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La delincuencia forestal en América Latina y el Caribe

Análisis

Lucía Carbayo
Lucía Carbayo
Colaboradora en LISA News. Especializada en el ámbito de los Estudios Internacionales y de la Ciencia Política. Interesada en el ámbito de la Seguridad Internacional, los procesos de paz y de resolución de conflictos internacionales.

Los delitos forestales son una forma de delincuencia organizada y un tipo de crimen contra el medio ambiente. Actualmente, el comercio ilegal de madera representa hasta el 30% de comercio global de este producto. En la región de América Latina y el Caribe, la tala ilegal tiene gran impacto en la destrucción de la biodiversidad y en el deterioro de las comunidades indígenas.

Naciones Unidas reconoce que la región de América Latina y el Caribe posee una gran diversidad de ecosistemas y especies -alrededor del 50% de la biodiversidad del planeta- lo que convierte a esta región en un patrimonio natural vastísimo. En ella se encuentran 8 de los 17 países megadiversos del mundo. La megadiversidad es un término establecido por la organización medioambiental “Conservación Internacional”, que hace referencia a aquellas regiones que acogen a los mayores índices de biodiversidad y especies. Estos lugares, que sólo ocupan un 10% de la superficie terrestre, albergan hasta el 70% de la biodiversidad del planeta.

A pesar de ello, las poblaciones de especies han disminuido a lo largo de los años. El Índice Planeta Vivo muestra una disminución del 89% para América Latina y el Caribe desde 1970. Una de las principales razones que atienden a esta pérdida es la deforestación. En abril de 2020 la deforestación en el Amazonas incrementó un 64% respecto al año anterior, 2019. De hecho, uno de los factores que afectan a la deforestación y que constituyen un tipo de delito forestal, son la tala ilegal de madera y su comercialización.

El marco normativo para la protección medioambiental no es riguroso, y cada vez son mayores los delitos cometidos contra el medioambiente. Este tipo de crímenes representan la tercera forma de delincuencia organizada más frecuente a nivel internacional. Entre ellos nos encontramos con la extracción ilegal de recursos naturales, la destrucción de los sistemas ecológicos o los desplazamientos forzados.

¿Qué es la delincuencia forestal?

La Organización Internacional de Policía Criminal (INTERPOL), explica que la delincuencia forestal refiere a todas las actividades delictivas que afectan al sector forestal, desde la recolección hasta la venta. También incluye a los delitos que promueve estas actividades como la falsificación de documentos, la corrupción y el blanqueo de dinero. En especial, los supuestos que configuran la tala ilegal son:

  • La explotación ilegal de especies de madera de gran valor en peligro de extinción.
  • La tala ilegal en zonas protegidas, tierras indígenas o fuera de los límites de la concesión.
  • El blanqueo de madera obtenida ilegalmente por medio de empresas ficticias dedicadas a la plantación y la agricultura. 
  • La falsedad documental y las declaraciones falsas para ocultar la actividad ilegal y la evasión fiscal.

La tala ilegal de madera y el tráfico ilegal de productos forestales representan entre el 15% y el 30% de todo el comercio global de madera. También se estima que el valor económico de este tipo de crímenes puede alcanzar hasta los 152.000 millones de dólares estadounidenses. Además las ganancias que provienen de la tala ilegal han sido utilizadas para financiar a movimientos insurgentes y a gobiernos represivos. 

Cabe destacar que, uno de los factores que promueven estos crímenes es el desequilibrio que permanece entre la alta demanda de madera y la baja oferta de madera legal, que además va acompañada de un alto coste de los productos.

Fuente: INTERPOL

¿Cómo afecta la tala ilegal a los bosques y a sus comunidades?

Recientemente, la INTERPOL llevó a cabo una operación denominada Arcadia LAC que incautó más de 80 camiones con cargamentos de madera ilegal de los bosques de America Latina y el Caribe. Además, la madera recuperada en esta operación estaba valorada en más de 700.000 dólares estadounidenses. 

Ilana de Wild, Directora de Delincuencia Organizada y Nuevas Tendencias Delictivas de INTERPOL declaró que “la información recabada durante la operación muestra que la tala ilegal se está produciendo a un ritmo alarmante en algunas de las reservas de biodiversidad más valiosas del mundo”

Wild añade además que “el daño que se produce así al medio ambiente es tal que los efectos devastadores de los delitos forestales, donde quiera que se produzcan, se dejan sentir en todo el mundo” y que “estos delitos están causando en los ecosistemas unos daños que pueden ser imposibles de reparar”

En definitiva, podemos afirmar que la tala ilegal es uno de los factores que afecta a la deforestación y a la destrucción de las poblaciones de especies. La organización medioambiental WWF insiste en que es la causa principal de la degradación de los bosques, pues el deterioro producido es tal, que disminuye su capacidad para producir recursos y albergar a las especies que viven en ellos. 

Por otro lado, este tipo de delincuencia también afecta a las comunidades indígenas. En América Latina más del 50% de los bosques se encuentran en territorios de esta población. Los grupos criminales se aprovechan de la falta de regulación y de la vulnerabilidad de estas sociedades para la extracción de madera ilegal. Los indígenas no reciben a penas beneficio por su trabajo y, de esta forma, van aumentando los niveles de pobreza rural en estos territorios. 

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