LISA Challenge: Geopolitic Task #1
Reto: Los participantes de este LISA Challenge presentaron un análisis prospectivo en el ámbito de la defensa, cumpliendo las instrucciones para participar en este desafío.
- En la primera fase, un jurado experto formado por miembros de LISA Institute seleccionó los 10 mejores análisis presentados.
- En la segunda fase, los 10 análisis finalistas entraron a participar en una votación pública a través de un formulario público, cuyo objetivo fue votar para seleccionar al ORO, PLATA y BRONCE del LISA Challenge.
🏆 FINALISTA #7 🏆
Título: De bits a Qubits: El futuro de la Defensa y Seguridad Global.
Finalista: Luis Guerra Marquez. Se describe como una persona apasionada por el aprendizaje continuo, con una gran disposición para asumir retos complejos y, sobre todo, con el firme compromiso de aportar de manera positiva a la sociedad. Recientemente finalizó su contrato como ex-legionario en la Legión Extranjera Francesa y, en este momento, está en busca de nuevas oportunidades que le permitan prepararme para enfrentar los desafíos de un mundo cada vez más impredecible.
Posición (primera fase): #6
Posición (segunda fase): #7
Análisis
Resumen
Este trabajo aborda el impacto de la computación cuántica en la defensa y seguridad global, con un enfoque prospectivo. A medida que los países avanzan hacia la supremacía cuántica, China parece estar a la cabeza, lo que podría generar una brecha tecnológica significativa con EE. UU. y otras potencias, alterando el equilibrio geopolítico.
La computación cuántica plantea serios riesgos para la ciberseguridad, ya que las técnicas de encriptación actuales, consideradas seguras, serían vulnerables ante los futuros ordenadores cuánticos. Este escenario es especialmente preocupante en el contexto de la estrategia «almacena ahora, desencripta luego» (SNDL), que muchas naciones ya podrían estar utilizando para almacenar información sensible y descifrarla cuando la tecnología esté lista.
Más allá de la ciberseguridad, el análisis explora escenarios donde la computación cuántica podría facilitar el desarrollo de armas biológicas específicas, capaces de atacar según información genética, lo que plantea serios dilemas éticos y de seguridad. También se discuten posibles aplicaciones criminales, donde grupos terroristas o narcotraficantes podrían usar servicios cuánticos en la nube para desarrollar telecomunicaciones impenetrables o automatizar operaciones ilegales con una eficacia sin precedentes.
Este análisis prospectivo proyecta que la carrera por la supremacía cuántica redefinirá la seguridad internacional, impulsando una nueva era de espionaje, conflicto y alianzas estratégicas. Las potencias globales deberán rediseñar sus estrategias de defensa, ciberseguridad y diplomacia para adaptarse a este nuevo paradigma tecnológico.
Introduccion
La computación cuántica representa uno de los avances más disruptivos del siglo XXI, con el potencial de revolucionar no solo la tecnología sino también la seguridad y la defensa global. A diferencia de los ordenadores tradicionales, los ordenadores cuánticos pueden procesar información de manera exponencialmente más rápida, lo que genera tanto oportunidades como desafíos importantes en la esfera geopolítica.
Uno de los principales retos radica en el impacto que esta tecnología puede tener sobre la ciberseguridad. Hoy en día, la mayoría de los sistemas de encriptación utilizados en redes militares, gubernamentales y comerciales están basados en la complejidad de las matemáticas clásicas, las cuales pueden ser descifradas en cuestión de segundos por un ordenador cuántico.
Por ejemplo, instituciones como Google ya han logrado un hito en lo que llaman «supremacía cuántica» en 2019, al realizar en 200 segundos un cálculo que a las computadoras más avanzadas les tomaría 10.000 años. Asimismo, IBM y Honeywell han desarrollado sus propios sistemas cuánticos que están siendo utilizados para probar aplicaciones en ciberseguridad.
En paralelo, el sector militar ya está invirtiendo en el desarrollo de sistemas cuánticos para asegurar las comunicaciones. La OTAN ha empezado a investigar métodos para integrar tecnologías cuánticas en sus sistemas de defensa, mientras que China ha probado con éxito un satélite cuántico capaz de realizar comunicaciones a prueba de hackeos utilizando el principio de entrelazamiento cuántico.
Este trabajo analizará las consecuencias estratégicas de estos avances y cómo la supremacía cuántica podría remodelar la seguridad global, desde el espionaje y la criptografía, hasta el potencial de armas selectivas y aplicaciones en el ciberterrorismo.
Impacto en la ciberseguridad
La computación cuántica tiene el potencial de desmantelar los sistemas criptográficos sobre los que se construye la ciberseguridad moderna. Los algoritmos de encriptación actuales, como RSA o AES, dependen de la dificultad de factorizar grandes números o resolver problemas matemáticos complejos, procesos que un ordenador cuántico podría realizar de manera exponencialmente más rápida. Esto representa una amenaza inmediata para la protección de datos sensibles en gobiernos, infraestructuras críticas y redes militares.
Uno de los mayores riesgos es el concepto conocido como «almacena ahora, desencripta luego» (SNDL). Países como China y Rusia ya estarían recolectando grandes volúmenes de información cifrada con el objetivo de almacenarla, esperando el momento en que la computación cuántica permita romper estos cifrados. En este contexto, la tecnología cuántica podría hacer vulnerables a largo plazo tanto archivos secretos militares como datos privados de ciudadanos.
En respuesta, actores como Quantum Resistant Ledger (QRL) están desarrollando tecnologías blockchain diseñadas específicamente para resistir los ataques cuánticos. Además, el National Institute of Standards and Technology (NIST) en Estados Unidos lidera iniciativas globales para la creación de criptografía poscuántica, subrayando la necesidad inminente de implementar estándares regulatorios frente a esta inminente realidad tecnológica..
Aplicaciones Cuánticas en la Defensa
La computación cuántica promete revolucionar la defensa y la seguridad a través de aplicaciones innovadoras que aumentan la capacidad de las fuerzas militares, pero también abre la puerta a nuevas amenazas.
Oportunidades para la Defensa
Simulaciones Militares y Logística
Las fuerzas armadas dependen de simulaciones complejas para entrenamientos y planificación de operaciones. Con el poder de procesamiento de los ordenadores cuánticos, estas simulaciones podrían realizarse a una escala sin precedentes, permitiendo analizar múltiples escenarios estratégicos simultáneamente. Por ejemplo, el Departamento de Defensa de EE. UU. ya está invirtiendo en tecnologías cuánticas para mejorar la capacidad de simulación y optimización logística, reduciendo tiempos y costos en operaciones militares.
Comunicaciones Cuánticas Seguras
Una de las aplicaciones más importantes en el ámbito militar es la comunicación cuántica segura. Utilizando el principio del entrelazamiento cuántico, los mensajes entre dos puntos se vuelven prácticamente imposibles de interceptar, ya que cualquier intento de hackeo colapsaría la conexión. China ha avanzado considerablemente en este campo, lanzando su satélite Micius para pruebas de comunicación cuántica a larga distancia. Estas tecnologías aseguran la transmisión de información crítica sin el riesgo de intercepciones, fortaleciendo la seguridad de las redes militares.
Amenazas para la Defensa
Ciberataques Avanzados
A medida que las computadoras cuánticas evolucionen, la capacidad de lanzar ciberataques se multiplicará exponencialmente. Estados como China y Rusia podrían aprovechar la computación cuántica para romper los cifrados de las redes militares rivales, desencadenando una nueva carrera armamentista cibernética. La posibilidad de que datos históricos cifrados sean vulnerados por estos ataques pone en riesgo la integridad de los archivos de seguridad nacional. Aquí entra en juego el concepto de SNDL mencionado anteriormente.
Supremacía Tecnológica y Geopolítica
En la carrera por la supremacía cuántica, las potencias tecnológicas más avanzadas obtendrán ventajas estratégicas significativas sobre sus rivales. Si un actor estatal logra dominar las aplicaciones cuánticas militares primero, podría desestabilizar los equilibrios de poder regionales y globales. Esto obligará a los Estados a invertir masivamente en capacidades defensivas cuánticas o depender de alianzas con actores que posean esta tecnología. Un claro ejemplo es la inversión cuántica de China, que ya supera la de EE. UU., y que podría consolidar su posición geopolítica.
Uso criminal y terrorista de la Computacion Cuantica
La computación cuántica no solo tiene implicaciones para los Estados, sino también para actores no estatales, como grupos criminales y organizaciones terroristas. Aunque los avances cuánticos aún están controlados mayoritariamente por grandes potencias y empresas tecnológicas, no es improbable que, con el tiempo, estos actores adquieran acceso a esta tecnología, sea por medio del cibercrimen o al contratar expertos en informática avanzada.
Oportunidades para la Defensa
Rastreo de Redes Criminales
A pesar del riesgo que representan, los avances en computación cuántica también ofrecen herramientas para combatir el crimen. Los Estados podrían usar estos sistemas para realizar análisis masivos de datos en tiempo real, rastrear redes criminales globales y mejorar la vigilancia en el ciberespacio. IBM y Google, por ejemplo, han puesto en marcha servicios de computación cuántica accesibles de manera remota, que podrían ser utilizados para contrarrestar las operaciones financieras clandestinas de grupos criminales.
Anticipación de Amenazas Cibernéticas
Con la capacidad de procesamiento cuántico, las fuerzas de seguridad podrían detectar patrones complejos en actividades ilícitas, anticipar ataques antes de que ocurran y prevenir amenazas terroristas globales. Esto sería especialmente útil para organizaciones como Interpol o Europol, que buscan coordinar esfuerzos globales contra el crimen organizado y el terrorismo.
Amenazas para la Defensa
Encriptación Cuántica para Actividades Ilícitas
Así como los estados pueden beneficiarse de la criptografía cuántica, los criminales podrían utilizar esta tecnología para encriptar sus comunicaciones y transacciones de forma casi impenetrable. Narcoterroristas o grupos delictivos podrían contratar expertos en computación cuántica para diseñar sistemas de telecomunicaciones seguros que eviten el rastreo por parte de las fuerzas de seguridad. Esto dificultaría enormemente la intercepción de sus actividades.
Automatización y Optimización del Crimen
La combinación de inteligencia artificial (IA) y computación cuántica podría permitir que estos grupos desarrollen sistemas automatizados para llevar a cabo fraudes a gran escala o para controlar drones que faciliten el transporte de drogas u otros productos ilícitos. Además, los ataques de phishing y fraude digital podrían volverse más sofisticados y difíciles de detectar, lo que multiplicaría el daño económico y social que provocan estas organizaciones.
Computación Cuántica y Armas Biológicas: Riesgos Asociados a la Información
Uno de los peligros menos discutidos de la computación cuántica es su potencial para vulnerar sistemas de encriptación y acceder a datos genéticos almacenados en plataformas como 23andMe o AncestryDNA, que ofrecen pruebas de ADN a sus usuarios. Estos sistemas, una vez comprometidos, podrían permitir que actores maliciosos obtengan acceso a información genética altamente sensible, lo que abre la posibilidad de desarrollar armas biológicas selectivas.
Cómo Funciona Este Riesgo
La idea de que se puedan crear armas biológicas diseñadas específicamente para atacar a individuos o grupos basados en su perfil genético ya no pertenece únicamente a la ciencia ficción. Diversos expertos advierten que la creciente digitalización de la información biológica facilita su mal uso. Según informes recientes, el Pentágono ha expresado preocupaciones sobre la recopilación masiva de ADN por parte de países como China, lo que plantea la posibilidad de que esta información sea utilizada para desarrollar armas biológicas de precisión.
La computación cuántica podría, en teoría, acelerar la modelación molecular y permitir el diseño rápido de virus o agentes biológicos que interactúan con características genéticas específicas. Esto representaría una amenaza sin precedentes para la seguridad global, pues las armas podrían volverse cada vez más específicas, evitando efectos colaterales y maximizando el impacto en objetivos determinados.
Escenarios Prospectivos: Computación Cuántica en Defensa
Mejor Escenario: Adopción Responsable y Colaborativa
En el mejor de los casos, las principales potencias mundiales, conscientes de las implicaciones de la computación cuántica, establecen acuerdos internacionales para regular su uso en defensa y seguridad. Organismos como la ONU y la OTAN se convierten en los garantes de la tecnología cuántica, asegurando que no sea utilizada de manera ofensiva. La computación cuántica se emplea para mejorar la ciberseguridad global, fortalecer la cooperación internacional y garantizar la estabilidad geopolítica.
En este escenario, las naciones adoptan rápidamente criptografía poscuántica, minimizando la ventana de vulnerabilidad a ciberataques. Además, los avances en simulaciones cuánticas permiten una planificación logística avanzada en misiones humanitarias y en la lucha contra el crimen organizado, mejorando la seguridad a nivel global.
Peor Escenario: Carrera Armamentista Cuántica
En el peor de los casos, la computación cuántica desencadena una nueva carrera armamentista tecnológica. Países como China, EE. UU. y Rusia compiten por obtener la supremacía cuántica, invirtiendo masivamente en defensas ofensivas basadas en la tecnología. La falta de acuerdos internacionales genera un ambiente de desconfianza y caos, donde los ciberataques son frecuentes, y la ciberseguridad global colapsa debido a la incapacidad de las naciones para proteger sus datos sensibles.
En este escenario, grupos terroristas y criminales también logran acceder a la tecnología cuántica, volviendo imposible el rastreo de sus actividades. Los ataques selectivos y ciberataques masivos generan una creciente inestabilidad geopolítica, afectando la economía mundial y debilitando las instituciones estatales.
Las potencias cuánticas se presentan como salvadores, ofreciendo soluciones tecnológicas que, en realidad, consolidan su control. A través de ingeniería social avanzada basada en simulaciones hiperrealistas de comportamiento humano, estas naciones logran manipular la percepción pública y el comportamiento de líderes clave en los países menos desarrollados. Esto crea una dependencia tecnológica que limita la soberanía de estas naciones y establece una nueva forma de colonización digital o «colonización tecnológica». Este control subrepticio genera desconfianza en las nuevas tecnologías cuánticas.
Escenario Probable: Adaptación Parcial y Conflictos Localizados
El escenario más probable es una combinación de avances tecnológicos y conflictos parciales. Si bien las potencias mundiales desarrollan criptografía poscuántica, el proceso de adopción es desigual, dejando ciertos sectores vulnerables a ataques. Las infraestructuras críticas se vuelven objetivos de ciberataques, pero las naciones más avanzadas logran defenderse adecuadamente, mientras que los países con menor capacidad tecnológica son los más afectados.
En este escenario, los grupos criminales adoptan el uso de servicios de computación cuántica de forma limitada para mejorar sus operaciones, pero los Estados logran contrarrestar parcialmente estas amenazas a través de alianzas y cooperación en ciberseguridad. El conflicto entre potencias sigue presente, pero se mantiene bajo control debido a mecanismos de disuasión.
Conclusion
La computación cuántica transformará la defensa y seguridad global de manera irreversible. Desde la criptografía poscuántica hasta la manipulación de datos genéticos, esta tecnología ofrece un potencial inmenso, pero también plantea riesgos sin precedentes. En un escenario ideal, la colaboración internacional mitigará los peligros, pero el peor escenario sugiere una carrera armamentista tecnológica y la aparición de una nueva «colonización digital», donde las potencias cuánticas manipulan y controlan naciones menos avanzadas. La única forma de enfrentar este futuro es con regulaciones proactivas, una cooperación robusta y un desarrollo ético de la tecnología.