El Mando Central de Estados Unidos llevó a cabo 100 operaciones contra Estado Islámico en Siria e Irak junto con las fuerzas de seguridad de ambos países.
El CENTCOM (Mando Central de Estados Unidos) ha comunicado el lunes 4 de noviembre que, durante los últimos dos meses, ha aniquilado a 163 presuntos terroristas pertenecientes al grupo yihadista Estado Islámico. Estas operaciones, que también se ha saldado con el arresto de 33 miembros, se han realizado en Siria e Irak junto con las fuerzas de seguridad de ambos países. En total, son unas 100 operaciones donde se han incluido «algunos bombardeos unilaterales en Siria», según confirman en un comunicado.
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Las autoridades estadounidenses han calificado las operaciones de «exitosas», ya que han provocado una gran incautación de material utilizado por la organización. Con esto, se ha conseguido evitar «provocar futuras perturbaciones». Además, aseguran que «la presión constante» contra la organización «ha limitado su habilidad para operar, preparar y ejecutar ataques». «Junto con nuestra coalición y nuestros socios iraquíes, seguiremos persiguiendo agresivamente a estos terroristas e interrumpiendo su capacidad de realizar operaciones contra los intereses de Estados Unidos, así como los de nuestros aliados y socios», expresó el líder del CENTCOM, Michael Erik Kurilla.
El riesgo de Estado Islámico
El Estado Islámico (EI), también conocido como ISIS o Daesh, es un grupo yihadista de ideología extremista suní que busca establecer un califato global. Surgió oficialmente en 2014 tras la ruptura de una facción de Al Qaeda en Irak, extendiéndose rápidamente por Siria e Irak, donde llegó a controlar amplias zonas mediante tácticas de terror y violencia extrema. Su objetivo central es imponer una interpretación ultraconservadora de la ley islámica (sharía) y expandir su control a nivel mundial. El EI utiliza métodos de reclutamiento y propaganda sofisticados en redes sociales, atrayendo a miles de seguidores y combatientes extranjeros.
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La existencia de esta organización representa un gran riesgo a nivel global. Su expansión inicial desestabilizó regiones enteras en el Medio Oriente y alentó atentados terroristas en otras partes del mundo, desde Europa hasta Asia. Además, su capacidad de reclutamiento y de inspirar a «lobos solitarios» ha complicado los esfuerzos de seguridad internacional, ya que sus seguidores actúan de forma independiente en sus países de origen. La amenaza de ISIS también ha generado un desplazamiento masivo de personas en las áreas afectadas, sumando crisis humanitarias y problemas de seguridad para países receptores de refugiados, y persiste el riesgo de reactivación y expansión de células durmientes del grupo en varios territorios.
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Artículo escrito por:
Rubén Asenjo Morillas. Periodista apasionado por la actualidad internacional y la geopolítica. Escribo para entender el mundo en constante cambio y compartir perspectivas que despierten la reflexión y el debate. Comprometido con la búsqueda de la verdad y las historias que impacten e inspiren.
