En este artículo te explicamos qué es una Huella Digital, qué tipos existen y cuáles son los beneficios de contratar servicios de Huella Digital como los que ofrece LISA Analysis Unit.
Definición de Huella Digital
La Huella Digital, huella electrónica o sombra digital, es el rastro de datos o información que existe en Internet, ya sea de una persona, de una empresa o de una institución.
Algunos ejemplos de Huella Digital son:
- Un comentario de un cliente o trabajador en algún foro o red social.
- Una publicación en cualquier medio o soporte digital.
- Los archivos que se van alojando en la página web o en la nube mal configurada de una empresa y/o institución.
- El vídeo de un evento publicado en YouTube, etc.
Toda la información que se publica online, es accesible para cualquier persona con un dispositivo y una conexión a Internet. Por tanto, el hecho de que se conozca esa información tiene un impacto significativo en la privacidad y la reputación en línea de una empresa y/o institución.
Al compartir o existir información en línea, ciertos datos sensibles de empresas y/o instituciones pueden ser utilizados por terceras personas y organizaciones sin el consentimiento de su propietario o del afectado.
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Tipos de Huella Digital: positivas y negativas
Cada persona y organización deberá definir, de forma consciente y coherente con sus propios objetivos, qué tipo y grado de exposición necesita en Internet para poder conseguir sus objetivos.
Por ejemplo, un Servicio de Inteligencia, necesariamente debe disponer de una Huella Digital muy reducida y controlada, ya que lo contrario afectaría de forma directa a la seguridad nacional de su país.
En contraposición, una ONG que recauda fondos para una causa benéfica, necesita una máxima transparencia para poder dar confianza suficiente como para poder recaudar dinero, teniendo, por tanto, una Huella Digital ampliada.
Pero además del tamaño de la Huella Digital, es importante valorar si dicha Huella Digital es positiva o negativa para la organización en cuestión.
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Huella Digital positiva
Solo hay una oportunidad de causar una buena primera impresión. Las empresas e instituciones, e incluso muchos particulares, necesitan tener una exposición pública en Internet para poder cumplir con sus objetivos personales y organizacionales.
La empresa o autónomo que no tenga página web y redes sociales, difícilmente podrá tener clientes o crecer. Del mismo modo, una institución pública, sin página web y sin proximidad a la ciudadanía, tampoco podrá cumplir con el servicio público que ofrece.
En el plano personal, ocurre algo similar. Aquellos que quieren forjarse una marca personal y profesional para potenciar su empleabilidad, necesariamente deben publicar su Curriculum Vitae y demostrar sus capacidades públicamente para poder diferenciarse de otros candidatos.
Por tanto, hay huellas digitales que son positivas y necesarias, cuando cumplen con los objetivos del titular de dicha información o de la persona a la que le afecta (positivamente) una determinada información o publicación.
Las huellas digitales positivas se consiguen a través de campañas de marca, publicidad y marketing, tanto desde un punto de vista estratégico como en un plano táctico.
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Para forjar una buena Huella Digital, también conocida como buena presencia en internet, es fundamental pensar no solo en los objetivos a corto plazo, sino también al más largo plazo posible.
Por tanto, además de adaptar la presencia digital en Internet a los objetivos de cada organización, es crucial tener en cuenta cómo evolucionarán estos objetivos e intereses en el tiempo. Una vez publicada la información, va a ser realmente difícil borrar de forma eficaz ciertas informaciones ya publicadas debido a los scrappers o recopiladores de información, ya que su negocio consiste en hacer “copias de seguridad” de gran parte de las páginas web y las redes sociales.
Huella Digital negativa
A su vez, hay huellas digitales negativas, que son aquellas que incluyen:
- Información no conocida por el titular, propietario o afectado de la misma.
- Información que supone una vulnerabilidad:
- Para una persona física: datos personales, domicilio, documentación de identidad, contraseñas, fotografías o vídeos personales, familiares o íntimos, ideología, estado de salud, etc.
- Para una organización: documentación confidencial, propiedad intelectual, documentos sobre planes y estrategias, documentación de seguridad o ciberseguridad, datos personales de trabajadores, proveedores o clientes, etc.
- Información que perjudica a la reputación, imagen o percepción pública.
La Huella Digital negativa puede haber sido provocada por:
- La propia persona u organización afectada:
- De forma involuntaria: por ejemplo, al compartir una información pública pero no configurando correctamente los permisos o control de accesos a dicha información.
- De forma voluntaria: por ejemplo, al considerar que podía ser una información inocua o una Huella Digital positiva.
- Por proveedores:
- De forma organizada: por ejemplo, para ampliar el desarrollo de negocio, explicando el detalle el caso de éxito del servicio prestado.
- De forma no organizada: por ejemplo, por trabajadores de los proveedores en el interior de las instalaciones del cliente.
- Por clientes (satisfechos o insatisfechos):
- Por insiders, trabajadores infieles o extrabajadores, que por motivos personales o remunerados (por ejemplo, por la competencia, una organización criminal o un actor estatal) deciden filtrar información confidencial.
- Creadores de opinión (medios de comunicación, influencers, etc.) que consideran noticiable cierta información de la persona u organización afectada.
- Instituciones públicas: por ejemplo, al publicar sentencias judiciales, multas, licitaciones públicas, etc.
Consecuencias de tener una Huella Digital negativa
El impacto de tener una Huella Digital negativa es múltiple y variado dependiendo del tipo de información publicada y de la persona u organización afectada.
No conocer lo que hay publicado de uno mismo o de nuestra organización en Internet supone una vulnerabilidad grave y una desventaja competitiva, ya que se desconoce la información a la que pueden acceder clientes, trabajadores, proveedores, competidores, instituciones públicas, etc. que pueden tener objetivos o intereses contrarios a los tuyos.
Por tanto, es fundamental monitorizar de forma permanente las informaciones publicadas acerca de la organización, las personas clave de la misma y los clientes, así como cualquier temática relacionada.
Si se conoce la información publicada, se podrá actuar en consecuencia, intentando corregirla, matizarla o borrarla a tiempo, según el caso. También se podrá contrarrestar con una campaña estratégica o Huella Digital positiva.
A continuación se listan las principales consecuencias de una Huella digital negativa:
Pérdida de confianza y reputación
- La divulgación de información negativa o incorrecta puede erosionar la confianza de clientes, socios y empleados en la empresa.
- Una mala reputación online puede desanimar a clientes potenciales y reducir las oportunidades de negocio.
Vulnerabilidades de seguridad
- La exposición de datos confidenciales y personales puede llevar a ciberataques, fraudes y otras actividades delictivas.
- Información sensible accesible públicamente puede ser utilizada por competidores o actores malintencionados.
Desventaja competitiva
- La falta de control sobre la información publicada puede otorgar una ventaja a los competidores que monitorean y gestionan mejor su Huella Digital.
- Pérdida de oportunidades comerciales debido a la percepción negativa de la empresa.
Problemas legales y regulatorios
- Exposición a sanciones por incumplimiento de normativas de protección de datos (como el GDPR).
- Posibles litigios derivados de la divulgación de información privada o confidencial.
Impacto negativo en la moral y retención de empleados
- Los empleados pueden sentirse inseguros o desmotivados si la empresa tiene una mala reputación online.
- Dificultad para atraer y retener talento debido a la percepción negativa de la empresa.
Erosión de la marca y valor de mercado
- La percepción negativa puede afectar el valor de la marca y, en consecuencia, el valor de mercado de la empresa.
- Daños a largo plazo en la imagen corporativa que pueden ser difíciles de revertir.
Costes financieros
- Gastos significativos en esfuerzos de reparación de la reputación y mitigación de daños.
- Pérdida de ingresos debido a la disminución de ventas y oportunidades de negocio.
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Motivos por los que contratar servicios de Huella Digital
Con el aumento de la digitalización en Internet, el creciente uso de dispositivos IoT, así como el incremento del uso de tecnologías digitales avanzadas como la Inteligencia Artificial (IA), gestionar nuestra Huella Digital se ha vuelto crucial para proteger la privacidad y seguridad en el entorno digital. Por tanto, es habitual que las empresas e instituciones contraten a empresas que ofrecen servicios de Huella Digital.
Pero, ¿los servicios de Huella Digital sirven exclusivamente a la seguridad y la privacidad de las empresas y/o instituciones? La respuesta es No. Algunos de los motivos por los que las empresas y/o instituciones contratan a empresas para realizar servicios de Huella Digital son:
- Investigación de clientes, trabajadores, proveedores o partners, antes, durante y después de cualquier relación contractual.
- Análisis de la información publicada de su empresa y su evolución en el tiempo.
- Análisis de la información publicada de su competencia y su evolución en el tiempo.
- Análisis de la información publicada de un cliente y su evolución en el tiempo.
- Análisis de la información publicada de un producto o servicio y su evolución en el tiempo.
- Análisis del sentimiento en torno a una determinada marca, producto o servicio y su evolución en el tiempo.
- Análisis de cualquier información que esté o pueda estar disponible en Internet.
Beneficios de contratar servicios de Huella Digital
Contratar servicios de Huella Digital es invertir en seguridad, privacidad, optimización de procesos y reputación para las empresas y/o instituciones. El aumento de las interconexiones y el progreso tecnológico, hacen que ciertos servicios se hayan vuelto indispensables para mantener seguras y mejorar el funcionamiento de las organizaciones.
Pero, ¿cuáles son los beneficios que las empresas y/o instituciones adquieren de la contratación de los servicios de Huella Digital?
- Mejora de las estrategias de publicidad y marketing de la empresa.
- Aumento de la innovación de productos y servicios acorde a las necesidades del mercado y de los clientes.
- Aumento de la reputación y visibilidad de la marca.
- Prevención de crisis y mejora de la toma de decisiones.
- Mayor control de las amenazas externas e internas que puedan afectar a la seguridad de la empresa y/o institución.
- Control eficaz sobre el cumplimiento de las normativas y la regulación de protección de datos, para evitar sanciones y/o multas, etc.
En definitiva, la contratación de los servicios de la Huella Digital es de vital importancia para que las empresas y/o instituciones, mejoren sus operaciones comerciales, mejoren su seguridad y privacidad, mantengan un monitoreo de su reputación online y se anticipen ante posibles vulnerabilidades, riesgos y amenazas.
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