spot_img

Las 10 violaciones del Derecho Internacional de Rusia desde el comienzo de la guerra en Ucrania

Análisis

Juan Antonio Falcón
Juan Antonio Falcón
Juan Antonio Falcón Blasco estudió Derecho, especializándose en Derecho Internacional, Relaciones Internacionales y Unión Europea. Durante cuarenta años ha desarrollado su actividad profesional en organizaciones y empresas públicas y privadas, pero siempre cerca de las cuestiones internacionales. Fundó, presidió y es miembro del Consejo Aragonés del Movimiento Europeo. Pertenece al Team Europe de la Comisión Europea. Igualmente, fundó y presidió en Instituto de Relaciones, Geopolítica y Economía Internacionales.

Las acciones del Kremlin representan una ruptura total del orden internacional y una violación de compromisos y tratados suscritos por un miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sin parangón. En este artículo repasamos todas las violaciones del Derecho Internacional realizadas por la Rusia de Putin desde el comienzo de la guerra en Ucrania. Entre ellas, las garantías ofrecidas a Ucrania por su desnuclearización, el tratado que regula la sucesión de la Unión Soviética y los Acuerdos de Minsk.

Con la ilícita anexión a la Federación de Rusia de los territorios ucranianos de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, Putin y su gobierno han dado un paso de no retorno en la vulneración del derecho internacional que ya tuvo su precedente con la anexión de Crimea en 2014.

Dado que estos son hechos de una gravedad sin precedentes y que van a tener serias repercusiones en el contexto de las naciones a largo plazo, conviene analizar las quiebras del ordenamiento internacional que Putin y Rusia han protagonizado.

Si el objetivo es que la “guerra de Putin” no quede impune, lo deseable sería garantizar que los responsables de crímenes de guerra e incitación al genocidio tuvieran que responder ante un Tribunal Penal Internacional creado ad hoc, ya que el Tribunal Penal Internacional no puede procesar a Rusia por el “crimen de agresión” dado que este país no ha ratificado el Estatuto de Roma, tratado fundacional de este Tribunal.

Las acciones del Kremlin representan una ruptura total del orden internacional y una violación de compromisos y tratados suscritos por un miembro permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sin parangón.

Desde 1945 el continente europeo no conocía una situación tan dramática como la del cuestionamiento por parte de Rusia de las fronteras resultante de la Segunda Guerra Mundial, confirmadas por el Acta Final de la Conferencia de Helsinki de 1975. Ni si quiera la ruptura de la Unión Soviética ni la reunificación alemana, dos acontecimientos de gran importante, dieron lugar a semejante cuestionamiento.

Al invadir Ucrania la Rusia de Putin ha violado la Carta de las Naciones Unidas, el Estatuto del Consejo de Europa (del que Rusia es miembro), al menos dos tratados regionales que organizan la Paz en Europa, dos tratados bilaterales firmados con Ucrania, así como las constituciones de Ucrania y Crimea.

Te puede interesar: Masterclass | Europa en Guerra: análisis y pronósticos | con Descifrando la Guerra

1. La Carta de las Naciones Unidas

El artículo 2, párrafo 4, de la Carta de las Naciones Unidas establece los principios de inviolabilidad de las fronteras, respeto de la integridad territorial de los Estados y prohibición del recurso a la fuerza. Varios actos, declaraciones y acuerdos celebrados en el marco de la Organización recuerdan el imperativo de la solución pacífica de las controversias, de la no injerencia o de la prohibición de las amenazas en las relaciones internacionales.

Entre tales normas, se destaca la Resolución 2625 de la Asamblea General de Naciones Unidas, adoptada el 24 de octubre de 1970. Una Declaración sobre los principios de derecho internacional referentes a las relaciones de amistad y a la cooperación entre los Estados de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.

Asimismo, el 14 de diciembre de 1974, la ONU, mediante la Resolución 3314 de la misma Asamblea General, definió el concepto de “agresión”, incluyendo varios de los actos que Rusia ha cometido en Ucrania (ocupación militar, invasión, bombardeos, paso de bandas armadas).

A la luz de estos documentos se entiende mejor que Rusia, miembro del Consejo de Seguridad, se niegue a admitir la presencia de sus tropas en Ucrania, lo que conduciría a una inevitable condena por parte de la ONU en base a los textos jurídicos firmado por Rusia. Con todo, tales precauciones no evitarán la falta de reconocimiento internacional, por parte de la ONU y de la mayor parte de los Estados, de la anexión de Rusia de parte del territorio ucraniano.

2. El Acta Final de la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa de Helsinki

El Acta Final de Helsinki de 1 de agosto de 1975 articuló el respeto de las fronteras en Europa y dio origen a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), de la que Rusia es miembro.

Se trata de un acuerdo regional basado en la Carta de las Naciones Unidas, destinado a dar contenido concreto a la distensión entre los dos bloques de la Guerra Fría. Así, consagra los principios de la inviolabilidad de las fronteras, la integridad territorial de los Estados, la solución pacífica de controversias y la no intervención en los asuntos internos.

También aborda el respeto de los derechos humanos y de las minorías, la igualdad de derechos de los Estados y el derecho de los pueblos a la propia determinación en el marco de las leyes y el cumplimiento de buena fe de las obligaciones contraídas de conformidad con el derecho internacional.

Todo ello se acompaña de medidas de fomento de la confianza, como por ejemplo la obligación de notificar maniobras militares. A lo cual se unía una serie de declaraciones de intenciones de cooperación en toda una serie de áreas, incluida la libertad de información.

Por sus acciones, Rusia, ignora a todas las partes de este tratado y a lo acordado en el mismo (cuestiones que se aplican a Ucrania en la actualidad). Aquí se habla de que los Estados tienen derecho a pertenecer o no a organizaciones internacionales, y a ser parte o no en tratados bilaterales o multilaterales, incluido el derecho a ser parte o no en tratados de alianza.

En el Acta final de Helsinki se dice, expresamente, que no podrá invocarse ninguna consideración que sirva para justificar el recurso a la amenaza o al uso de la fuerza en violación del principio de no recurrir a la amenaza o el uso de la fuerza y que los Estados se abstendrán de toda manifestación de fuerza encaminada a provocar que otro Estado participante renunciar al pleno ejercicio de sus derechos soberanos.

Te puede interesar: El uso de la fuerza en las Relaciones Internacionales

Igualmente, dicta que los Estados se abstendrán de cualquier exigencia o acto de apropiación de todo o parte del territorio de otro Estado Parte. Del mismo modo, los Estados participantes se abstendrán de convertir el territorio de cualquiera de ellos en objeto de ocupación militar o de otras medidas que impliquen el uso directo o indirecto de la fuerza y sean contrarias al derecho internacional, o en objeto de adquisición mediante tales medidas o la amenaza de tales medidas. Y, por tanto, no se reconocerá como lícita tal ocupación o adquisición.

3. El Consejo de Europa

El 28 de febrero de 1996, Rusia se unió al Consejo de Europa (constituida por el Tratado de Londres de 5 de mayo de 1949 que aprobó el Estatuto por el que se rige). En 2014, tras la anexión de Crimea, los miembros rusos de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa perdieron su derecho a voto. Lo recuperaron en el 2019, pese a la fuerte protesta ucraniana. Sin embargo, Rusia fue expulsada de esta organización intergubernamental el 16 de marzo de 2022.

Durante la anexión ilegal de Crimea, la Asamblea reafirmó que este acto constituía una grave violación del derecho internacional, incluida la Carta de las Naciones Unidas, el Acta Final de Helsinki de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, así como el Estatuto del Consejo de Europa y los compromisos adquiridos por Rusia al ingresar en esta Organización.

Te puede interesar: Las consecuencias de la invasión de Ucrania para Europa

El Consejo de Europa, que desde sus inicios encarna la Europa del derecho y los derechos humanos, se ha preocupado en numerosas ocasiones por la preocupante evolución del Estado de derecho en Rusia, sus reiteradas violaciones de los derechos de las minorías y los métodos empleados en la guerra de Georgia en 2008, en Crimea en 2014 y en la invasión de Ucrania desde febrero de 2022.

La Asamblea emitió nada menos que 17 condenas y llamadas a la Federación de Rusia a cumplir con las obligaciones que voluntariamente suscribió a través de su membresía del Consejo de Europa.

4. Las garantías ofrecidas a Ucrania por su desnuclearización

El Memorándum de Budapest sobre Garantías de Seguridad es un acuerdo político firmado en Budapest el 5 de diciembre de 1994, ofreciendo garantías de seguridad por parte de sus signatarios con respecto a la adhesión de Ucrania al Tratado de No Proliferación Nuclear. Este Memorándum fue originalmente suscrito por tres potencias nucleares: Rusia, Estados Unidos y Reino Unido. China y Francia más tarde consignaron análogas declaraciones individuales de garantía.

Te puede interesar: ¿Por qué no se han prohibido los ensayos nucleares?

Este acuerdo permitió la desnuclearización de Ucrania contra la garantía expresa del reconocimiento de sus fronteras. Así, Ucrania cedió a Rusia 5.000 bombas nucleares y 220 vehículos de largo alcance necesarios para usarlas, incluyendo 176 misiles balísticos intercontinentales y 44 aviones bombarderos de gran alcance con capacidad nuclear.

Hay que mencionar aquí que, firmado por todos los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, aplicado gracias a la enorme financiación aportada principalmente por los Estados Unidos, fue en el contexto de la época un mensaje dirigido a los Estados que atesoraban ambiciones nucleares. Bajo la presión de la comunidad internacional unida, acordaron renunciar a ellas durante la misma década de los noventa: Sudáfrica, Brasil, Libia y otros más renunciaron así a las armas nucleares.

Te puede interesar: ¿Qué probabilidad hay de que estalle una guerra nuclear?

Dicho esto, diremos que el alcance de las posibles consecuencias de la violación de este tratado por parte de un Estado miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, que se había comprometido, tanto bilateral como multilateralmente, a garantizar su contenido, no sólo debilita la garantía, la palabra y la firma de Rusia, sino que también las de las mayores potencias del planeta, e incluso la propia ONU. Con lo que se debilitan los esfuerzos para desnuclearizar el planeta.

5. El tratado que regula la sucesión de la Unión Soviética

El Acta Constitutiva de la Comunidad de Estados Independientes (Tratado de Minsk de 8 de diciembre de 1991) organizaba la sucesión de la URSS y garantizaba el respeto de las fronteras de los nuevos Estados surgidos tras la desaparición de la Unión Soviética y Rusia renunciaba a impugnarlas. Además, Ucrania, aun siendo parte de la URSS, siempre había mantenido la apariencia de su independencia y tenía un asiento en la ONU.

Te puede interesar: Cinco conflictos postsoviéticos y la geopolítica de Rusia

6. Tratados y acuerdos bilaterales firmados con Ucrania

El Tratado de Cooperación y Amistad firmado entre Rusia y Ucrania el 31 de mayo de 1997 hizo especial hincapié en el respeto de las fronteras. Este acuerdo regulaba que Ucrania alquilaría a Rusia tres radas situadas en Sebastopol, además de infraestructura portuaria, un aeropuerto e instalaciones varias, por un periodo de 20 años.

Al aceptar el concepto de «arrendamiento» y que los buques rusos tendrían emplazamientos claramente definidos en esta ciudad de la península de Crimea, Rusia renuncia de hecho a sus antiguas exigencias de que Sebastopol, en su integridad, fuera considerada como una base rusa. En otras palabras, Rusia renunciaba a cualquier reivindicación territorial sobre esta ciudad tan vinculada a su historia desde su fundación como fortaleza en 1783.

7. Los acuerdos de Minsk

Los acuerdos de Minsk, firmados el 5 de septiembre de 2014 y el 12 de febrero de 2015 entre Rusia, Ucrania y las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, preveían una retirada militar de las dos partes en el Donbás.

El primer protocolo acordó un alto el fuego, la retirada de las tropas militares, una descentralización del Estado ucraniano, un estatus especial otorgado a los territorios en disputa y la organización de elecciones locales, una zona de amortiguamiento entre Ucrania y Rusia, la liberación de prisioneros y rehenes, una ley de amnistía ucraniana, así como programas de reconstrucción y ayuda humanitaria.

Te puede interesar: Rusia, Ucrania y el derecho internacional

La segunda versión de estos acuerdos se refería a la implementación concreta de las decisiones. Sin embargo, surgió un gran desacuerdo en cuanto al orden de la aplicación de estas medidas.

Así, el gobierno ruso se negó a retirar sus soldados hasta que Ucrania reformara su constitución en favor de un Estado descentralizado y hasta que se organizaran elecciones en los territorios en disputa. Por lo tanto, el alto el fuego previsto fue violado regularmente desde 2015 y Ucrania perdió totalmente el control de su frontera oriental.

8. Las constituciones de Ucrania y de Crimea

Además, tanto la Constitución de Ucrania, en sus artículos 73 y 132, como la Constitución de la República Autónoma de Crimea, en sus artículos 2 y 6, prevén el cumplimiento de las normas jurídicas del texto fundamental de Ucrania. Y, en la hipótesis de una modificación de las fronteras, se afirma que solamente puede ser decidida por todos los ucranianos.

9. Crímenes de guerra

Por otra parte, se investigan trece mil casos de crímenes de guerra cometidos por el ejército ruso contra ucranianos. El bombardeo indiscriminado del Kremlin contra objetivos civiles (escuelas, hospitales, centros comerciales y salas de maternidad, bloques de apartamentos y casas) es una clara evidencia de que Putin quiere exterminar al pueblo ucraniano.

Las tropas rusas se han tomado la molestia de cometer crímenes grotescos contra civiles inocentes. Millones están bajo ataque implacable en ciudades y pueblos sitiados. Las rutas de evacuación están dirigidas. Las fuerzas rusas están bombardeando, masacrando, torturando, violando y matando de hambre a civiles, incluidos niños.

Te puede interesar: Crímenes de guerra en Ucrania

Hay casos de niños que han sido deportados a la fuerza a Rusia, lo que equivale a un crimen contra la humanidad. El uso repetido de municiones ilegales, como las bombas de racimo, está bien documentado. Y ucranianos están siendo brutalmente interrogados en los «campos de filtración» rusos.

Numerosas fosas comunes han sido desenterradas. Sólo en la ciudad de Bucha, se encontraron más de 350 cuerpos. En el puerto de Mariupol, ahora arrasado, murieron al menos 21.000 civiles. Se han documentado numerosas pruebas de ejecuciones sumarias, asesinatos, desapariciones forzadas y torturas, todo lo cual constituye crímenes de guerra.

Además, las sentencias de muerte impuestas por separatistas respaldados por Rusia a tres miembros extranjeros de las fuerzas ucranianas también son una flagrante violación del derecho internacional.

Rusia está atacando deliberadamente las instalaciones de almacenamiento de alimentos, los supermercados y la maquinaria agrícola de Ucrania. Están minando tierras agrícolas para evitar que los agricultores aren y siembren. El ejército ruso también mata al ganado.

Te puede interesar: Masterclass | Cómo analizar una guerra o conflicto bélico | con Descifrando la Guerra

Las cadenas de suministro ucranianas están siendo diezmadas o interrumpidas a medida que se atacan las líneas ferroviarias y los trenes, lo que dificulta o incluso imposibilita la entrega de alimentos en algunas áreas. Rusia también ha sido acusada de robar cereales de Ucrania para venderlos con fines de lucro. El saqueo es otro crimen de guerra.

Además, el bloqueo de Rusia de los puertos ucranianos en el Mar Negro y los envíos de grano ha creado una crisis alimentaria mundial. Millones de personas ahora se enfrentan al hambre, particularmente en África.

Te puede interesar: Por qué la crisis alimentaria global no se resolverá fácilmente

10. Crímenes de genocidio

Para terminar, no hay duda de que en Ucrania se están cometiendo crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad a gran escala. De hecho, Rusia ha perpetrado dichos crímenes de guerra desde su anexión de Crimea en 2014.

También hay pruebas claras de intención genocida. Legalmente, un genocidio es la realización de acciones para exterminar a un grupo en su totalidad o en parte, con la intención de hacerlo. Si bien el genocidio se equipara con frecuencia a la masacre en masa, esto es incorrecto. Pues este crimen se define por la gravedad de la intención criminal.

La intención del Kremlin es muy clara. Rusia no sólo ha cometido el hecho, sino que incluso ha confesado el hecho. El odio de Putin por la existencia de Ucrania como Estado soberano no es ningún secreto. Él y otros altos funcionarios rusos utilizan regularmente una retórica deshumanizante y antiucraniana, que incluye comparar a los ucranianos con, por ejemplo, mosquitos.

Esto apunta a una intención genocida. Putin explicó su objetivo, la eliminación completa de la nación y el pueblo ucranianos, cuando se comparó con Pedro el Grande y su búsqueda de recuperar las tierras rusas. Tales declaraciones violan varios artículos de la Convención para la prevención y la sanción del delito de genocidio de la ONU.

Sin duda, a lo largo de su historia, Ucrania ha sufrido ataques genocidas e intentos de eliminar la identidad ucraniana. Esta tendencia de subyugación finalmente debe llegar a su fin. Rusia debe pagar el precio de los crímenes de Putin. Él y sus colaboradores deberían enfrentarse a un tribunal internacional. Además, Rusia debe pagar las reparaciones por sus crímenes.

Ucrania ha documentado crímenes de guerra desde que se produjo la invasión rusa. Bajo la dirección de la Fiscalía General, se ha compilado una lista de alrededor de 16.000 casos. Algunos soldados rusos ya han sido juzgados y condenados. Sin embargo, para que este proceso de documentación sea lo más creíble y transparente posible, también es necesario involucrar a los actores internacionales.

¿Cómo está respondiendo la comunidad internacional?

Ucrania ha sido testigo de un enorme compromiso internacional desde el comienzo de la guerra. Se establecieron diferentes mecanismos e iniciativas para investigar, recolectar, documentar y preservar evidencias de crímenes de guerra. No obstante, este será un proceso largo y difícil, sobre todo por la magnitud de los crímenes, la cantidad de recursos humanos necesarios para llevar a cabo investigaciones y documentar las pruebas de manera eficaz, y porque Rusia está destruyendo pruebas activamente.

Te puede interesar: Hacia una cultura estratégica transatlántica común

El Tribunal Penal Internacional ha tomado la iniciativa en la investigación y documentación de los crímenes de guerra. Abrió una investigación a raíz de una solicitud de 39 Estados. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU creó una Comisión Internacional Independiente de Investigación sobre Ucrania para poner en claro todas las denuncias de violaciones y abusos de los derechos humanos. Varios países también han establecido equipos de investigación para seguir la pista de incidentes que podrían constituir crímenes de guerra.

Te puede interesar: Descubren a un espía ruso que intentaba infiltrarse en la CPI

La Unión Europea también está desempeñando un papel importante. El Consejo Europeo adoptó nuevas normas que permiten a Eurojust, la Agencia de la UE para la Cooperación en materia de Justicia Penal, recopilar y preservar pruebas de crímenes de guerra en cooperación con el Tribunal Penal Internacional.

De hecho, Eurojust está en proceso de equiparse para servir como centro de conservación, almacenamiento y análisis de pruebas. La Comisión Europea también lanzó un proyecto de 7,25 millones de euros en el marco de sus Instrumentos de Política Exterior para apoyar estas capacidades de investigación. Por otro lado, la sociedad civil ucraniana igualmente participa activamente, ya que las redes nacionales y regionales están documentando las atrocidades locales.

Te puede interesar: Cómo los ciberdelincuentes apuntan a los refugiados ucranianos

La coordinación e intercambio de pruebas entre los diferentes actores aseguran la efectividad de estas investigaciones. Apoyar las investigaciones de Ucrania también es vital para garantizar un proceso rápido y efectivo que cumpla con los estándares internacionales.

Finalmente, como ya hemos comentado, el Tribunal Penal Internacional no puede procesar a Rusia por el «crimen de agresión» porque se requiere que Kiev y Moscú ratifiquen el Estatuto de Roma, el tratado fundacional de este Tribunal, pero ninguno de los dos lo ha hecho todavía.

Así, Ucrania tomó la iniciativa de solicitar la creación de un Tribunal Penal Especial para el Castigo del Crimen de Agresión contra Ucrania y ha requerido que la Comisión Europea y los Estados miembros de la UE apoyen esta decisión.

Lo que no cabe duda es de que, dada la gravedad de los hechos llevados a cabo por Rusia, sus dirigentes deberían llegar a responder de alguna forma ante la justicia internacional, porque sino la comunidad internacional estará cada vez más expuesta a sufrir agresiones y crímenes como los perpetrados por Rusia.

Te puede interesar: Las consecuencias de la invasión de Ucrania para Europa

Lo cual tiene un plus de gravedad debido al ser una agresión injustificada contra un país que no ha provocado tal agresión, al ser llevada a cabo por una potencia como la rusa, con su enorme capacidad militar, y al ser Rusia un miembro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, teórico garante de la paz en el mundo.

Te puede interesar:

spot_imgspot_img

Actualidad

Dejar respuesta:

Por favor, introduce tu comentario!
Introduce tu nombre aquí

spot_img