Edgardo Greco, de 63 años, había estado prófugo durante 16 años después de escapar de la custodia policial temporal en Italia. Se encontraba en búsqueda y captura tras ser condenado a cadena perpetua por los asesinatos de Stefano y Giuseppe Bartolomeo, y el intento de asesinato de Emiliano Mosciaro.
El prófugo fue arrestado en Saint-Etienne, Francia, después de una investigación llevada a cabo por la Fiscalía de Catanzaro, dirigida por Nicola Gratteri, y el Departamento Operativo-Núcleo de Investigación de Arma dei Carabinieri en Cosenza.
El Proyecto I-CAN de INTERPOL facilitó la coordinación y colaboración con las autoridades francesas, llevando a cabo la vigilancia de la ubicación del sospechoso, lo que permitió su rápida detención por parte de la Brigade Nationale de Recherche des Fugitifs de Francia. Los investigadores de la policía italiana en Cosenza confirmaron posteriormente la identidad del sujeto.
El ministro del Interior de Italia, Matteo Piantedosi, celebró el arresto y dijo que demostraba el compromiso del país para luchar contra todas las formas de crimen organizado y localizar fugitivos peligrosos.
El proyecto I-CAN es financiado por el Departamento de Seguridad Pública de Italia y uno de sus principales objetivos es concienciar sobre la organización criminal ‘Ndrangheta, a la que pertenecía el detenido. Arrestar a personas vinculadas a la mafia italiana es uno de los puntos claves del proyecto de INTERPOL, desde su puesta en marcha ha ayudado a arrestar a decenas de fugitivos en todo el mundo desde su lanzamiento en 2020.
Con origen en la región italiana de Calabria, la ‘Ndrangheta es considerada el grupo mafioso más extenso y poderoso de Italia, que opera en todos los continentes y tiene fuertes vínculos con el tráfico de cocaína con destino a Europa desde América del Sur.
