El desmantelamiento de las centrales nucleares europeas plantea serios desafíos para la seguridad energética del continente, especialmente en un contexto de alta incertidumbre global. La dependencia de recursos externos, el impacto ambiental y la falta de infraestructuras renovables suficientes son factores clave en este debate. En este artículo, Francisco Javier Peña Hernández, alumno del Máster Profesional de Analista de Inteligencia de LISA Institute, analiza las consecuencias de esta decisión estratégica, las alternativas en otros países y las posibles soluciones para garantizar un equilibrio energético sostenible.
Prácticamente, desde el inicio de su desarrollo, la energía nuclear ha sido foco de debates sobre sus aplicaciones y la seguridad que debe rodear a su uso. El primer reactor nuclear fue creado durante el desarrollo del Proyecto Manhattan por el físico italiano Enrico Fermi y, poco después del fin de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), se descubrió que era posible la generación de electricidad a través del proceso de la fisión nuclear de los átomos de uranio.
La central nuclear de Óbninsk, en el Óblast soviético de Kaluga, fue la primera central nuclear comercial de la historia (1954). Desde entonces, las centrales nucleares han sufrido una mejora tecnológica constante, buscando siempre garantizar la seguridad tanto del personal necesario en estas infraestructuras, como de los procesos que se llevan a cabo en ellas y de su entorno. De igual forma, se continúa investigando cómo optimizar el tratamiento de los residuos generados por las centrales nucleares.
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Aunque son pocos, los desastres nucleares son recordados por su magnitud y el gran impacto que pueden tener en el entorno donde se producen. Con el objeto de medir la gravedad de estos incidentes, se desarrolló la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos (INES), con una puntuación del 1 (anomalía) al 7 (accidente grave). Algunos de los eventos destructivos más importantes fueron:
- Accidente de Kyshtym: septiembre de 1957, la planta nuclear de Mayak, en Rusia, tenía el objetivo principal de producir plutonio para las armas nucleares de la Unión Soviética y gestionar los residuos de las mismas. Se produjo un fallo en el sistema de refrigeración de un tanque de almacenamiento de residuos, lo que provocó un sobrecalentamiento y finalizó con una explosión que liberó al entorno de la central aproximadamente la mitad del material radiactivo almacenado. Debido al secretismo con el que la URSS trataba estas instalaciones, no se informó a la población cercana del incidente y se estima que miles de personas fueron expuestas a altos niveles de radiación durante décadas. Nivel 6 en INES.
- Accidente de Three Mile Island: marzo de 1979, un fallo en el reactor de la central nuclear Three Mile Island, en Pensilvania, Estados Unidos, provocó una fuga de desechos y gases radiactivos alrededor de varios kilómetros. Al igual que en el caso anterior, ocurrió un fallo de refrigeración, esta vez en el circuito primario de la central. En consecuencia, se filtraron gases radiactivos como el xenón y el kriptón, así como agua ligeramente contaminada que acabó en un río cercano a la central. Nivel 5 en INES.
- Accidente de Chernóbil: en abril de 1986 ocurrió el accidente nuclear más conocido, el de la central nuclear de Chernóbil, en la actual Ucrania. El incidente se originó durante una prueba que precisamente buscaba aumentar la seguridad del reactor 4. Tras varios errores técnicos, se produjeron dos grandes explosiones que rompieron la protección del reactor y liberaron cantidades muy altas de material radiactivo. Se tuvo que evacuar a más de 350.000 personas y la radiación se extendió por gran parte de Europa. Nivel 7 en INES.
- Accidente de Fukushima: en marzo de 2011, un terremoto de magnitud 9 seguido de un tsunami provocó el desastre de la central nuclear de Fukushima, en Japón. El terremoto provocó la parada de todos los reactores en activo en ese momento, y el tsunami posterior, de casi 15 metros de altura, inundó las instalaciones por completo. Todo esto afectó gravemente a la refrigeración de la central, lo que acabó derivando en varias explosiones e incendios. Aunque afortunadamente no hubo fallecidos, sí que se tuvo que evacuar a la población en un radio de 40 km. Nivel 7 en INES.
A pesar de lo impactantes que fueron estos accidentes, lo cierto es que hoy en día es realmente difícil que se produzcan situaciones similares gracias a los avances en la seguridad de las centrales, así como el mayor nivel de formación y especialización de sus trabajadores.
Aplicaciones de la energía nuclear
La energía nuclear cuenta con dos principales vías de uso:
- Aplicaciones en el sector energético: dentro del plano energético, la energía nuclear se usa como un método muy eficaz para la obtención de electricidad a través de las plantas nucleares. Gracias a la fisión de elementos pesados, como el uranio-235 o el plutonio-239, se produce una liberación de energía en forma de calor que posteriormente es transformada en electricidad.
Con Francia a la cabeza, las centrales nucleares de la Unión Europea produjeron casi el 22% de la electricidad total del año 2022, lo que supuso una caída de casi el 17% respecto al año anterior.
Esto se debió al cierre por mantenimiento de más de la mitad de los reactores franceses. Además, varios reactores en Alemania y Bélgica fueron cerrados de forma definitiva. Estas acciones no se compensaron con la apertura de un único reactor en Finlandia, el Olkiluoto 3. Este reactor se estrenó como el primer reactor europeo de agua presurizada (PWR). En 2024, la producción eléctrica mediante energía nuclear aumentó al 24%.
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Fuera de Europa, Estados Unidos y China son dos de las principales potencias que apuestan por la energía nuclear a la vez que buscan potenciar sus energías renovables. Actualmente, el país norteamericano produce alrededor del 30% de la energía nuclear mundial. Por su parte, el gigante asiático no solo invierte en la construcción de nuevas centrales nucleares dentro de sus fronteras, sino que también se posiciona como el principal promotor de estas infraestructuras a nivel internacional. Se estima que China será el mayor generador de energía nuclear en el mundo para el año 2035.
- Aplicaciones en el sector militar: el primer uso militar de la energía nuclear fue con las bombas lanzadas por Estados Unidos sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945. Posteriormente, se han realizado múltiples avances en el plano militar, consiguiéndose armas de magnitudes muy superiores a las usadas al fin de la Segunda Guerra Mundial y destacando la Bomba del Zar, una bomba de hidrógeno de 50 megatones (millones de toneladas de TNT) desarrollada por la Unión Soviética en los años 50 y 60 del siglo pasado.
Actualmente, existen varios países que poseen armas nucleares. Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán, Israel y Corea del Norte. La República Islámica de Irán también cuenta con un programa nuclear muy avanzado, aunque con serios riesgos debido a la situación de inestabilidad en Oriente Medio y a la posibilidad de ataques desde Jerusalén.
La presencia de armas nucleares en estos países, siendo muchos de ellos las principales potencias económicas y militares del momento, suponen un arma de doble filo, pues su principal objetivo es el de ser elementos de disuasión por su poder destructivo, generando por esta misma razón situaciones de tensión dentro de las rivalidades entre estos mismos Estados y sus aliados.
Sin embargo, existen otras aplicaciones de la tecnología nuclear que no son tan conocidas, pero que de igual forma pueden ser beneficiosas para la sociedad.
- Aplicaciones médicas: el uso de la radiación ionizante para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades graves ha obtenido grandes resultados. Los rayos X, las resonancias magnéticas, las gammagrafías óseas o las tomografías computarizadas son algunas de las técnicas más destacadas de la medicina nuclear.
- Aplicaciones industriales: la tecnología nuclear se utiliza frecuentemente en procesos de degradado de materiales por radiación y en la esterilización de herramientas. De igual forma, también se realizan radiografías con rayos gamma como técnica de control de calidad.
- Aplicaciones en la alimentación: con el análisis de isótopos estables se pueden realizar mediciones para estudiar la presencia de elementos contaminantes en los alimentos, así como en las zonas de plantación. También se realizan controles de plagas con insectos esterilizados mediante tecnología nuclear.
- Aplicaciones medioambientales: la reducción del efecto invernadero mediante la eliminación de los gases de efecto invernadero y la esterilización de terrenos y aguas subterráneas son algunos de los principales beneficios medioambientales de la aplicación de la energía nuclear.
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Como se puede apreciar, la tecnología nuclear no se limita a los sectores energético y militar, sino que puede influir en el nivel de bienestar de múltiples maneras, lo que hace clave la inversión en la investigación de nuevas aplicaciones beneficiosas para la sociedad y en la mejora de las ya existentes.
Ventajas e inconvenientes de la energía nuclear
La energía nuclear, como el resto de tecnologías energéticas, cuenta con una serie de ventajas e inconvenientes que son necesarias para entender su utilidad y sus peligros.
Ventajas de la energía nuclear:
- Alta eficiencia energética: gracias a la fisión nuclear de elementos como el uranio y el plutonio, las centrales nucleares generan grandes cantidades de electricidad que ayudan a cubrir parcialmente las demandas energéticas de los países que las poseen.
- Baja emisión de gases de efecto invernadero: en comparación con el petróleo o el gas, la energía nuclear produce cantidades de dióxido de carbono mucho menores, teniendo un impacto menor en la capa de ozono.
- Producción continua: la producción energética nuclear no depende de las condiciones climáticas de su entorno, como sí pueden verse afectados algunos tipos de energías renovables como la eólica o la solar.
- Reducción de la dependencia energética de los países poseedores: aquellos países que produzcan energía nuclear podrán cubrir parte de su demanda energética.
- Múltiples aplicaciones de la tecnología nuclear aparte del sector energético: como se ha explicado anteriormente, la energía nuclear no se cierra solo a los sectores energético y militar, sino que tiene muchos más usos, destacando los beneficios en el sector sanitario.
Inconvenientes de la energía nuclear:
- Generación y tratamiento de los residuos: los residuos nucleares se posicionan como uno de los mayores desafíos relativos a la energía nuclear. En muchas ocasiones, las poblaciones cercanas a las centrales nucleares no sienten seguridad al tener altas cantidades de restos de material nuclear almacenados en su entorno.
- Accidentes: aunque no son numerosos, los accidentes nucleares pueden suponer un alto peligro para las poblaciones cercanas a las centrales. Actualmente, gracias a los avances en seguridad de los parques nucleares, es más viable un accidente por causas naturales, como el de Fukushima, que uno debido a errores técnicos.
- Costes de inversión: tanto el montaje como el desmantelamiento de las centrales nucleares, así como el tratamiento de los residuos, suponen unos costes de miles de millones de euros.
Iniciativas políticas en la Unión Europea
Alemania es el país europeo que más esfuerzos está dedicando en eliminar sus capacidades energéticas nucleares. Al igual que hizo Italia en el referéndum de 1987, tras el accidente de Chernóbil, el Estado alemán, tomó la decisión de cerrar su parque nuclear poco después del accidente de Fukushima, momento en el que aún estaba en el gobierno la física Angela Merkel.
La invasión rusa de Ucrania obligó a frenar las últimas fases de este proceso de desmantelamiento nuclear de un país que puso en funcionamiento su primera central en el año 1960, cerrándose oficialmente los últimos reactores en el año 2023 bajo el mando del canciller Olaf Scholz. Sin embargo, la falta de recursos suficientes para cubrir sus demandas energéticas obligó a Alemania a un aumento considerable del uso del carbón, elemento mucho más nocivo para el medioambiente que otros combustibles fósiles y que la energía nuclear.
España es otro de los países de la Unión Europea que tiene como objetivo el cierre de todas sus centrales nucleares. De las 7 centrales nucleares localizadas en la península Ibérica, 3 ya se encuentran en proceso de desmantelamiento, mientras que las restantes cuentan con la fecha límite del año 2035. Además de un aumento de la dependencia energética por no tener los recursos suficientes para compensar la demanda del país, el cierre de las centrales nucleares supone la pérdida de miles de puestos de trabajo directos e indirectos.
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Contrariamente, Francia y Polonia han anunciado sus intenciones de seguir apostando por la energía nuclear. El país centroeuropeo cuenta con un proyecto gubernamental para la construcción de 6 centrales nucleares antes del 2040 como contribución al proceso de descarbonización.
Por su parte, el gobierno de Macron, que cuenta con el mayor parque nuclear de todo el continente y con una cobertura del 70% de su producción de electricidad gracias al mismo, mostró su interés por los novedosos reactores de tipo SMR, de un tamaño más reducido y modulares.
Además de la seguridad, uno de los aspectos clave que más preocupa a la población europea es la gestión de los residuos nucleares. Se han desarrollado estrictos protocolos para la manipulación de los desechos de las centrales nucleares, a la vez que se continúa la investigación para un tratamiento óptimo de estos. Una reciente investigación de la empresa Moltex Energy Canada ha demostrado la posibilidad del desarrollo de un reactor nuclear que procese sus propios residuos, suponiendo un gran avance hacia una energía nuclear más limpia.
Consecuencias del desmantelamiento de las centrales nucleares europeas
El cierre de las centrales nucleares europeas, siendo Europa una región que no cuenta con la producción energética suficiente para cubrir su demanda y que, por tanto, depende notablemente de sus proveedores de petróleo y gas, supone un movimiento arriesgado en un momento de alta incertidumbre global.
La guerra de Ucrania evidenció la fragilidad del sistema energético europeo. Este dependía en gran medida de los recursos rusos, lo que obligó a buscar nuevos proveedores y asumir un aumento en los precios de los combustibles. Una estrategia más adecuada sería garantizar una infraestructura de energías renovables suficiente antes de abandonar los combustibles fósiles y la energía nuclear. Esto permitiría cubrir la demanda de la población europea mientras se avanza en la descarbonización y se fomenta el uso de otros combustibles energéticos.
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Contrariamente a esta medida política extendida por algunos países europeos, en otras regiones del planeta se está invirtiendo de forma contundente en la creación de nuevas centrales nucleares, más seguras y avanzadas tecnológicamente. Potencias mundiales como Rusia, Estados Unidos, China o Corea del Sur comprenden los beneficios de la energía nuclear y han sabido aprovecharla para reducir su dependencia energética de terceros países. Incluso en Japón, país que vivió el desastre nuclear más reciente, se ha visto obligado a reactivar eventualmente varios reactores para reducir su dependencia energética.
La concienciación sobre la influencia del ser humano en el medio ambiente es un factor positivo y necesario, pero debe tratarse de forma correcta y no como medida política para obtener votos. Por otra parte, aún es necesario un desarrollo mayor de la infraestructura energética renovable, ya que todavía no se tiene la capacidad suficiente para sustituir al resto de elementos energéticos. La producción mixta de energía (combustibles fósiles, energía nuclear y energías renovables) se posiciona como la alternativa más viable actualmente, siempre ligada al objetivo de la descarbonización.
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