante de derecha. En total, se emitieron 10.380.322 votos válidos, con 6.084.364 para Kast y 4.295.958 para Jara.
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El organismo electoral detalló además que el total de votos ascendió a 11.167.420, incluyendo 650.294 nulos (5,82%) y 136.804 en blanco (1,23%). Con esta cifra, Kast consolida las proyecciones previas que auguraban su triunfo en la segunda ronda, impulsado por el respaldo de los candidatos de derecha eliminados en la primera vuelta y pese a la ventaja inicial de Jara.
Jara reconoce la derrota
Tras conocerse los resultados, Jeannette Jara reconoció su derrota con un mensaje en la red social X. «La democracia habló fuerte y claro», afirmó, añadiendo que «me acabo de comunicar con el presidente electo José Antonio Kast para desearle éxito por el bien de Chile». También explicó ante sus seguidores que «seguiremos trabajando por avanzar en una mejor vida en nuestra patria».
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En una comparecencia pública posterior, acompañada por Carolina Tohá y otros dirigentes aliados, Jara fue recibida entre cánticos y llamados a la unidad. Desde el barrio París Londres, declaró: «Nos va a tocar ser oposición y quiero decirles que el camino de la unidad es el único que vale la pena». Añadió que «nuestra democracia se fortalece cuando respetamos la voluntad ciudadana, especialmente en los momentos difíciles, porque es la derrota donde más se aprende y donde más firme debe ser la convicción democrática».
Boric confirma los resultados
Durante su discurso, la exministra advirtió sobre el riesgo de retrocesos en los avances sociales alcanzados. Mencionó los derechos de las mujeres, la jornada laboral de 40 horas, la subida de las pensiones y la educación gratuita como logros que deben protegerse. Aseguró que su bloque realizará una oposición «propositiva y exigente» y que el «presidente electo, José Antonio Kast, en todo lo que sea bueno para Chile encontrará mi apoyo; en todo lo que pueda hacernos retroceder encontrará una oposición firme, democrática y responsable».
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El presidente saliente, Gabriel Boric, felicitó a Kast en una conversación telefónica transmitida oficialmente. Reconoció «el triunfo claro» del candidato de derecha y dijo: «Usted ha sido electo presidente de la República de Chile y, por lo tanto, de todos los chilenos y chilenas. Es una gran responsabilidad que hay que abordar con humildad y trabajo». Kast agradeció la llamada y expresó su deseo de que «esta sea una transición muy ordenada y respetuosa», además de manifestar su interés en mantener el diálogo con Boric después del traspaso de mando.
Kast promete ser el «presidente de todos»
El presidente electo afirmó que será «el presidente de todos los chilenos» y llamó a la unidad nacional. Además, aseguró que «no es un triunfo personal», sino que «ganó Chile y la esperanza de vivir sin miedo». En su discurso, agradeció el apoyo de su familia, su partido y de otras fuerzas políticas, y destacó a su rival Jeannette Jara, reconociendo que «asumió un desafío muy difícil». También pidió respeto hacia ella y apeló al diálogo con la oposición. Aseguró además que «estos cuatro años los vamos a hacer bien», con el compromiso de «reconstruir el país respetando al que piensa distinto», insistiendo en que todos son necesarios para enfrentar las emergencias nacionales.
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De igual modo, prometió un «cambio real», aunque alertó que «no hay soluciones mágicas» y que el primer año será difícil por la situación económica. Asimismo, reafirmó que el Estado «no es un botín» y anunció un «acuerdo nacional» con la intención de formar un «gobierno de unidad». Confirmó también que renunciará al Partido Republicano para gobernar con independencia y sin presiones partidarias. En materia de orden público, aseguró que «restablecerán la ley en todas las regiones, sin excepciones» y defendió a las fuerzas de seguridad, reiterando que «el país va a volver a respetar a sus Carabineros y Fuerzas Armadas». Finalmente, pidió confianza a los ciudadanos al prometer «un gobierno en terreno», convencido de que «aunque sea difícil, se puede, porque ustedes sostienen a Chile».




