El panorama político alemán se fragmenta, y el Bündnis Sahra Wagenknecht (BSW) emerge como una fuerza disruptiva. Con posturas económicas de izquierda y un enfoque más restrictivo en inmigración, su irrupción desafía a los partidos tradicionales. Su impacto en las elecciones de 2025 podría redefinir el futuro político del país.
Alemania se prepara para unas elecciones anticipadas el 23 de febrero de 2025, tras la pérdida de confianza en el gobierno de coalición liderado por el Partido Socialdemócrata (SPD) de Olaf Scholz. Estas elecciones se celebran en un escenario político inestable. La crisis económica, el descontento ciudadano y el auge de la extrema derecha han fragmentado aún más el electorado.
En este contexto, ha irrumpido el Bündnis Sahra Wagenknecht (BSW), un nuevo partido de izquierda con un discurso crítico hacia la inmigración y la Unión Europea. Su presencia desafía tanto a la izquierda tradicional como a la derecha populista. Con el BSW en el tablero de juego, surgen diversas preguntas acerca de esta nueva izquierda. Pero, sobre todo, ¿qué impacto puede tener en las elecciones de 2025?
¿Quién es Sahra Wagenknecht?
Sahra Wagenknecht es una de las figuras políticas que más está llamando la atención, y una de las más controvertidas, de la política alemana. Nacida en 1969 en Jena, en la antigua República Democrática Alemana (RDA). Ingresó en la Juventud Libre Alemana.
Su trayectoria política comenzó en la década de 1990 dentro del Partido del Socialismo Democrático (PDS), sucesor del Partido Socialista Unificado de Alemania (SED), que fue el partido comunista de Alemania Oriental. En 2007, con la fusión del PDS con otros grupos de izquierda, Wagenknecht se convirtió en una de las principales voces de Die Linke. Este partido representaba la oposición socialista en la Alemania reunificada.
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Sin embargo, debido a diferencias de posturas con el partido ante crisis como el COVID-19 y la guerra en Ucrania, su discurso empezó a distanciarse de la línea oficial de Die Linke. Especialmente, los puntos de más fricción entre el partido y Sahra eran aquellos en lo que respecta a la inmigración y la Unión Europea.
Criticó la política migratoria de la canciller Angela Merkel y sostuvo que la llegada masiva de refugiados perjudicaba a las clases trabajadoras alemanas. Este punto de vista generó divisiones dentro del partido. Además, se opuso a las sanciones contra Rusia y abogó por una relación más pragmática con Moscú. Su descontento con la dirección de Die Linke la llevó a distanciarse progresivamente del partido.
En 2018, intentó lanzar el movimiento «Aufstehen» («Levantarse»), un proyecto político que buscaba atraer a votantes desencantados con la izquierda tradicional, pero que no logró consolidarse como un partido formal. Finalmente, en octubre de 2023, Wagenknecht anunció su salida de Die Linke y, en enero de 2024, fundó el Bündnis Sahra Wagenknecht («Alianza Sahra Wagenknecht por la Razón y la Justicia»), conocido como el BSW.
Fundación de BSW
La fundación del BSW marcó un hito en la política alemana. A diferencia de otros partidos de izquierda, Wagenknecht y su grupo adoptaron un enfoque más restrictivo sobre la inmigración. Sostienen que las políticas de fronteras abiertas perjudican a la clase trabajadora al aumentar la competencia en el mercado laboral y ejercer presión sobre los servicios sociales.
También adoptaron una postura euroescéptica que defiende una mayor soberanía nacional. Sus propuestas han atraído tanto a antiguos votantes de Die Linke como a sectores descontentos del Partido Socialdemócrata (SPD) e incluso de la derecha moderada.
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El impacto del BSW no tardó en hacerse sentir. En las elecciones estatales de 2024, obtuvo el 15,8 % en Turingia y el 11,8 % en Sajonia, situándose como tercera fuerza, por delante de Die Linke y consolidándose como una alternativa real dentro del panorama político alemán.
Estos comicios fueron sorprendentes, no solo por el avance del BSW, sino también por la gran victoria de Alternativa para Alemania (AfD). La creación del nuevo partido generó fuertes críticas por parte de la izquierda tradicional, que lo acusa de dividir a los progresistas y de adoptar un discurso cercano al de la extrema derecha en cuestiones migratorias.
Programa político de BSW
El programa político del BSW integra elementos tradicionales de la izquierda con posturas que algunos consideran conservadoras, especialmente en temas como inmigración y política exterior.
El BSW defiende una política migratoria más restrictiva, argumentando que la inmigración descontrolada puede afectar negativamente la cohesión social. El partido propone una «pausa» en la recepción de solicitantes de asilo y sostiene que quienes ingresen desde países seguros no deberían tener derecho a permanecer en Alemania.
Además, sostiene que quienes no tengan derecho de residencia no deben recibir prestaciones sociales y que los inmigrantes que cometan delitos violentos deben ser deportados. Esta postura ha generado comparaciones con Alternativa para Alemania (AfD), partido de derecha conocido por su oposición a la inmigración.
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En cuanto a su política exterior, el BSW adopta una postura crítica hacia la Unión Europea y aboga por una mayor soberanía nacional en la toma de decisiones económicas y políticas. Crítica lo que percibe como una burocracia excesiva en Bruselas y una falta de democracia en las instituciones europeas. Además, el partido se opone a las sanciones contra Rusia y promueve el restablecimiento de relaciones comerciales y diplomáticas con Moscú. Exigen el cese del apoyo militar a Kiev y la promoción de negociaciones de paz.
Sahra Wagenknecht ha criticado la postura de Alemania en el conflicto, sosteniendo que el suministro de armas prolonga la guerra y que es necesario apostar por una solución diplomática. Culpan de responsables de este conflicto a Estados Unidos y a la OTAN. Esta postura ha llevado a muchos a etiquetar al BSW como «prorruso».
En el ámbito económico, el BSW propone una serie de medidas orientadas a fortalecer el estado de bienestar y reducir las desigualdades sociales. El partido propone elevar el salario mínimo a 15 euros por hora, buscando mejorar las condiciones de vida de los trabajadores de bajos ingresos.
También apuestan por reducir la carga de impuestos sobre los ingresos bajos y medios, mientras que proponen impuestos más altos para las grandes fortunas. Además, defiende que se deben garantizar pensiones más altas. El BSW quiere suprimir el precio del CO₂ y las subvenciones a las energías renovables e importar más combustibles fósiles.
¿Es el BSW un caso único en Europa?
En las últimas décadas, Europa ha sido testigo del surgimiento de movimientos políticos que, aunque se identifican con la izquierda en términos económicos y sociales, adoptan posturas conservadoras en cuestiones como la inmigración, la identidad nacional y la soberanía.
Entre los principales factores que han impulsado estos movimientos, destaca la crítica de algunos sectores de la izquierda al denominado «neoliberalismo progresista». Sostienen que, mientras se promueven causas como los derechos de las minorías o la diversidad cultural, no se atienden adecuadamente las necesidades económicas de las clases trabajadoras.
La globalización y los movimientos migratorios han intensificado los debates sobre la identidad nacional y la cohesión social. Como resultado, algunos movimientos de izquierda con tendencias conservadoras han optado por políticas migratorias más restrictivas.
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Aunque no sean totalmente equivalentes, en Francia, La France Insoumise, liderada por Jean-Luc Mélenchon, ha comenzado a adoptar algunas de estas características. En 2016, ante el Parlamento Europeo, declaró: «Creo que la Europa que se ha construido es una Europa de violencia social, como lo vemos en cada país cada vez que llega un trabajador desplazado que roba el pan de los trabajadores que están allí».
El mejor ejemplo de esta tendencia en la nueva izquierda podría ser el Partido Popular Socialista de Dinamarca. Este partido, en ocasiones, ha adoptado posturas críticas hacia la inmigración, mientras que adopta políticas progresistas en lo económico y social.
En 2019, su líder, Mette Frederiksen, afirmó: «El precio de la globalización no regulada, la inmigración masiva y la libre circulación de trabajadores lo pagan las clases bajas».
Perspectivas para las elecciones de 2025
El próximo 23 de febrero, Alemania celebrará elecciones federales en las que se elegirán a los representantes del Bundestag y al próximo canciller. Según una encuesta de INSA, publicada en enero de 2025, el BSW alcanzó un 7% de intención de voto, superando a partidos establecidos como Die Linke, que se situó en un 3%.
Sin embargo, un sondeo del instituto GMS, realizado también en enero, ubicó al BSW por debajo del umbral del 5% necesario para obtener representación parlamentaria en el Bundestag. Estas discrepancias entre encuestas reflejan que, aunque el BSW ha ganado terreno, su posición sigue siendo vulnerable. Su futuro dependerá en gran medida de su desempeño en la recta final de la campaña electoral.
De cara a las elecciones del 23 de febrero, las encuestas sugieren la siguiente distribución de intención de voto:
- Unión Demócrata Cristiana (CDU), liderada por Friedrich Merz: 3%
- Alternativa para Alemania (AfD): 22%
- Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD): 15,5%
- Los Verdes: 13%
En este contexto, el BSW, con un apoyo estimado del 5,5 %, podría desempeñar un papel crucial en la formación de coaliciones, especialmente si logra superar el umbral del 5 % y obtener representación parlamentaria.
El BSW se está consolidando como una fuerza a tener en cuenta en la política alemana, atrayendo a votantes que buscan alternativas a los partidos tradicionales. Su desempeño en las encuestas refleja tanto oportunidades como desafíos. Aunque ha logrado un respaldo significativo en poco tiempo, su futuro dependerá de varios factores. Por un lado, deberá mantener y ampliar su base electoral. Además, será clave que supere el umbral del 5% para obtener representación. Solo así podrá desempeñar un papel relevante en el Bundestag. Las elecciones de febrero de 2025 serán decisivas para determinar el impacto real del BSW en la política alemana.
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