Un complejo militar del Ministerio de Defensa iraní ha sufrido un ataque la noche del 28 de enero que ha provocado un incendio en sus instalaciones. La explosión ha tenido lugar en un depósito de municiones situado en la ciudad de Isfahán, en el centro del país, sin víctimas mortales. El contexto del ataque podrían ser las presiones de EE.UU. para que Israel aumente su implicación en la guerra de Ucrania y las acusaciones a Irán de suministrar armamento a Rusia.
La agencia de información estatal IRNA ha informado que los aparatos no tripulados eran “cuadricópteros equipados con bombas”. Por su parte, el Ministerio de Defensa de Irán ha publicado una nota en la que atribuye la explosión a un ataque con tres drones. Uno de ellos habría sido derribado por el sistema de defensa aérea de las instalaciones, mientras que los dos restantes habrían sido capturados por las trampas defensivas.
Las autoridades iraníes lo han definido en el informe como una “ataque fallido” debido a que solamente causó “daños menores”, el incendio no se ha propagado por las instalaciones militares y apenas ha causado deterioros en la cubierta del taller. Hossein Amirabdollahian, jefe de la diplomacia iraní, calificó la ofensiva de “cobarde” en una rueda de prensa durante su visita a Qatar. “Estos movimientos no pueden afectar la voluntad y las intenciones de nuestros científicos nucleares de lograr una energía nuclear pacífica”, ha añadido.
Según The Wall Street Journal, es la primera ofensiva en el extranjero desde que el primer ministro Benjamin Netanyahu ha vuelto al poder apoyado por una coalición de extrema derecha. El periódico estadounidense ha informado que el objetivo era una fábrica de munición situada junto a unas instalaciones del Centro de Investigación Espacial de Irán, un organismo sancionado por Estados Unidos por su trabajo con misiles balísticos.
En las últimas semanas, el país norteamericano ha aumentado su presión sobre Israel para que incremente su implicación en el conflicto de Ucrania. Desde hace años, Rusia e Israel cuentan con un acuerdo que permite a los aviones de guerra israelíes atacar a objetivos iraníes en suelo sirio, sin ser rechazados por las defensas rusas que controlan ese espacio aéreo.
Mark Dubowitz, director ejecutivo de la Fundación para la Defensa de las Democracias, ha afirmado a través de su cuenta de Twitter que “esto es un triángulo inteligente, en el que Israel puede dañar a Irán, ayudar a Ucrania y no arriesgar sus intereses estratégicos en Siria”.
