- Macron busca abrir negociaciones con los caledonios.
- El estado de emergencia llevaba en vigor desde el 15 de mayo, tras graves disturbios que ocasionaron varios fallecidos.
Las autoridades de Francia han decidido retirar desde este lunes 27 de mayo el estado de emergencia en Nueva Caledonia, que llevaba activo desde el 15 de mayo. La colonia estuvo gravemente afectada por protestas que ocasionaron varios muertos, decenas de heridos y centenares de detenidos. El Gobierno francés también ha decidido frenar temporalmente la nueva ley de reforma electoral aprobada por el Parlamento, que permitía el voto a los residentes franceses con más de diez años en el territorio. Las manifestaciones surgieron porque los indígenas ven peligrar su independencia de Francia.
El objetivo de Francia de retirar el estado de emergencia en Nueva Caledonia es «permitir las reuniones de los diferentes componentes» con los Frentes de Liberación, que son originarios del archipiélago. También se buscan los «desplazamientos a los controles de carreteras de los funcionarios electos o capaces de reclamar su levantamiento», según confirman las autoridades.
«El levantamiento de los bloqueos es la condición necesaria para la apertura de negociaciones concretas y serias». «Emmanuel Macron confía en que los caledonios y sus representantes encontrarán el camino al diálogo. La misión de mediación y facilitación, presente en Numea, está dispuesta a trabajar con los funcionarios electos para establecer un acuerdo global», asegura un comunicado del Ejecutivo.
En las «próximas horas», las autoridades de Francia enviarán más efectivos a Nueva Caledonia para brindar apoyo. Macron ha elogiado a las fuerzas de seguridad desplegadas en el territorio de ultramar y ha condenado «con firmeza los bloqueos y saqueos». «Esta violencia no puede pretender ser parte de una acción política legítima. Dos gendarmes han muerto en el ejercicio de sus funciones», reiteró.
¿Qué ha pasado entre Francia y Nueva Caledonia?
Como comentamos en este artículo de LISA News, el territorio francés en el Pacífico Sur está inmerso en una grave crisis política y social. Esto se debe tras la implementación de una controvertida reforma electoral por parte del gobierno francés, que amplía el derecho al voto a los residentes franceses que lleven en la región más de diez años. Los indígenas perciben esto como una amenaza directa a su representación política. Con esta medida, Francia buscaría dejarles en minoría para privarles de independizarse. Las protestas han desencadenado violentas protestas y disturbios, con un total de siete fallecidos. Los residentes rechazan la nueva reforma, ya que llevan luchando durante décadas por su independencia. Esta ley, por tanto, es perjudicial para sus aspiraciones soberanistas.
Durante el estado de emergencia se desplegaron tropas adicionales en la región para «garantizar la seguridad de los puertos y del aeropuerto de Nueva Caledonia», afirmó el primer ministro, Gabriel Attal. Estas 1700 tropas se sumaron a las 1000 presentes en el archipiélago. Además, se impuso un toque de queda, se cerraron colegios y otras actividades no esenciales y se prohibió el uso de la red social TikTok. Esta medida fue muy criticada por organizaciones de derechos humanos por su impacto en la libertad de expresión.
Este retroceso en la salida de la reforma electoral se debe a posibles problemas de Francia para recuperar el control en partes de la isla. Según el propio Macron, los gendarmes perdieron áreas clave del territorio como calles principales y lugares estratégicos. El temor a perder el control de infraestructuras críticas o al estallido de un movimiento soberanista han podido ser las causas del inicio de las negociaciones entre ambos territorios.
Durante las protestas, Francia culpó a Azerbaiyán de apoyar movimientos independentistas y desestabilizar el territorio, tras la presencia de banderas azeríes durante las protestas. Bakú negó cualquier intromisión. Sin embargo, las tensiones entre Francia y Azerbaiyán se extienden más allá de este conflicto, ya que París es aliada tradicional de Armenia.
La importancia del níquel
Nueva Caledonia es el tercer mayor productor de níquel del mundo, solo por detrás de Indonesia y Filipinas. Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, representa un total del 6% de la producción mundial. La producción de níquel es de gran importancia para la industria de vehículos eléctricos y productos tecnológicos. El territorio alberga importantes yacimientos de níquel, lo que la convierte en un actor clave en la cadena de suministro de este metal.
Los enfrentamientos entre la población canaca y Francia en Nueva Caledonia podrían tener un impacto en la producción local, ya que es un pilar fundamental de la economía. Esta inestabilidad política y social podría interrumpir la extracción y exportación de níquel, afectando a las empresas mineras como la francesa Eramet, que controla muchos yacimientos.
Artículo escrito por:
Rubén Asenjo Morillas. Periodista apasionado por la actualidad internacional y la geopolítica. Escribo para entender el mundo en constante cambio y compartir perspectivas que despierten la reflexión y el debate. Comprometido con la búsqueda de la verdad y las historias que impacten e inspiren.