En este artículo te explicamos la guerra proxy o cómo las potencias mundiales libran los conflictos a través de terceros sin enfrentarse directamente. Si quieres aprender más sobre geopolítica, te recomendamos el Máster Profesional de Analista Internacional y Geopolítico de LISA Institute.
Una guerra proxy, también conocida como guerra subsidiaria o guerra por delegación, es un conflicto armado en el que dos o más potencias utilizan a terceros como sustitutos para enfrentarse indirectamente, evitando así una confrontación directa. En este tipo de conflictos, los actores principales proporcionan apoyo financiero, armamento, entrenamiento y otros recursos a grupos o países que luchan en su nombre.
Las potencias involucradas en guerras proxy suelen ser estados, aunque también pueden participar organizaciones supranacionales como la OTAN. Los actores que reciben apoyo y actúan como proxies pueden ser:
- Gobiernos de países más pequeños.
- Grupos guerrilleros o paramilitares.
- Organizaciones terroristas.
- Mercenarios o empresas militares privadas.
Estos actores proxy suelen tener sus propios intereses, que pueden ser diferentes de los de sus patrocinadores. Como señaló el profesor Daniel Byman de la Universidad Georgetown a BBC, «en lugar de usar sus propias fuerzas militares, (un estado) emplea las fuerzas de otro, que puede ser otro estado, una milicia o señores de la guerra».
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Las guerras proxy ofrecen ventajas a las potencias involucradas, como la reducción de costes y riesgos directos. Sin embargo, también presentan algunos problemas. Esto se debe a que los actores proxy pueden actuar de forma independiente y el conflicto puede prolongarse indefinidamente. Como afirmó el expresidente estadounidense Eisenhower, las guerras proxy son «el seguro más barato del mundo», ya que es muy atractivo estratégicamente para las grandes potencias.
Ejemplos de guerra subsidiaria
Las guerras proxy se han utilizado ampliamente a lo largo de la historia, especialmente durante la Guerra Fría. Algunos ejemplos notables incluyen:
- La guerra civil española (1936-1939), donde la Unión Soviética y las potencias fascistas apoyaron a bandos opuestos.
- La guerra de Vietnam (1955-1975), con Estados Unidos y la URSS respaldando al Sur y al Norte respectivamente.
- La guerra civil afgana (1979-1989), donde Estados Unidos apoyó a los muyahidines contra la invasión soviética.
- El actual conflicto en Ucrania, donde la OTAN respalda al gobierno ucraniano mientras Rusia utiliza organizaciones paramilitares como el Grupo Wagner.
- La guerra civil siria, que se convirtió en un complejo escenario de guerras proxy con múltiples actores internacionales involucrados.
- El conflicto entre Irán e Israel, donde Irán utiliza grupos como Hezbolá, Hamás y los hutíes yemeníes como proxies. El analista internacional Federico Gaón destaca en 24Matins que «Irán, desde hace décadas, cultiva a estos grupos proxys», lo que demuestra la persistencia y evolución de esta estrategia en la geopolítica moderna.
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