Cuando se va a cumplir un año del inicio de la invasión rusa, muchos se preguntan si ha comenzado ya la nueva ofensiva rusa. Los analistas llevan más de un mes alertando de este ataque y los miembros del Ejército y Gobierno ucraniano han confirmado la noticia. El periódico “El Confidencial” ratifica el inicio de una nueva y complicada etapa para Kiev por los siguientes movimientos significativos.
En la mañana del 10 de febrero hubo una nueva oleada de misiles contra las principales cuidades de Ucrania. Yurii Ihnat, portavoz de la Fuerza Aérea de Ucrania, lo calificó como el “mayor ataque” que había recibido el país desde la invasión.
Rusia ha elevado el uso de fuego de artillería. Los analistas de inteligencia abierta (OSINT) están detectando mayores pérdidas de armamento ruso, lo que indica que está llevando munición a la línea del frente.
También ha aumentado la actividad en múltiples puntos del frente oriental. El eje Kreminna-Svatove y las ciudades de Bajmut y Vuhledar han pasado al rojo vivo y Bajmut podría estar a punto de caer en manos rusas. Esto parece advertir de la intención del Kremlin de recuperar una de sus principales prioridades: el control total del Donbás.
Paralelamente, están intentando quebrar la defensa de Kiev al oeste del eje. Según analistas del Institute for the Study of War, el uso reportado de lanzacohetes termobárico ruso TOS-1 sugiere que el Ministerio de Defensa ruso está priorizando este punto. Asimismo, las fuerzas de Wagner, grupo mercenario aliado de Putin, han avanzado tres kilómetros al oeste.
